El obispo de Zamora, Fernando Valera, recibe el alta tras superar el coronavirus que le ha mantenido en confinamiento domiciliario desde el pasado 2 de julio. A partir de hoy retomará sus funciones de manera progresiva.
Así las cosas, mañana estará presente en la reunión del nuevo equipo de gobierno en la Casa de la Iglesia y paulatinamente irá restableciendo su actividad pastoral.
Sin embargo, el contagio por coronavirus le ha impedido este fin de semana asistir a dos citas importantes. El sábado tuvo lugar la ordenación sacerdotal del diácono, Agustín Crespo, una celebración presidida por el obispo emérito de León, Julián López. Al día siguiente, el recién nombrado vicario general, César Salvador, fue el encargado de administrar el sacramento de la confirmación a un grupo de jóvenes.