Otra pista más de que la ordenación de hombres casados estará encima de la mesa sin ninguna duda en el Sínodo para la Amazonía este octubre. "Eso es de lo que trata", dijo a CruxFrancisco Taborda, profesor de teología en la Universidad de Belo Horizonte, Brasil. 

Taborda declaró a Crux que como "la Eucaristía es central en la vida cristiana", "es un problema muy grande" que haya poblaciones indígenas en áreas remotas donde solo se oficia Misa como mucho cuatro veces al año.

"Hay una escasez de sacerdotes", alertó el teólogo, autor de numerosos libros sobre los sacramentos, afirmando que la situación en las comunidades puede conducir "a un replanteamiento de cómo se podría hacer para que cada comunidad tenga la Eucaristía dominical".

"Al fin y al cabo, la solución puede ser ésta", precisó el jesuita acerca de la posibilidad de que se ordene a los llamados viri probati, hombres católicos casados y de probada madurez y rectitud en la fe.

Preguntado por los comentarios del Papa Francisco en el vuelo de regreso de Panamá -en los que reafirmó que el celibato clerical "es un don para la Iglesia", y que personalmente "no está de acuerdo" con hacerlo opcional- Taborda recordó que el pontífice también explicó que la posibilidad de curas casados "es algo que considerar cuando hay necesidad pastoral", siempre y cuando el pastor piense "en los fieles". Es decir, que la decisión de reintroducir los curas casados o no dependería de cada obispo.

Según el jesuita, que el Papa puso a las islas del Pacífico, y no a la Amazonía, como ejemplo de los "puestos lejanísimos" donde los curas casados pueden ser una opción pastoral viable fuera simplemente una muestra de su deseo de no interferir en los procesos del Sínodo. Si Francisco hubiera mencionado a la Amazonía, "los obispos del Sínodo hubieran podido sentirse menos libres al tomar una decisión", explicó Taborda.

¿Hostias de yuca?

Junto con la cuestión de ordenar o no a los viri probati, el jesuita piensa que hay otro asunto que estará encima de la mesa en el Sínodo que puede ser igual de polémico: el de cambiar oficialmente en las misas locales la materia de la Eucaristía. El problema es que, como explicó Taborda, el pan que normalmente se usa en las Misas latinas se desintegra durante la temporada de lluvias, debido a la intensa humedad.

"En la Amazonía, el pan se hace de yuca", apuntó el teólogo, señalando el cambio que, a su juicio, convendría hacer para las comunidades católicas locales. Un contraste con la tradición de la Iglesia que durante siglos ha insistido en que las hostias se hagan con trigo, y como tal una "cuestión muy compleja" que los obispos tendrán que abordar este octubre.