Será la primera ley que apruebe este Gobierno. La reforma educativa, que derogará la Ley Wert, fue presentada ayer por la ministra de Educación, Isabel Celáa. Se llamará Lomloe, y en muchos aspectos es una vuelta a la LOE aprobada en 2006, con una materia muy similar a Educación para la Ciudadanía, y el compromiso de dejar la asignatura de Religión sin alternativa.
Así, Celaá ha anunciado una nueva asignatura de Valores Cívicos y Éticos, obligatoria y computable, en la que muchos ven la recuperación de Educación para la Ciudadanía, así como que la Religión dejará de ser evaluable y computable, y aunque seguirá ofertándose de manera obligatoria, no contará con una alternativa para quienes no opten por ella.
Respecto a la concertada, la ministra ha pedido "contar también con un importante sector de la concertada que comparte el compromiso con la función social de la educación", pero no ha escondido que "la educación pública es el eje vertebrador del sistema educativo".
En este sentido, Celaá ha defendido la necesidad de que la educación no se convierta "en un terreno para la lucha partidista". Y en este discurso de conciliación, la ministra ha llamado a la "responsabilidad" de consolidar en el país "una enseñanza pública de calidad como garantía del derecho a la educación y elemento vertebrador de una sociedad justa y solidaria".
"En esta tarea -ha añadido- podemos contar también con un importante sector de la escuela concertada que comparte el compromiso con la función social de la educación", ha apuntado.