"Abrir las Puertas Santas allí es abrir una ventana de misericordia y de conversión interior" Girona y Lleida, las dos diócesis catalanas que llevarán el Jubileo 2025 a los centros penitenciarios

Llevar el Jubileo también a la cárceles
Llevar el Jubileo también a la cárceles Flama

"Hay una buena predisposición de los obispos y de las direcciones penitenciarias"

"Abrir las Puertas Santas a las personas más apartadas de la sociedad es abrirles una ventana de misericordia y de conversión interior"

El Jubileo también será, para los sacerdotes, "una manera de seguir evidenciando que la Iglesia no se olvida de nadie"

El papa Francisco se convertía el pasado 26 de diciembre en el primer pontífice que abría una Puerta Santa con motivo del Año Jubilar en una cárcel -la de Rebibbia, en Roma, con 1.500 reclusos. A pesar de su trascendencia histórica, este gesto no sorprendía a sacerdotes como Pere Lluís Aymerich o Vicente Zamora, dos de los responsables de las pastorales penitenciarias de las diócesis de Girona y Lleida, respectivamente, para los que el pontificado del Papa argentino ha “estado estrechamente ligado a este ámbito“. Este 2025, el jubileo también llegará a espacios de culto de prisiones ubicadas en sus territorios diocesanos.

‘Informe RD’ con análisis y el Documento Final del Sínodo

Desde que sus dos obispos -Octavi Vilà y Salvador Giménez- anunciaron en sus correspondientes inauguraciones jubilares esta decisión, Aymerich y Zamora se han mostrado satisfechos por la elección, por un lado, del Centro Penitenciario Puig de les Basses, ubicado en Figueres, y, por otra, del Centro Penitenciario de Poniente de Lleida, para poder acabar abriendo “el camino de la esperanza a quien más la necesita para reinsertarse socialmente”, como determina Zamora, implicado en las acciones de la Fundación Obra Mercedaria.

Mientras que en la cárcel de Lleida hay dos capillas (una por cada uno de los dos edificios que conforman la actual prisión, uno más antiguo que el otro), en la de Figueres no hay ninguna. "Lo que hay es un espacio para el silencio, destinado a todas las confesiones religiosas, y otro, más polivalente, que es donde se ofician las misas una vez al mes", señala Aymerich. Si bien en ambos casos todavía falten concreciones que determinen la forma en que el Jubileo 2025 será llevado a los dos espacios, la predisposición que tienen tanto los obispos como las direcciones de los centros para reunirse y acordar los actos jubilares “anda en buena dirección“, según los curas.

Octavi Vilà, obispo de Girona, ante la cárcel con miembros de la pastoral penitenciara
Octavi Vilà, obispo de Girona, ante la cárcel con miembros de la pastoral penitenciara Flama

Como detalla Vicente Zamora, “en el trasfondo de toda acción religiosa que se pueda realizar este año en nuestras prisiones, estará el episodio fatídico [en marzo del 2024] en el que un interno de la cárcel de Mas d'Enric, en el Catllar, en Tarragona, mató a navajazos a la cocinera de esta instalación penitenciaria”. Esto ha provocado, como señala este sacerdote, que la regulación de las normas para todos los internos haya pasado a ser más severa, "y también en su participación en cualquier evento que lleve al Jubileo a las cárceles".

"Queremos que los reclusos también conozcan el significado que hay detrás del Año Santo", argumenta, por otra parte, el presbítero gerundense, y, por eso, sostiene, está sobre la mesa la idea de "hacer perdurar las motivaciones jubilares cuando el Año Santo haya terminado entre los 300 reclusos que, de media, participan cada año en nuestras acciones litúrgicas”. A su vez, Zamora asevera que "abrir las Puertas Santas a las personas más apartadas de la sociedad es abrirles una ventana de misericordia y de conversión interior". El Jubileo también será, para los sacerdotes, "una manera de seguir evidenciando que la Iglesia no se olvida de nadie".

El obispo Salvador Giménez preside una misa en la cárcel de Lleida
El obispo Salvador Giménez preside una misa en la cárcel de Lleida Flama

Volver arriba