Cumplidos los 75, el obispo de Girona presenta su renuncia tras trece años al frente de la diócesis Francesc Pardo: "Los cambios promovidos por el papa Francisco han empezado a dar frutos"
"Hay que valorar el compromiso de los que se preparan para el ministerio presbiteral, continuar trabajando con esperanza en la pastoral juvenil y ofrecer el testimonio que la vida del cura tiene todo el sentido y te realiza plenamente"
"Creo que no se ha debatido suficientemente lo que significa una ley de la eutanasia que apuesta por una comprensión utilitaria de la persona y favorece “la cultura del descarte y de la muerte”. En la confección de la ley no se ha escuchado la reflexión del comité nacional de bioética"
"Siempre he evitado posicionarme políticamente de forma partidista, y si alguna vez lo ha parecido pido perdón. Sucede que al querer aplicar la doctrina social de la Iglesia cuando se trata de defender los derechos fundamentales de las personas y de los pueblos, se puede interpretar que se defiende una opción política concreta"
"Siempre he evitado posicionarme políticamente de forma partidista, y si alguna vez lo ha parecido pido perdón. Sucede que al querer aplicar la doctrina social de la Iglesia cuando se trata de defender los derechos fundamentales de las personas y de los pueblos, se puede interpretar que se defiende una opción política concreta"
Francesc Pardoi Artigas (Torrelles de Foix, Barcelona, 1946) es obispo de Girona desde octubre de 2008, pero le gusta recalcar que antes fue coadjutor, párroco, arcipreste, consiliario de la acción católica, vicario episcopal, vicario general de pastoral, ecónomo diocesano, director del centro de estudios pastorales de las diócesis catalanas. Tras una vida ministerial que ha sido “intensa y no solo el tiempo de obispo”, no se siente cansado, pero admite que empieza a sentir las limitaciones de la edad y algunas secuelas tras haber superado la operación de un cáncer de esófago hace 8 años. A sus 75 años, acaba de presentar la renuncia ante el papa Francisco, y mientras espera el relevo asegura que aún se encuentra capacitado para servir a la Iglesia, "no como obispo titular cuando lo decida el Santo Padre, pero sí para colaborar en los ministerios que el nuevo obispo me confíe".
En el momento que sea sustituido en el cargo, ¿qué le diría al próximo obispo de Girona?
No me parece conveniente darle muchos consejos porque tiene que ser el mismo el que valore la situación de la diócesis. Pero que sepa encontrará un presbiterio, con una media de edad alta, que ha ejercido el ministerio con un gran esfuerzo evangelizador, con responsabilidad y cercanía al pueblo. También con un buen equipo de diáconos asumiendo responsabilidades pastorales con los párrocos, y con un buen grupo de laicos y religiosos, hombres y mujeres, que han ejercido responsabilidades pastorales en las parroquias con nombramiento episcopal.
¿Le preocupa la creciente escasez de seminaristas?
En la diócesis hace años que sufrimos la escasez de seminaristas y por eso de las ordenaciones sacerdotales necesarias para atender pastoralmente a las parroquias, comunidades de vida consagrada, asociaciones de apostolado. Hay factores personales, externos —sociales— y internos —eclesiales— que pueden favorecer la escasez. Pero en este momento hay que valorar el compromiso de los que se preparan para el ministerio presbiteral, continuar trabajando con esperanza en la pastoral juvenil y ofrecer el testimonio que la vida del cura tiene todo el sentido y te realiza plenamente.
Sostiene en una entrevista reciente a La Vanguardia que la Iglesia “no dice no a la eutanasia”, sino “sí a los cuidados paliativos”. ¿Es usted de los que opinan que no se ha debatido lo suficiente antes de sacar adelante la Ley de Eutanasia?
La expresión se puede interpretar erróneamente, me hicieron la entrevista en catalán y la respuesta precisa es: "la Iglesia no solo dice no a la Eutanasia, sino sí a los cuidados paliativos". Deseaba dar respuesta a la preocupación de muchas personas que no quieren sufrir y por esto son favorables a la eutanasia. Hay que poner énfasis en la necesidad de los cuidados paliativos para evitar sufrimientos innecesarios y así evitar la petición de la eutanasia. Por eso es necesario presentar la declaración de voluntades anticipadas de la CEE, de los departamentos de familia y vida y pastoral de la salud, según la normativa de cada comunidad autónoma. Asimismo, hay que insistir a las administraciones que ofrezcan un optimo servicio de cuidados paliativos.
