El prelado toma posesión de la diócesis de Toledo este sábado Francisco Cerro: "Nunca pensé en ser obispo, es algo que me desborda"
Sobre el futuro de Guadalupe: "Los obispos extremeños ya hicieron sus deberes. Será ahora la Santa Sede la que tenga que tomar una decisión"
"La Iglesia está por la solución de los cuidados paliativos. Hay que cuidar la vida y luchar contra el sufrimiento"
El arzobispo Francisco Cerro, que este sábado tomará posesión de la diócesis de Toledo, ha hablado sobre su nombramiento y de otros asuntos de actualidad en una entrevista publicada este jueves en la revista «Alfa y Omega».
Entre otras cosas firma que vuelve a Toledo «con mucho agradecimiento por la confianza que el Papa me dispensa y con el reto de volver a la diócesis donde recibí la ordenación sacerdotal de parte de don Marcelo. Es un auténtico gozo y una responsabilidad, a la vez que una gran ilusión». «Nunca pensé en ser obispo. Es algo que me desborda. Uno se pone al servicio de la Iglesia y es hijo obediente para cumplir una misión cuando te lo piden, el Papa en este caso», afirma.
Sobrel a diócesis que le va a acoger asegura que «hace mucho tiempo que salí de Toledo. Mi vida sacerdotal transcurrió fundamentalmente en Valladolid. Por lo que conozco, es una diócesis muy viva, con un clero bien formado un laicado comprometido, y con una gran presencia y deseo de transformar el mundo según el corazón de Dios. También la vida consagrada tiene mucho futuro en estos momentos».
Y sus prioridasdes serán, sobre todo «trabajar con la pastoral de juventud; me preocupa mucho. También la vivencia misionera. De hecho, en Toledo tenemos una presencia muy fuerte en Perú, en la diócesis de Lurín y en la prelatura de Moyobamba. Con esto también quiero potenciar la vida consagrada, las vocaciones sacerdotales –en Toledo hay muchas, pero siempre son necesarias más– y el laicado, tan necesario para que haya una vivencia profunda de transformación de la sociedad y del mundo al servicio de los más pobres. Voy a servir, a entregar mi vida, a darla por todos, sabiendo la inmensa labor que ha hecho la Iglesia en este lugar y que tiene que seguir haciendo para que Jesús y el Evangelio estén presentes, para dignificar a la persona y servir a los más necesitados».
De la polémica por la reclamación de Extremadura del monasterio de Guadalupe, que hoy pertenece a Toledo, manifiesta que "los obispos extremeños ya hicieron sus deberes. Será ahora la Santa Sede la que tenga que tomar una decisión".
También habla de su precedesor. «Me siento muy identificado con las palabras de don Braulio. Hay que apostar por la vida desde su concepción hasta el final. La Iglesia está por la solución de los cuidados paliativos. Hay que cuidar la vida y luchar contra el sufrimiento. Renunciar a la vida no es la solución en un momento tan importante».