"Estamos agotados de sacar barro y seguir viendo la iglesia destrozada" La iglesia más perjudicada por la DANA, en Picaña, dedicada a la Virgen de Montserrat: "Está destrozada"
“Los libros de bautismos, bodas y de decesos, empezados durante la Guerra Civil porque los anteriores fueron quemados, están embarrados”
"Le pedí que se marchara hacia su casa [en Quart de Poblet, a unos veinte minutos en coche] y lo hizo sin saber que, pocos minutos después de cruzar el puente por donde se había marchado, éste acabaría siendo destruido por el agua"
| Xavier Pete, Agencia Flama
El sacerdote que desde hace tres años es párroco de la parroquia Nuestra Señora de Montserrat de Picaña, Joaquín Civera, todavía no tiene palabras para describir lo que ha tenido que vivir estos últimos días. Primero fueron las riadas que le dejaron dos días sin poder salir del piso donde vive, junto al templo, y después han sido las jornadas sin descanso para desescombrar y para enterrar a las cinco víctimas mortales que, de momento, ha dejado el paso de la DANA por este municipio de cerca de 12.000 habitantes.
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"Estamos agotados de sacar barro y seguir viendo la iglesia destrozada", indican tanto este cura como Mari Luz Serer, encargada desde hace dos décadas de la contabilidad y una de las muchas caras, entre las de voluntarios y personas procedentes de toda España, que entran cada día para limpiar.
Precisamente fue la de Serer la última cara que vio este párroco cuando el barranco que atraviesa esta localidad "y que tenemos a pocos metros de la iglesia" se empezó a desbordar de una manera poco habitual: "Le pedí que se marchara hacia su casa [en Quart de Poblet, a unos veinte minutos en coche] y lo hizo sin saber que, pocos minutos después de cruzar el puente por donde se había marchado, éste acabaría siendo destruido por el agua", recuerda. La misma agua que rompió las puertas de la iglesia, se llevó algunos santos hacia la calle y sepultó sus bancos por la gran cantidad de sedimentos que transportaba.
"Los libros de bautismos, bodas y de decesos, los primeros de los cuales datan de 1936 porque los anteriores fueron quemados durante la Guerra Civil, están completamente embarrados y mojados, y tendremos que buscar un restaurador que nos ayude a salvarlos"
"Solo se salvó la Virgen de Montserrat —señala Mari Luz Serer— y los dos santos que la flanquean, San Pedro y San Pablo, en uno de los puntos más altos del templo". Por eso, tanto la iglesia como la primera planta de los locales parroquiales de su lado siguen protagonizando "una imagen que es más propia de una guerra", como apunta el presbítero, que ha dejado las instalaciones en un punto de máxima urgencia para poder ser recuperadas. "Los libros de bautismos, bodas y de decesos, los primeros de los cuales datan de 1936 porque los anteriores fueron quemados durante la Guerra Civil, están completamente embarrados y mojados, y tendremos que buscar un restaurador que nos ayude a salvarlos", lamenta Serer.
Pero la prioridad, en esta parroquia, es volver a la normalidad, aunque todavía sea imposible hacer un punto de distribución de alimentos para la población, como hacen otras iglesias vecinas. El primer paso para conseguirlo son las eucaristías que Civera celebra cada tarde "porque la Iglesia, sin embargo, debe dar esperanza a los fieles y decirles que Dios no les falla, ni ahora ni nunca", como afirma este sacerdote.
Los siguientes pasos, en cambio, serán más costosos, teniendo en cuenta las grandes inversiones que harán falta: "Debemos rehacer los locales parroquiales, construidos en 2009 y, hasta la DANA, unos espacios que eran admirados por todas las comunidades parroquiales de la comarca", añade Serer. El futuro, continua, "es incierto", y por eso toda ayuda es válida: "Venga de donde venga la aceptaremos, y si es desde la abadía de Montserrat representará una alegría para todos los fieles que cuidamos, también con el barro por las rodillas, su imagen", concluye.