El obispo de Bilbao pide mejorar las condiciones laborales de las trabajadoras de los cuidados Joseba Segura: "Como cristianos, no podemos separar el anuncio del Evangelio del esfuerzo para mejorar las condiciones laborales"
“Trabajos todos ellos claves cuando se trata de atender y acompañar a quienes son más vulnerables: mayores, niños, personas dependientes, enfermas… Trabajos no siempre reconocidos, muchas veces invisibilizados, realizados en su mayoría por mujeres de origen migrante que ven cómo, en muchas ocasiones, sus derechos laborales todavía no se respetan”
"No podemos asumir, ni menos justificar como normales los niveles de informalidad, los bajos salarios, la precariedad en las condiciones laborales"
“Todos y todas tenemos que luchar para que el trabajo sea una instancia de humanización y de futuro"
“Todos y todas tenemos que luchar para que el trabajo sea una instancia de humanización y de futuro"
| José Luis Palacios, Noticias Obreras
“Como miembros de la comunidad cristiana, no podemos separar la alegría del anuncio del Evangelio del esfuerzo para mejorar las condiciones laborales en las que desarrollamos nuestro trabajo”, afirma el obispo de Bilbao, Joseba Segura, en una carta pastoral sobre esta jornada que lleva por lema “¡Tenemos derecho al cuidado con derechos! Zaintzaren eskubidea, ekinbidea!”.
El reclamo de un empleo en condiciones para quienes prestan servicios de cuidado enlaza con uno de los subrayados del curso pastoral para la Iglesia de Bilbao, el deseo de ser “comunidad que acoge y lo hace de tal modo que cada persona pueda sentirse en ella como en su casa, y al mismo tiempo, protagonista que ayuda a otras personas a sentirse acogida”.
De ahí que este año, la diócesis haya puesto el foco en “los trabajos de cuidados que se desarrollan en nuestros hogares, que conocemos como trabajo doméstico, y especialmente en las personas que lo realizan, las empleadas de hogar”.
“Trabajos todos ellos claves cuando se trata de atender y acompañar a quienes son más vulnerables: mayores, niños, personas dependientes, enfermas… Trabajos no siempre reconocidos, muchas veces invisibilizados, realizados en su mayoría por mujeres de origen migrante que ven cómo, en muchas ocasiones, sus derechos laborales todavía no se respetan”, apunta Segura.
La jornada eclesial por el trabajo digno tendrá un anticipo en la celebración de los círculos de silencio, el último miércoles del mes de abril, a las 19,30 horas, en diferentes puntos de la diócesis, en defensa del reconocimiento de los derechos de las trabajadoras del hogar.
En este sentido, el obispo de Bilbao advierte que “no podemos asumir, ni menos justificar como normales los niveles de informalidad, los bajos salarios, la precariedad en las condiciones laborales”, recogidas, por ejemplo, en un reciente informe de la Organización Internacional del Trabajo.
“El trabajo decente empieza en el hogar”, subraya Segura, para quien “cuidar el trabajo y cuidar a la persona que lo realiza son prioridades que necesitan nuestro apoyo y comprensión. Cuidar el trabajo es asegurar las condiciones necesarias para que se desarrolle en condiciones humanas y con dignidad”.
El obispo hace suyas las palabras del papa Francisco en su homilía de celebración del 1º de Mayo de 2020, cuando dijo que “toda injusticia que se comete contra una persona que trabaja es un atropello a la dignidad humana, incluso a la dignidad del que comete la injusticia: se baja el nivel y se termina en esa tensión de dictador-esclavo. En cambio, la vocación que Dios nos da es muy hermosa: crear, re-crear, trabajar. Pero esto puede hacerse cuando las condiciones son justas y se respeta la dignidad de las personas”.
Termina su carta, el obispo Segura, citando un mensaje en redes sociales del mismo Francisco: “Todos y todas tenemos que luchar para que el trabajo sea una instancia de humanización y de futuro”.
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