Diario de la visita 'ad limina' del obispo de Zamora. El encuentro con Francisco Monseñor Valera: "El Papa ha nombrado a Zamora. Sabe de cómo vamos perdiendo población"

Comenzamos el día alrededor del altar, celebrando la Eucaristía en la capilla del Pontificio Colegio Español de san José. En esta festividad de Santo Tomás de Aquino, presidí la celebración en la que recordé, haciendo alusión a una pequeña obra de Bruno Forte, en la que el doctor angélico decía a su discípulo: “amar es mejor que conocer”. Y es que no podemos olvidarnos que cada uno de nosotros somos amados por Dios. Todos somos elegidos desde el día de nuestro Bautismo, en nuestro interior está el Espíritu y por ese motivo debemos ser semilla de comunión, de servicio. Al finalizar la celebración, como es costumbre, a todos los que han sido ordenados obispos y han estudiado en el colegio español, se me hizo entrega de un pectoral.

Y llegaba el momento más emotivo, la audiencia general con el Santo Padre. Finalizamos la visita ad limina, con todo lo que son las actividades en las distintas congregaciones vaticanas. Hemos sido recibidos por el santo Padre en el Palacio Apostólico, allí hemos podido saludarlo, tanto el vicario general, Don César Gallego, como el provicario, don Pedro Faúndez. Ha sido un encuentro de más de dos horas y media con el Papa, impresionante. Hemos podido dialogar, confrontar muchas realidades que nos preocupan como iglesia universal y como iglesia local.

El Papa ha conocido de viva voz en diversas ocasiones distintas realidades de nuestra iglesia de Zamora.

El Papa nos ha pedido a los Obispos cuatro tipos de cercanía, que seamos pastores cercanos:

Cercanos a Dios: en la oración ,en la celebración de los sacramentos, en la vida espiritual. Una vida cercana, de intimidad con el Señor.

Cercanos entre nosotros, los Obispos. Una comunión efectiva entre los hermanos que vamos presidiendo las distintas iglesias particulares y formamos tanto la Conferencia Episcopal, y sobre todo la provincia eclesiástica: lugar donde dialogar, compartir, buscar aquello que es la voluntad de Dios para nuestro pueblo.
Cercanos a los sacerdotes. Nos ha insistido mucho el Papa que un Obispo tiene que estar cercano a sus sacerdotes, tenerlos siempre en su corazón, estar atentos a sus situaciones, a su realidad pastoral, a los sufrimientos que cada uno tiene.

Cercanos al santo Pueblo de Dios, cercanos a nuestra gente. Cercanos a la gente , a los que sufren, los que están en paro, los que sufre exclusión, los que sufren maltrato. Cercanos a todos los hombres que están buscando a Dios, están buscando responder con alegría su fe.

Finalmente, decir que ha sido un encuentro alegre, fraternal, un encuentro donde hemos podido compartir nuestras inquietudes, donde el Papa ha nombrado a Zamora, y eso para nosotros es importante. El Papa sabe de nuestras dificultades, de cómo vamos perdiendo población. Y ante la pregunta que le realizaba de esta realidad el Papa nos ha pedido que seamos hombres de esperanza, que miremos al futuro, que nuestra vida está en manos de Dios, que Dios no nos abandona y que nuestra iglesia es una iglesia que mira al frente y vive de esa experiencia profunda del Evangelio.

Nos ha recordado lo que él llama siempre el gran protocolo (Mateo 25: “cada vez que a uno de estos mis hermanos con ellos lo hacéis, a mí me lo hacéis: a los pobres, a los indefensos, a los presos”). Es decir: cercanos a la gente y siempre con un corazón puesto en aquello que es la prioridad de Jesús.