El arzobispo de Valencia pide un análisis “sosegado” en la apertura de curso del Observatorio de la UCV Benavent: “Resulta evidente que tenemos que acoger a los migrantes"
El Observatorio Socioeconómico y Político de la Universidad Católica de Valencia (UCV) ha celebrado la apertura del nuevo curso con una sesión plenaria que ha estado presidida por el arzobispo y gran canciller, Enrique Benavent. En el encuentro ha participado el vicerrector de Investigación, José María Tormos, y José Luis Sánchez, director del Observatorio y vicario de Cultura de la diócesis de Valencia
El arzobispo ha apuntado que “resulta evidente que tenemos que acoger a estas personas migrantes y no podemos permitir que cualesquiera personas, con independencia de su procedencia o estatus, perezcan en nuestras costas o sean víctimas de mafias o de la propia incomprensión de las sociedades de acogida; pero, por otro, también los propios ciudadanos de los países que los reciben pueden ser víctimas, de otro modo, de la imprevisión”
(UCV).- El Observatorio Socioeconómico y Político de la Universidad Católica de Valencia (UCV) ha celebrado la apertura del nuevo curso con una sesión plenaria que ha estado presidida por el arzobispo y gran canciller, Enrique Benavent. En el encuentro ha participado el vicerrector de Investigación, José María Tormos, y José Luis Sánchez, director del Observatorio y vicario de Cultura de la diócesis de Valencia.
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En su intervención, Benavent se ha referido al problema de la inmigración y ha asegurado que es “una cuestión social compleja, donde caben muchas perspectivas y enfoques posibles y que es delicada porque suscita sentimientos encontrados y posturas encendidas que polarizan la vida social”. Por ello, “hace falta un análisis riguroso y sosegado de este fenómeno para ver todas sus dimensiones y sus hondas implicaciones para todas las personas que se ven afectadas, sean migrantes o ciudadanos de los países de acogida”, ha apuntado.
Así, el arzobispo ha apuntado que “resulta evidente que tenemos que acoger a estas personas migrantes y no podemos permitir que cualesquiera personas, con independencia de su procedencia o estatus, perezcan en nuestras costas o sean víctimas de mafias o de la propia incomprensión de las sociedades de acogida; pero, por otro, también los propios ciudadanos de los países que los reciben pueden ser víctimas, de otro modo, de la imprevisión”.
Por ello, ha apelado a “analizar seriamente la problemática de la inmigración y ver posibles cauces que preserven la dignidad de todas las personas, migrantes y las que los acogen, para que prevalezca una convivencia pacífica donde puedan sentirse integrados”.
En este punto, Benavent ha destacado la necesidad de “llevar a cabo una reflexión sobre las causas y las posibles soluciones a este problema”, como la que realiza el Observatorio Socioeconómico y Político de la UCV.
El arzobispo también ha abordado la ideología de género y la presión que desde determinadas instancias políticas se ejerce sobre la educación a propósito de esta cuestión, y ha lanzado la cuestión de si “debe ser la política la que modele la concepción antropológica que se enseña a los estudiantes en los colegios y las universidades o si deben imperar otros ámbitos del conocimiento con fundamentos más sólidos como la biología, la antropología, las ciencias sociales, morales”.
Otro de los temas que ha tratado el arzobispo de Valencia en su alocución es la dignidad infinita de la persona: “Si la persona es digna en sí misma, la vida humana debe ser preservada en toda circunstancia. La vulnerabilidad, al inicio o al fin de la vida, en el nacimiento, la ancianidad o en la enfermedad, no pueden ser un motivo suficiente para replantearse ese estatus que nos merece toda vida humana”, ha afirmado.
"La universidad no debe amoldarse a la sociedad"
Por su parte, el vicerrector de investigación de la UCV, José María Tormos, ha agradecido a los consejeros reunidos en el plenario el servicio que desinteresadamente prestan a la sociedad a través de este observatorio de la UCV: “La universidad no debe amoldarse a la sociedad, sino transformarla, puesto que está llamada a ser sal y levadura de la sociedad”.
Para José Luis Sánchez, director del Observatorio, “ya desde su fundación en 2015 se vio la necesidad de crear un centro de prospectiva al servicio de la verdad, que ofreciera un cauce para un análisis riguroso de las cuestiones económicas, sociales y políticas que afectaban a la vida social de la Comunidad Valenciana, de la nación española o incluso del mundo”.
Para el presente curso, Sánchez ha adelantado que el tema propuesto para considerar va a ser el de la realidad social de la Iglesia católica en España, que reúne a más de ocho millones de fieles que asisten a misa regularmente, más de tres millones de alumnos inscritos en clases de religión, más de un millón y medio de alumnos de colegios católicos, con cerca de 23.000 parroquias y casi 16.000 sacerdotes, 33.000 religiosos, 8.000 monjes y monjas de clausura y cerca de 5.000 comunidades religiosas.
Sánchez también ha recordado la labor asistencial de la Iglesia, que cuenta con 59 hospitales, casi 5.300 centros de Cáritas dispersos por toda la geografía española, casi 900 casas de acogida de ancianos, enfermos terminales y personas con discapacidad, más de 800 capellanes en hospitales y centros sanitarios y hasta 158 capellanes que prestan servicio a las personas privadas de libertad en los centros penitenciarios.
En la jornada, celebrada en el Salón Gótico del Arzobispado de Valencia, ha participado una amplia representación de académicos, economistas, juristas, artistas, médicos, docentes, responsables de la función pública, empresarios, y representantes de ONGs, entre otros.
