El cardenal Cobo, ha querido destacar que «frente a la tendencia de espiritualizarlo todo, en ocasiones olvidamos que nuestro Dios encarnado sabe lo que es tocar tierra». Por ello, «una vez recibida la gracia necesitamos la acción comunitaria para convertirla en obras, porque la fe, ha dicho, actúa en la caridad».
"Frente a la tendencia de espiritualizarlo todo, en ocasiones olvidamos que nuestro Dios encarnado sabe lo que es tocar tierra"
El arzobispo de Madrid ha animado a «hacerse pobre» dejando que «el Espíritu sea quien conduzca nuestra vida y marque el paso. Él es quien nos envía y quien actúa en nosotros». Y así sucedió en Jesús, que «anunció el evangelio y ofreció esa mirada nueva a hombres y mujeres. Apostó por los últimos, porque es desde el barro desde donde se aprende a mirar la vida. Y Jesús lo que dice, lo hace, porque fe y obras se complementan y nunca pueden separarse», ha indicado.
Por otro lado, ha destacado la necesidad de seguir caminando, «no ideológicamente, sino desde el corazón. Con esa doble mirada del amor; la de aprender a ser instrumentos de Dios y desde ahí aprender a mirarle también a Él».
"Ha querido recordar aquellas situaciones que 'duelen en Madrid': No podemos naturalizar el dolor de nuestros hermanos y acostumbrarnos a la injusticia"
Por último ha querido recordar aquellas situaciones «que duelen en Madrid» como la crisis migratoria, la Cañada Real, la precariedad laboral «y tantas cuestiones sobre las que surge una indiferencia que amenaza. No podemos naturalizar el dolor de nuestros hermanos y acostumbrarnos a la injusticia».
Una semana para "reflexionar lo pastoral"
Durante estos días se ha realizado un análisis sociológico de la realidad a la luz del Evangelio de la mano de profesores y expertos conocedores de las distintas realidades sociales. Desde el IPS han recordado el objetivo de las jornadas desde su inicio en 1989, «con el deseo de seguir ofreciendo una reflexión teológico pastoral según el espíritu del Concilio Vaticano II y con la impronta del actual Papa Francisco». También esperan que las ponencias «supongan un aporte provocador a la reflexión pastoral, una comunicación desde las distintas realidades eclesiales, un conocimiento de las respuestas que se están dando en la Iglesia ante los diferentes ambientes de exclusión social».