Nuestra Señora de Madrid, la Virgen rescatada de una casa de citas

Principios del siglo XVI. Dos religiosos de la orden de San Juan de Dios que pasean por la calle San Jerónimo, descubrieron que en un burdel, la imagen de una Virgen robada en Toledo era utilizada para atraer clientela

Los hermanos la reclaman para colocarla en la capilla del hospital que van a construir, en Antón Martín. No saben cómo llamarla. Finalmente, escogen Nuestra Señora de Madrid, por el lugar en el que se encontró

Después de ir de un lugar a otro, actualmente se encuentra en la  capilla de San Vicente Ferrer, en la calle de Ibiza, 43. Su fiesta se celebra el 2 de Febrero, día de la Candelaria

Este 2025, la fiesta de Nuestra Señora de Madrid se adelantará del 2 de febrero al domingo 26 de enero porque el cardenal José Cobo, arzobispo de Madrid, visitará la parroquia para celebrar la Eucaristía de las 13:00 horas

Nuestra Señora de Madrid

(Archimadrid).- Madrid, principios del siglo XVI. Dos religiosos de la orden de San Juan de Dios pasean por las calles de la villa, adonde han llegado con la idea de levantar un hospital para pobres. De repente, al pasar por la calle San Jerónimo, oyen música proveniente de uno de los balcones. Alzan la mirada y ven  un muñeco que canta. Son cuatro palos envueltos en telas, con una cabeza y, a los lados, brazos articulados que sostienen una vihuela.

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En realidad, detrás del muñeco se esconde el verdadero cantante, dueño de una casa de citas, que lo utiliza para atraer clientela. Los religiosos se fijan en la cara. La conocen. Era la de  una Virgen que había sido robada en Toledo. Parece que el dueño del lupanar fue el ladrón.

Nuestra Senora de Madrid misa

Así las cosas, los hermanos de San Juan de Dios  reclaman la Virgen para colocarla en la capilla del hospital que van a construir, en Antón Martín. No saben cómo llamarla, si Virgen de los Pobres, Virgen de los Enfermos o Virgen de la Misericordia. Finalmente,  Nuestra Señora de Madrid, por el lugar en el que se encontró. La imagen pasó al Hospital General Provincial, actual Museo Reina Sofía, y de ahí a la capilla del hospital Gregorio Marañón, que hoy en día es la parroquia San Vicente Ferrer, en la calle Ibiza.

Hay otra versión acerca de esta imagen. Una de las meretrices del burdel le confiesa a un caballero muy principal de Madrid el origen del muñeco que canta. Este lo denuncia al corregidor Luis Caytán de Ayala, comendador de la Orden de Santiago, que manda a galeras al dueño del local y a la vez ladrón de la Virgen, y pide al Ayuntamiento que la declare patrona de la Villa, «y que la Villa le hiciese cada año la fiesta de la Candelaria».

Visita del cardenal Cobo

Y así, hasta nuestros días. Este 2025, la fiesta de Nuestra Señora de Madrid se adelantará del 2 de febrero al domingo 26 de enero porque el cardenal José Cobo, arzobispo de Madrid, visitará la parroquia para celebrar la Eucaristía de las 13:00 horas. Los feligreses, cuenta su párroco, José Luis Gurpegui, «están muy ilusionados y animados» ante este acontecimiento, que «es un gesto muy bonito del cardenal hacia la parroquia y hacia la Virgen».

Nuestra Senora de Madrid parroco

Una Virgen que en global es una «gran desconocida» en la ciudad, a pesar de haber sido patrona de Madrid y la única talla que en sus tiempos se sacaba en procesión. Sin embargo, «la gente de la parroquia la quiere muchísimo, le tienen mucho cariño y mucha simpatía». Tanta, que hace cuatro años decidieron poner un mosaico a las puertas del templo, que está iluminado incluso por la noche, para que la gente que pase por la calle pueda rezarle desde fuera. Y no solo oran los del barrio, también los que acuden al Gregorio Marañón. «Brotó en un hospital, y sigue cercana a él». De hecho, en la parte baja se ha representado a san Juan de Dios con enfermos.

En aquellos tiempos en los que Nuestra Señora de Madrid procesionaba por las calles para la Candelaria, se repartía, además, pan a los pobres. Este gesto se mantiene a día de hoy cuando, en la Misa de niños el día de la festividad de su patrona, se bendicen y reparten panecillos a los pequeños y sus familias. Ese día se hace una «gran fiesta y se le presenta nuestra vida y la de nuestras familias a la Virgen, y le pedimos que nos siga acompañando», añade el párroco, porque «fundamentalmente es una Virgen de familias».

No es el día de su fiesta el único en que la Virgen luce esplendorosa; también el resto del año, gracias al equipo de personas que cuidan de su ajuar. Nuestra Señora de Madrid lleva corona y rostrillo, y su cuerpo de madera maciza está policromado mediante la técnica del estofado. Todo es originario del siglo XVI. El Niño Jesús que porta a la altura de su vientre se añadió en el siglo XIX y en Cuaresma se sustituye por una corona de espinas.

«Es una Virgen de mantilla —añade Gupergui—, pero en los últimos años se le han ido haciendo mantos de diferentes colores para cada tiempo litúrgico». Para vestirla se necesita un andamio; la talla pesa en torno a los 300 kilos. Todo, para poner más guapa si cabe a «la más bonita de las Vírgenes de nuestro pueblo», tal y como recogían los cronistas de la época.

Nuestra Senora de Madrid ajuar

Parroquia en forma de paloma

La talla de Nuestra Señora de Madrid está colocada en lugar sobresaliente del templo, del que el párroco destaca varias singularidades. La primera, la vidriera de la fachada, que se ve en su máximo esplendor desde el presbiterio. Una paloma, el Espíritu Santo, rodeada de espigas y uvas, el pan y el vino, y cuyo corazón es la Eucaristía.

Pero además, la forma de la iglesia por fuera es de paloma, con lo que «la propia iglesia es el Espíritu Santo y su centro es el sagrario».

Asimismo,  dos esculturas de Juan de Ávalos se destacan junto a la Virgen: un Pantocrátor y un Crucificado, ambos con el vientre hacia adentro. «Es Jesús, que se vacía de sí mismo para acoger la voluntad del Padre».

Nuestra Senora de Madrid paloma

Etiquetas: Archidiócesis de Madrid, festividad, virgen