"Me gustaría una Iglesia donde todos los cristianos se sintieran miembros de una misma familia" Enrique Benavent: "No sé si la Iglesia está perseguida en España, pero la verdad es que no nos sentimos comprendidos"

Se confiesa "cansado y abrumado" después de una semana en la que, admite, no ha parado. Enrique Benavent tomará posesión de la diócesis de Valencia el próximo 10 de diciembre, sustituyendo al cardenal Antonio Cañizares. Una diócesis que no es extraña, pues allí nació su vida, y su vocación, y allí fue ordenado sacerdote y obispo. Tras casi una década de Tortosa, regresa "a casa", sin un 'programa' previo y con la sensación de  'hijo pródigo'.

Desde la residencia sacerdotal de Tortosa, donde reside, hablamos largo y tendido sobre la Iglesia, la sociedad, la liturgia (el valenciano tendrá su espacio propio, asegura) y algunos de los grandes temas que habrá de afrontar en la segunda diócesis más grande de España.

¿Cuándo y cómo se enteró de su nombramiento? Entiendo que no fue por RD, ¿no?

No (risas). Cuando RD lo anunció como posibilidad casi segura yo ya lo sabía. Creo que el 12-13 de septiembre. Hacía tiempo que me iba haciendo a la idea.

¿Qué pasó por su cabeza?

Muchos sentimientos distintos. Por una parte, tristeza por dejar estas tierras de Tortosa. Son 9 años y medio. Hay vínculos que se crean, y dejar esto supone que hay personas a las que no volverás a tratar igual. Del otro lado, alegría: Valencia es mi diócesis natal. Aquí me he ordenado, he vivido la mayor parte de mi vida. Voy a reencontrarme con amigos, con una realidad eclesial que en muchos aspectos ya conozco… Estuve cuatro años y medio de auxiliar con el cardenal García Gasco, y otros cuatro con Osoro.

Supongo que conocer la diócesis le hace sentirse más tranquilo, ¿o al contrario?

Hay un gran sentido de responsabilidad. Cuando uno va a una diócesis siente el peso de la responsabilidad, pero cuando vas a tu propia diócesis, ese sentimiento se hace más fuerte. Te gustaría hacerlo mucho mejor, no defraudar a nadie, acoger a todos…

¿Se puede decir que no al Papa?

Te dejan un tiempo para pensar. Tardé 24 horas en enviar mi respuesta. Pero lo tenía claro: si es lo que la Iglesia te ha pedido… me ocurrió igual cuando me pidieron llegar a Tortosa.

¿Cuál es el legado que deja el cardenal Cañizares?

Cañizares ha dejado un testimonio de vida, sencillez, entrega, donación a la diócesis y amor. Ha sido un ejemplo de cercanía a los sacerdotes, sencillo como persona, como pastor. Ha dejado un testimonio de una gran coherencia entre sus ideas y su vida, y aunque en ocasiones, algunas manifestaciones suyas no sido comprendidas, nunca las ha hecho con mala intención. Ha mantenido su coherencia entre lo que piensa y anuncia

El cardenal tuvo una gran preocupación por los temas que afectan a la vida social y tienen implicación con la vida política. Como los temas de la enseñanza, que son realmente importantes, porque la educación es un instrumento que tiene la Iglesia para llegar a los jóvenes. Cañizares ha cuidado mucho la UCV, que es una gran institución. Toda la cuestión relacionada con los problemas morales de la cultura actual, de ciertos planteamientos que subyacen a algunas leyes, son una preocupación desde la DSI. Cañizares es un hombre de diálogo con las autoridades públicas, aunque no piensen igual. Es un legado importante que debo continuar cuidando, a mi manera.

Usted no es un obispo que haya dado muchos titulares precisamente…

No me considero un obispo mediático, eso es cierto. Favorece estar en una diócesis como Tortosa, donde la sede episcopal no es capital de provincia, es una diócesis particular (una parte es catalana, una parte valenciana), con una historia peculiar… Es una diócesis tranquila, de la que no se habla. Esto te permite dedicarte a lo importante, permite una gran cercanía. Debo decir que no he tenido ningún conflicto con las autoridades, y las relaciones han sido buenas.

Usted es valenciano, habla valenciano. Una de las principales peticiones de algunos sectores es 'consagrar' el valenciano dentro de la liturgia, y la aprobación definitiva del Misal. ¿Estará entre sus prioridades?

Es un tema que en casi todas las entrevistas que me han hecho en la prensa valenciana ha salido. Es una cierta necesidad. No es una lengua que he aprendido, es mi lengua materna, la de mi familia, de mi pueblo, la que hablo con mis amigos, con mis hermanos, con mis padres, la que hablo con mis compañeros de seminario. No es una lengua aprendida. Si un matrimonio quiere bautizar a su hijo en valenciano, y lo pide, me gustaría que lo hiciera, es una petición legítima.