Ciertamente, opino que no se ha debatido suficientemente lo que significa una ley de la eutanasia que apuesta por una comprensión utilitaria de la persona y favorece “la cultura del descarte y de la muerte”. En la confección de la ley no se ha escuchado la reflexión del Comité de Bioética de España.
Ah, pero no olvidemos que también será necesario educar para afrontar los sufrimientos que la vida, en las distintas etapas, nos puede presentar. No podemos olvidar la fragilidad y la limitación de la condición humana.
Hace poco publicábamos en RD una entrevista con Vicenç Lozano. Sostiene el ex vaticanista de TV3 que el papa Francisco quizás no verá el resultado de los cambios que él mismo está promoviendo, pero que “ha plantado una semilla de futuro” para reformar la Iglesia. ¿Coincide con esta afirmación? ¿Qué opina?
Coincido plenamente con la afirmación y a la vez soy consciente que los cambios han empezado a dar fruto. Los cambios son fruto y semilla a la vez.
A título de ejemplo: observemos la orientación fundamental pastoral que ya ha significado “Evangelium Gaudium”; la preocupación hacía la casa común y las iniciativas ecológicas que propone “Laudato sí”; la valoración de la vida matrimonial y familiar con las iniciativas de acogida de las familias fracturadas y con problemas “Amoris Laetitia”: atención a las denuncias por el trato a los inmigrantes, las indicaciones para una nueva economía, los signos de hermandad en las relaciones ecuménicas, el mutuo reconocimiento con el islam. “Fratelli Tutti”, ciertamente, es semilla para avanzar en la fraternidad universal; y la preparación del sínodo sobre la sinodalidad del año 2023 con la participación de todo el pueblo de Dios se propone mostrar el verdadero ser y actuar de la Iglesia. Por eso prefiero insistir que son fruto y semilla.
Usted siempre ha evitado posicionarse políticamente. Sin embargo, en ciertas iglesias de Catalunya pueden verse ‘estelades’. ¿Cree que la Iglesia catalana debería evitar este tipo de manifestaciones a fin de preservar una mejor convivencia y no echar más leña al fuego?
Quiero reafirmar que siempre he evitado posicionarme políticamente de una manera partidista, y si alguna vez lo ha parecido pido perdón, no era mi intención. Sucede que al querer aplicar la doctrina social de la Iglesia cuando se trata de defender los derechos fundamentales de las personas y de los pueblos, se puede interpretar que se defiende una opción política concreta, aunque no sea esta la intención.
Concretamente si la interpretación de cualquier homilía o escrito solo se hace desde la propia ideología y solamente de esta es cuando se puede confundir con una proclama partidista, aunque no lo sea.
En relación con las "estelades” la norma del obispado es que cuando lo solicita un ayuntamiento para las fiestas se permite poner la de Catalunya”, no “la estelada”. Si hay algunas “estelades “es porque algún grupo del pueblo o barrio las ha instalado sin autorización, o también porque el espacio del reloj de algunos campanarios está gestionado por los ayuntamientos.
Las diócesis de Catalunya, estoy convencido, no queremos de ninguna manera echar más leña al fuego, al contrario, pero también somos conscientes del momento que vive nuestro pueblo y de las distintas y distantes opciones políticas.
Para terminar, hay quien habla de una supuesta fractura del episcopado catalán en torno al tema de los indultos a los líderes independentistas. ¿Hay unanimidad real en este tema?
Una recomendación seria leer toda la nota y no extrapolar solo una expresión sin valorar el contexto. Las medidas de gracia se piden, ciertamente, pero con otras propuestas a considerar y que configuran todo el mensaje. Hay que afirmar que, en este tema, en la nota “de las medidas de gracia”, hubo unanimidad de todos los obispos. De ninguna manera se ha producido fractura alguna al contrario todos nos sentimos corresponsables.
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