El obispo de San Sebastián inaugura el Jubileo en el emblemático santuario mariano Fernando Prado abre la Puerta Santa de Aránzazu: "Al pasar este dintel, que Jesucristo pase por nosotros"
(Elizagipuzcoa.org).- En un mediodía radiante y acompañado por numerosos fieles, el obispo de San Sebastián, Mons. Fernando Prado, ha presidido el domingo 19 de enero, a las 12:00, la apertura de la Puerta Santa de Arantzazu, la segunda que se abre durante el Año Jubilar tras la de la catedral Buen Pastor. Acompañado por la comunidad franciscana, el Obispo ha destacado en su homilía la alegría de inaugurar el Jubileo también en este santuario mariano, en el marco del 75 aniversario de la diócesis.
La celebración, que ha contado con una gran afluencia de fieles, se ha visto favorecida por una jornada de sol y clima agradable, en la que algunos se han animado para acercarse a pie hasta el santuario y participar en la Eucaristía. En la apertura de la Puerta Santa, Mons. Fernando Prado ha recordado que este gesto simboliza el deseo de “caminar y entrar por esa puerta que es Jesucristo. Él es la puerta. Queremos entrar por él y, a la vez, dejar que, al pasar por ese dintel, Él pase por nosotros, que su vida pase por la nuestra y la renueve”.
En la homilía, el Obispo ha retomado el pasaje evangélico de las bodas de Caná y ha subrayado que “la presencia de Jesús todo lo cambia”, invitando a los fieles a experimentar esa transformación también hoy: “Con Jesucristo en nuestras vidas, todo puede ser diferente, como en Caná de Galilea. No dejes de confiar en la promesa”. Asimismo, ha animado a los presentes a fortalecer su fe y a no perder la esperanza: “Decid esto a todos los corazones, especialmente a los que están cansados, a los que no tienen esperanza. Jesús es la puerta. ‘Existe un camino. Nada ni nadie está perdido’”.
El Obispo ha instado a los feligreses a aprovechar este Año Santo Jubilar para profundizar en la fe y reforzar la certeza de que “Dios camina con nosotros, en las alegrías y en las penas, cuando nos sentimos fuertes o cuando no”. Con un recuerdo especial hacia San Francisco de Asís, ha destacado la necesidad de llevar consuelo allí donde haya tristeza, y ha recordado la oración franciscana: “Donde haya odio, pongamos amor; donde haya ofensas, perdón”.
Con la apertura de esta segunda Puerta Santa, la Diócesis de San Sebastián prosigue el camino jubilar iniciado en la catedral Buen Pastor y que continuará con diversas celebraciones y actos durante los próximos meses. “No olvidéis que a lo largo de este año tendremos muchas oportunidades de profundizar en nuestra fe”, ha concluido Mons. Fernando Prado, animando a todos a vivir intensamente este 75 aniversario diocesano bajo la mirada maternal de la Virgen de Arantzazu.
