El "halcón maltés", ¿al rescate en EEUU?
Los obispos habrían pedido que sea Scicluna quien realice la visitación apostólica por los abusos
El arzobispo de Malta consiguió fumigar la Iglesia chilena y, a la vez, ganar la confianza de los fieles
El Papa ha mostrado su "compunción" y su "decisión de luchar con valentía" contra la cultura de abusos y encubrimientos en la Iglesia estadounidense. Los obispos de aquel país han pedido al Vaticano que realice una visitación apostólica para reparar la confianza de los fieles, "dañada por estos pecados y fracasos pasados". Y ahora, Francisco podría satisfacer estas dos necesidades con una jugada maestra: la de mandar a EEUU al arzobispo de Malta, monseñor Charles Scicluna, el 'investigador estrella' del pontífice que tanto bien hizo en sus recientes visitas a Chile, país también azotado por escándalos de abusos entre el clero.
Que el obispo de Roma envíe a EEUU a Scicluna es ya, de hecho, más que una mera hipótesis. El vaticanista Rocco Palmo, cercano a la Iglesia de Filadelfia, la ciudad más grande de Pensilvania -estado donde se desató el último escándalo la semana pasada con la publicación del informe del gran jurado- ya lo da casi por hecho.
"Tras las conversaciones de crisis/plan de acción, dos operativos transmiten que el investigador de oro de Roma -Scicluna de Malta- es la elección de la USCCB [Conferencia Episcopal de los Estados Unidos] para liderar la visitación apostólica de la Iglesia estadounidense sobre cuestiones post-McCarrick", escribió Palmo en su cuenta de Twitter.
Y es que no cabe ninguna duda de que el Papa acertaría plenamente si finalmente decidiera mandar a EEUU a Scicluna, prelado que se ha cosechado cierta fama como "verdugo" de los curas pederastas y los obispos encubridores, primero como Promotor de Justicia o 'fiscal acusador' en los tribunales vaticanos encargados con la investigación de los abusos de curas de todo el mundo y después como el 'inquisidor especial' que Francisco mandó a Chile para depurar responsabilidades en el caso Barros-Karadima.
Cada vez más obispos, sacerdotes y fieles están advirtiendo al Papa de que, en cuanto a los abusos, "no basta con pedir perdón", como el arzobispo de Dublín, Diarmuid Martin, expresó en su homilía de este pasado domingo. Ahora, con la petición de los obispos de EEUU de que les mande a Scicluna, Francisco tiene la posibilidad de mostrar que va en serio.
El arzobispo de Malta consiguió fumigar la Iglesia chilena y, a la vez, ganar la confianza de los fieles
El Papa ha mostrado su "compunción" y su "decisión de luchar con valentía" contra la cultura de abusos y encubrimientos en la Iglesia estadounidense. Los obispos de aquel país han pedido al Vaticano que realice una visitación apostólica para reparar la confianza de los fieles, "dañada por estos pecados y fracasos pasados". Y ahora, Francisco podría satisfacer estas dos necesidades con una jugada maestra: la de mandar a EEUU al arzobispo de Malta, monseñor Charles Scicluna, el 'investigador estrella' del pontífice que tanto bien hizo en sus recientes visitas a Chile, país también azotado por escándalos de abusos entre el clero.
Que el obispo de Roma envíe a EEUU a Scicluna es ya, de hecho, más que una mera hipótesis. El vaticanista Rocco Palmo, cercano a la Iglesia de Filadelfia, la ciudad más grande de Pensilvania -estado donde se desató el último escándalo la semana pasada con la publicación del informe del gran jurado- ya lo da casi por hecho.
"Tras las conversaciones de crisis/plan de acción, dos operativos transmiten que el investigador de oro de Roma -Scicluna de Malta- es la elección de la USCCB [Conferencia Episcopal de los Estados Unidos] para liderar la visitación apostólica de la Iglesia estadounidense sobre cuestiones post-McCarrick", escribió Palmo en su cuenta de Twitter.
Y es que no cabe ninguna duda de que el Papa acertaría plenamente si finalmente decidiera mandar a EEUU a Scicluna, prelado que se ha cosechado cierta fama como "verdugo" de los curas pederastas y los obispos encubridores, primero como Promotor de Justicia o 'fiscal acusador' en los tribunales vaticanos encargados con la investigación de los abusos de curas de todo el mundo y después como el 'inquisidor especial' que Francisco mandó a Chile para depurar responsabilidades en el caso Barros-Karadima.
Cada vez más obispos, sacerdotes y fieles están advirtiendo al Papa de que, en cuanto a los abusos, "no basta con pedir perdón", como el arzobispo de Dublín, Diarmuid Martin, expresó en su homilía de este pasado domingo. Ahora, con la petición de los obispos de EEUU de que les mande a Scicluna, Francisco tiene la posibilidad de mostrar que va en serio.