"Siempre habéis estado cerca, con un derroche de cariño hacia mi persona" Sabiote homenajea a su hijo predilecto, el cardenal José Cobo

Fin de semana de intensas emociones las que ha vivido José Cobo Cano, Cardenal Arzobispo de Madrid, en su pueblo natal, Sabiote.

La localidad se vestía de gala para recibir a su hijo más ilustre. Monseñor Cobo Cano regresaba a su pequeño pueblo para ser distinguido como Hijo Predilecto por el Ayuntamiento de la localidad, en un solemne acto que se desarrolló en el Castillo de Sabiote. Antes, en la parroquia en la que recibió el indeleble sello del cristianismo, el bautizo, la de San Pedro Apóstol, presidió una celebración eucarística arropado por sus paisanos.

El acto, organizado por el Ayuntamiento sabioteño, dio comienzo con la interpretación de la “Jota y el Bolero, a cargo de la Asociación de Danza “Inmaculada Quesada Ruiz”, la Asociación Musical “Silverio Campos” y el “Coro San Marcos”.

A continuación, se procedió a la lectura de méritos del protagonista de la noche, que llevó a cabo Carmela Cobo, quien apuntó. “Sabe bien con quién se ha comprometido, siempre ha vivido como un austero hombre de Dios, su palabra es auténtica y llena de pasión”. El alcalde de la localidad, D. Luis Miguel López, dedicó unas cariñosas palabras al Hijo Predilecto de Sabiote, “José Cobo es un hombre alegre, emprendedor y solidario. Hoy, Sabiote, el que te vio nacer, se siente orgulloso y feliz de lo que eres”.

El Cardenal Arzobispo de Madrid tomó la palabra para agradecer, muy emocionado, el reconocimiento de Hijo Predilecto de Sabiote.  “No puedo agradecer el acompañamiento que ha hecho Sabiote a cada paso de mi vida. Aquí importan las personas, y lo que le ocurre a uno, les importa a todos. Siempre habéis estado cerca, con un derroche de cariño hacia mi persona”. De igual modo, Monseñor Cobo quiso resaltar la importancia de la comunidad cristiana de Sabiote, en su vida personal y para la localidad.

El domingo, el Arzobispo de Madrid tenía por delante una importante jornada que inauguró el parque dedicado a la vecina Carmen Pérez Calvente, que falleció el pasado mes y que fue una mujer muy involucrada con la localidad a través de la acción de Cáritas, así como un salón parroquia que lleva su nombre, como símbolo de agradecimiento de tantas personas a las que ayudó.

La mañana culminaba con la Eucaristía en el XV domingo del tiempo ordinario. En ella, concelebraron, junto al Obispo de Jaén, Don Sebastián Chico Martínez, el párroco de la localidad, D. Joaquín Rafael Robles, su tío Lucas, sacerdote, así como otros presbíteros hijos del pueblo y amigos del homenajeado.

En su homilía, el Cardenal Cobo, expresó su alegría por encontrarse entre su gente y las muestras de cariño recibidas a lo largo del fin de semana. “Gracias a esta Iglesia, gracias a todos vosotros a los que he sentido muy cerca con gestos con oraciones y con miles de detalles que eso es lo que hace es dar humanidad a los pasos que vamos en la vida conectándonos allí donde estamos con esta tierra recia pero confortable y balsámica, como es el buen aceite”.

A continuación, Monseñor Cobo explicó lo que significa ser Cardenal, que, según sus palabras es “siempre es una misión de servicio al pueblo de Dios”. Para continuar, “hoy me siento agradecido a la Iglesia de Jaén, en la que he nacido a la fe, al Obispo Sebastián, y a esta comunidad de Sabiote, que desde aquella pila bautismal siempre me han acompañado”

El Cardenal, quiso después, reflexionar sobre la Palabra proclamada: “Misión, tarea y vínculo. Dios se fija en cada uno y cada uno y nos asigna una misión. Dios es propositivo, nunca se impone, pero se fía y confía en nosotros. Pequeñez y desbordamiento de la fe, es la experiencia del profeta y también de mi propia experiencia. Pero cada misión tiene una tarea- expresó Don José- no se trata de éxitos sino de encarnar la autoridad de Cristo en cada uno. Recuperemos nuestra autoridad moral, compartiendo la autoridad de Cristo no desde la crítica sino desde la propuesta y la convicción. Y por último vínculo: Jesús siempre pone vínculos, porque la Iglesia tiene rostro, y en el vínculo que vamos creando. Porque nuestras comunidades son también comunidades de afecto, que se construye sobre Jesús y somos compañeros y amigos.

Antes de concluir la celebración, también tomó la palabra el Obispo de Jaén. Monseñor Chico Martínez comenzó su intervención con una expresión muy popular: “Viva la madre que te parió”, y con ella quiso trasladar al Cardenal, que con ese viva “tu gente quiere decir que viva tu familia, tus padres, tu tío que tan cerca ha estado en tu camino ministerial, que viva tu pueblo, tu tierra y tu Diócesis”. A lo que añadió, “algo de bueno tuvo que hacer de bueno esta Iglesia diocesana, que hemos dado un cristiano, un sacerdote, un obispo y después elevado a esa dignidad de cardenalato y tú eres también un hermoso fruto de esta tierra”. Para finalizar su intervención, el Prelado jiennense le pidió tres cosas al Cardenal Cobo, “que anuncies tu tierra allá donde estés; reza con nosotros, pide por nosotros, pide que nuestra fe sea fuerte y testimonial. Y por último, pide ante el Señor por vocaciones al sacerdocio. Cuenta con nosotros, porque vamos a estar como pueblo y como Iglesia ahí, cuenta con nuestra oración”, concluyó.

Al término, el Cardenal descubrió una placa, junto a la pila bautismal en la que nació a la fe, y firmó el libro de honor del Consistorio. Un gran fin de semana para una comunidad y un pueblo que recibe con honores al que viene en nombre del Señor.