El obispo de Tenerife, Bernardo Álvarez, ha afirmado este viernes que pide en sus oraciones por las autoridades, por las fuerzas de seguridad y por todos los técnicos para que acierten en sus decisiones de modo que pronto se pueda controlar y apagar el incendio en la isla.
En un comunicado el prelado recuerda que el incendio comenzó el 15 de agosto por la noche, en las cumbres de Candelaria y Arafo, justamente al finalizar el día de la Patrona, la Virgen de Candelaria, y lamenta “este trágico suceso” que ya se ha extendido a nueve municipios “destruyendo nuestros montes”.
Además, muchas personas han tenido que ser evacuadas de sus casas y otras están confinados en sus domicilios a consecuencia del humo y para facilitar la operatividad de las personas que luchan contra el incendio, indica el obispo.
“Ante esta tremenda catástrofe pedimos a Dios que las personas que están trabajando de modo directo en la extinción de este incendio no sufran ningún daño y que sus esfuerzos sean eficaces, y pedimos por las personas que han sido evacuadas, para que el Señor les dé paciencia en estos momentos difíciles y que pronto puedan volver a sus hogares”, añade.
También pide que en toda la Diócesis se hagan oraciones y se ofrezca la Misa por estas intenciones “y para que podamos afrontar con fortaleza sus consecuencias”.
