El obispo auxiliar de Madrid y el sacerdote salesiano Jesús Rojano han inaugurado el ciclo Con ojos nuevos, una iniciativa enmarcada en el Plan de Esperanza propuesto por el cardenal Osoro a la juventud de Madrid
| Infomadrid / B. Aragoneses
La Delegación de Jóvenes celebró este viernes 22 de mayo la primera de las sesiones del ciclo Con ojos nuevos, cuyo objetivo es ser espacio para la reflexión, desde la fe, acerca de este tiempo de pandemia y sobre cómo enfrentarse, siendo Iglesia, a las nuevas situaciones derivadas de la crisis. Se trata de una de las primeras iniciativas enmarcadas en el Plan de Esperanza que el cardenal Carlos Osoro ha propuesto liderar a la juventud de Madrid.
En esta primera sesión, el sacerdote salesiano Jesús Rojano ha dado respuesta al título de su ponencia ¿Qué significa poner fe y ser “sal” en medio de la tragedia por el COVID-19? asegurando que es «dejar el perfume de las buenas obras», que se han podido ver en tantos que han servido al bien de los demás en esta pandemia. E invitó a los jóvenes a hacerse la siguiente pregunta: «¿Qué has hecho tú en estos dos meses y qué estás dispuesto a hacer?».
Remitiendo al texto Una plan para resucitar del Papa Francisco, el ponente destacó algunos de sus puntos fundamentales, entre ellos ese ponerse en movimiento al que se refiere cuando alude a la actitud de las mujeres ante el sepulcro vacío. Porque a veces, alertó Rojano, la tentación es «evadirse de la realidad» y dejarse llevar por la indiferencia ante los problemas de los demás y por esa autorreferencialidad de la que habla el Santo Padre.
«Hacer puentes y no fronteras»
Ante esto, y partiendo de la base de que los jóvenes son los protagonistas del cambio «porque son los que llevan en sí las tendencias de futuro», el sacerdote animó, en línea con el escrito de Papa, a no volver a una normalidad «llena de trampas» sino a que «salgamos de una manera nueva y con una nueva forma de mirar», y nadie como los jóvenes «sois capaces de anunciar ese mundo nuevo». Se trata, señaló, de interiorizar «que nadie se salva solo, que debemos ser más solidarios, hacer puentes y no fronteras».
«Es un riesgo –reconoció el sacerdote– que la inercia nos haga volver a lo mismo de antes. Por eso tenemos que hacer un trabajo de discernimiento, personal y como comunidad, para que este reto no se quede en agua de borrajas». Ahora surge la gran oportunidad de practicar el «ser una Iglesia en salida, hospital de campaña».
Jóvenes que den luz
La charla fue introducida por el obispo auxiliar de Madrid monseñor José Cobo, que recordó los «meses complicados» que hemos pasado, asegurando que «ahora queremos volver a la normalidad pero no queremos que todo sea como antes» porque «como creyentes no podemos pasar página, ni salir con el sálvese quien pueda».
Insistió en que «los jóvenes tenéis un papel decisivo en esta nueva etapa», un tiempo de reconstrucción y de cambio en el que «Jesús va a la cabeza, pero quiere que nos involucremos todos». «Necesitamos jóvenes que den luz», ha destacado, «que se indignen y que se duelan por la situación humana».
El ciclo Con ojos nuevos, que se retransmite a través del canal de YouTube de la Delegación, contará con dos sesiones más, una el 29 de mayo sobre el dolor, la fragilidad, la incertidumbre, la enfermad y la muerte a cargo de Vicente Espugles, que ha sido uno de los sacerdotes que ofrecía responsos en el Palacio de Hielo; y otra el 5 de junio, en la que Pedro José Gómez Serrano, economista y profesor de la UCM, analizará las consecuencias de la crisis y los desafíos a los que se enfrenta la sociedad.