Es verdad que no tenemos unos textos oficiales aprobados. El párroco puede relacionar de dos maneras: solo en castellano, que no refleja una actitud de acogida; o se tiene que buscar la vida, buscando textos en internet (o en catalán). Lo normal es que haya unos textos que puedan ser una respuesta a una necesidad pastoral sentida por un sector de la población.

¿Cuáles serán los ejes de su pontificado?

Tengo que reintegrarme en la vida de la diócesis de Valencia. Hay 8 vicarías episcopales, algunas que tienen tantos sacerdotes como la diócesis de Tortosa. Tengo que reunirme con todos, el primer año es atender a todos y sumarme a lo que en la vida de la diócesis está programado. No voy con nada prefijado.

Y menos ahora, con el camino sinodal emprendido por el Papa…

Todo este proceso sinodal…. Al final tengo que ver cómo se está viviendo en la Iglesia de Valencia todo este proceso inspirado por el Papa Francisco. En Tortosa hemos tenido una experiencia muy bonita… Mi tarea, como obispo, es ver cómo se está viviendo, para estar en sintonía con el Papa Francisco. Este camino sinodal es aprender a vivir en la Iglesia de una manera nueva, escuchándonos. No podemos vivir en la Iglesia a ver si ganamos imponiendo nuestras ideas sobre los otros, que son como adversario, sino escuchar juntos lo que dice el Evangelio, también a la luz de la tradición, y responder juntos a los retos que la sociedad actual que nos plantea para anunciar el Evangelio con alegría.

Una sociedad, y un mundo, que están en cambio continuo…

Un mundo que está cambiando mucho, y muy rápidamente. A veces a la Iglesia se nos piden que se cuestionen convicciones que estaban asumidas desde siglos, y hay que ver cómo vamos respondiendo a todo esto. No significa que haya que cambiarlo todo, pero desde el momento que se nos cuestionan convicciones, se nos plantean exigencias. cómo explicar a la sociedad, cómo dar razón de estas convicciones, que si nacen del Evangelio continúan siendo vigentes para la sociedad,

Don Enrique, la Iglesia en España, ¿está perseguida?

Tanto como perseguida… no lo sé, me parece que la palabra perseguida… pero a veces sí experimentamos que a la Iglesia se le somete a unos procesos, a unas campañas que no sabemos hasta qué punto responden a una verdadera realidad... A veces son campañas que pueden desenfocar un poco. Otras veces sí, son temas que la Iglesia no ha hecho bien, aunque estamos empezando a cambiar.

No sé si está perseguida, pero la verdad es que hay momentos en que no nos sentimos comprendidos.

Uno de esos temas es el de la pederastia…

Tenemos que pedir perdón en el tema de los abusos, eso es cierto. Pero a veces da la impresión de que los únicos que hemos hecho mal las cosas somos la Iglesia. O, no sé, otras polémicas que hemos vivido estos últimos años, como las inmatriculaciones: en todo este tiempo, ha habido cinco reclamaciones ante la Generalitat. Estamos un poco en punto de mira. A veces da un poco la sensación que hay cosas que se desenfocan. En la Iglesia somos pecadores, y eso siempre lo hemos reconocido.

¿Ha podido conversar con el Papa Francisco?

Una conversación larga con él no he tenido. Yo he realizado dos visitas ad limina. La primera al poco tiempo de ser obispo de Tortosa, y estuvo muy marcada por la situación en Cataluña por el procés.

Se cumplen cinco años de la fallida declaración de independencia. ¿Cómo está la cosa hoy? ¿Cómo la vive?

La situación en Cataluña está más tranquila. En Tortosa, en lo que respecta a la vida eclesial, no se ha planteado ningún problema. En las parroquias, cada uno vive como quiere, y eso que era una diócesis difícil (mitad catalana, mitad valenciana) aunque son territorios distintos, el hecho de pertenecer a una diócesis histórica. Porque antes de que existieran Cataluña o el Reino de Valencia ya existía la diócesis de Tortosa.

A nivel político se está calmando mucho, también porque los mismos que lo promovieron están divididos.

¿Cómo es la Iglesia que sueña Enrique Benavent?

Me gustaría una Iglesia donde todos los cristianos se sintieran miembros de una misma familia de fe, donde la fe que nos une fuera tan grande que las diferencias entre nosotros. Debe ser así. Si es la fe la que modela nuestra forma de pensar, esto es posible. Si es nuestra manera de pensar la que quiere juzgar la fe, eso no será posible. Porque pondremos la ideología por encima de la fe.

Boletín gratuito de Religión Digital
QUIERO SUSCRIBIRME