El arzobispo de Oviedo cree que el Ejecutivo "y sus terminales mediáticos" intentan "destruir a la Iglesia" Sanz vuelve a liarla, y acusa al Gobierno de "señalar a los cristianos como diana" por el escándalo de la pederastia
"Ha habido una consigna que ha señalado a los cristianos como diana: la Iglesia roba y ha de devolver lo que indebidamente se ha apropiado, y la Iglesia abusa de los niños y personas vulnerables"
"Estamos viendo cómo se establecen cortinas de humo por parte de las gobernanzas de nuestro país, a fin de distraer y focalizar una atención que despierta el encono por los temas que se jalean, que arrojan confusión por la amalgama de sus mentiras, que señalan cabezas de turco para organizar el pim-pam-pum con quienes ensañarse hasta su ridiculización y censura"
"Ha habido una consigna que ha señalado a los cristianos como diana: la Iglesia roba y ha de devolver lo que indebidamente se ha apropiado, y la Iglesia abusa de los niños y personas vulnerables". El arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz, ha acusado al Gobierno y a "sus terminales mediáticos" de "intentar destruir" a la Iglesia por unos delitos que, apunta, sólo afectarían al 0,2% de los clérigos. Como si los abusadores de menores en la Iglesia fueran solo sacerdotes.
En una carta pastoral titulada 'Pederastia, piedra de molino', el prelado sostiene cómo "estamos viendo cómo se establecen cortinas de humo por parte de las gobernanzas de nuestro país, a fin de distraer y focalizar una atención que despierta el encono por los temas que se jalean, que arrojan confusión por la amalgama de sus mentiras, que señalan cabezas de turco para organizar el pim-pam-pum con quienes ensañarse hasta su ridiculización y censura".
Calumnias contra la Iglesia
"A veces, más que cortinas de humo son verdaderas nieblas persistentes que ocultan la verdad, que insidian perversamente, que calumnian y zahieren a sabiendas para desgastar o intentar destruir a quien señalan como adversario cultural o enemigo político", lamenta Sanz.
"La pedofilia es un crimen inmenso, perpetrado con la más sucia alevosía, de la que Jesús dijo que más le valdría atarse una piedra de molino al cuello y tirarse al mar a quien hiciera daño a los más pequeños", admite Sanz, que añade que "es un crimen, un delito y un pecado que es de la entera sociedad cuando ha perdido su horizonte moral, el aprecio por la verdad, el respeto ante lo más sagrado como es la vida y la familia, y las virtudes morales de la justicia".
"También la Iglesia tiene miembros que han cometido ese pecado, y por ello hemos puesto en marcha espacios y recursos humanos para la acogida de esas denuncias, para la prevención que eviten estos terribles abusos", reconoce el arzobispo, quien aclara: "la pedofilia no es un pecado o delito cristiano en general y clerical en particular, sino que lo es de toda la sociedad".
"Sorprende el interés" por los abusos de la Iglesia
"Un porcentaje (el 0,2) que no consuela cuando tenemos delante a una persona desprotegida e inocente que es abusada por quien debería ser precisamente garantía de defensa moral y de confianza" y sobre "el que hemos pedido perdón". "Por eso sorprende el interés de un parlamento que se centra en este porcentaje e ignora el 99’2% restante".
"Si la pedofilia es una lacra terrible de nuestra sociedad contemporánea, de la que también la Iglesia forma parte, pongamos los medios y los remedios para sanarla y erradicarla. La pornografía tan fácilmente asequible, la educación ideologizada por el género, la hipocresía cínica de la inmoralidad o amoralidad en tantos casos, hacen de campo de cultivo para que se sigan cometiendo estas tragedias deleznables", culmina.