Teóloga organizadora del curso 'Las mujeres en la Iglesia' María del Pilar Silveira: "En la Iglesia, la reforma de mentalidades tiene que traducirse en reformas estructurales"
El curso, de modalidad online, se ofrece gratuitamente a través de la Escuela de Teología y Ministerio del Boston College, en colaboración con Universidades Pontificias e instituciones Jesuitas y otras, como asociaciones de teólogas a nivel mundial
Las profesoras son distintas doctoras en Teología de universidades pontificias española, argentina, chilena, colombiana y uruguaya
"Conoceremos los desafíos que se presentaron a las mujeres que participaron en el Concilio Vaticano II"
"El desafío es reformar las estructuras para que sea una iglesia servidora, con estructuras más flexibles que reflejen el espíritu evangélico de fraternidad e igualdad para construir el reino junto con los hombres"
"Conoceremos los desafíos que se presentaron a las mujeres que participaron en el Concilio Vaticano II"
"El desafío es reformar las estructuras para que sea una iglesia servidora, con estructuras más flexibles que reflejen el espíritu evangélico de fraternidad e igualdad para construir el reino junto con los hombres"
La teóloga María del Pilar Silveira dialoga con RD para presentar el curso online 'Las mujeres en la Iglesia', organizado por el Boston College y cuyo plazo de inscripción permanecerá abierto hasta septiembre. Doctora en Teología, la profesora afirma que el tema mujer-Iglesia "no se simplifica con la respuesta afirmativa al sacerdocio femenino, porque la solución no es sólo ocupar puestos que permitan la toma de decisiones" sino una sinodalidad real, en una Iglesia que deje de estar organizada sólo por hombres.
¿Cuáles son los objetivos del curso?
El curso de Las Mujeres en la Iglesia, surge en el contexto de esta nueva etapa en la recepción del Concilio Vaticano II, que estamos viviendo con el Pontificado del Papa Francisco. La misma ha traído la necesidad de una reforma eclesial, a partir de un modelo de iglesia sinodal. Esta reforma representa un reto para nosotras las mujeres porque nos invita a reflexionar en función de nuestra participación en la Iglesia, y de nuestra incorporación en los distintos ministerios y servicios que la Institución ha de pensar y poner en acción. Con este curso, queremos aportar a este proceso de reforma de las mentalidades que hoy pide traducirse en reformas estructurales de la Iglesia, como ha insistido el Papa Francisco. El mismo se ofrece a través de la Escuela de Teología y Ministerio del Boston College, en colaboración con Universidades Pontificias e instituciones Jesuitas y otras, como asociaciones de teólogas a nivel mundial.
¿A quiénes va dirigido?
El curso está dirigido a todas las personas que quieran contribuir a la reflexión y el discernimiento de la presencia de las mujeres en la vida y en la misión de la Iglesia hoy. No se pide ningún certificado de estudios previos. Será ofrecido en español y es completamente gratuito. Cada persona que se inscriba en el curso, debe contar con acceso personal a una conexión de internet que le permita ingresar al sistema por lo menos una vez por semana para ver las videos-clases que estarán disponibles en la plataforma web. Como es un curso online, cada participante puede acceder al contenido del mismo en cualquier horario porque la información permanecerá allí durante el desarrollo del curso. No requiere conectarse a una determinada hora, sino que cada persona puede organizar su agenda para leer los materiales que se ofrecen, ver los videos y compartir sus comentarios en el foro semanal.
El curso aborda la Biblia y el Magisterio a través de una hermenéutica feminista
¿Qué destacaría del temario?
Ofreceremos distintas perspectivas teológicas y pastorales sobre la presencia y participación de las mujeres en la Iglesia y en la sociedad a la luz de la Revelación Bíblica y el Magisterio, en diálogo con el tiempo presente. Presentaremos una introducción histórica y teológica a la temática. Abordaremos el tema de las mujeres y ministerios en las primeras comunidades desde una hermenéutica feminista. También presentaremos una aproximación a la cristología narrativa, siguiendo al Jesús de los evangelios, pero descubriendo otra manera de percibirlo en su relación con las mujeres como interlocutoras y compañeras de misión. Reconoceremos los desafíos teológicos y pastorales planteados a las mujeres que participaron en el Concilio Vaticano II para, finalmente, reflexionar sobre los desafíos que se nos presentan hoy en la construcción de una Iglesia inclusiva y solidaria en la que todas y todos seamos protagonistas desde distintos espacios de participación e interacción.
¿Quiénes son las profesoras?
Somos siete profesoras Doctoras en teología de distintas Universidades Pontificas, de América Latina y Europa. En este pequeño grupo Iberoamericano contamos con profesoras de diversas nacionalidades: españolas, argentina, chilena, colombiana y uruguaya. A mí se me ha pedido la coordinación del curso y junto a la Dra. Virginia Azcuy, profesora de la Universidad Católica de Argentina y de la Pontificia Universidad Católica de Chile, abordaremos los temas de la semana introductoria. Los mismos están relacionados con la situación de las mujeres en el contexto social y eclesial de los siglos XX y XXI.
En la primera semana, contaremos con la Dra. Maria Elisa Estévez López, profesora de la Pontificia Universidad Comillas (España), que presentará el tema de las Mujeres y ministerios en las primeras comunidades. En la segunda semana, la Dra. Olga Consuelo Vélez Caro, profesora de la Pontificia Universidad Javeriana (Colombia), nos hablará sobre Cristología y mujer. En la tercera semana, contaremos con la presencia de las Doctoras Carmen Márquez Beunza profesora de la Pontificia Universidad Comillas y Sandra Arenas profesora de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Ellas presentarán el tema de Las mujeres en el Concilio Vaticano II. Y en la cuarta y última semana, la Dra. Silvia Martínez Cano, profesora de la Pontificia Universidad Comillas y miembro de la Asociación de teólogas españolas, hablará sobre los Desafíos eclesiológicos y pastorales para una Iglesia sinodal.
¿Cuánto tiempo dura y cómo se evalúa?
El curso tiene una duración de cinco (5) semanas divididas en una (1) semana introductoria y cuatro (4) de clases. Se requiere la publicación de dos posts semanales en la plataforma virtual para obtener un Certificado de Participación.
¿Algún título o reconocimiento oficial, una vez finalizado con éxito el curso?
Para las personas que hayan publicado dos posts semanales en la plataforma virtual, único requisito que se pide, obtendrán un Certificado de Participación avalado por el Programa de Formación Continua de la Escuela de Teología y Ministerio del Boston College, y por otras Instituciones académicas que patrocinan este curso.
¿Cómo están yendo las matriculaciones?
Estamos muy satisfechos porque hasta el momento contamos con 2.400 personas inscritas y esperamos que se sigan inscribiendo ya que el plazo culmina el 4 de septiembre. Dejo aquí el link para información y para inscribirse si aún no lo ha hecho.
El tema está de moda, sin duda.
Es un tema que está presente en la sociedad y en la iglesia desde sus inicios ya que en los Evangelios se habla sobre la presencia de las mujeres junto a Jesús como sus discípulas. Por haber permanecido tanto tiempo silenciadas o al margen de la sociedad, ocupadas en tareas domésticas, es un tema que nos mantiene activas buscando nuevas maneras de ser y de actuar en la sociedad y en la iglesia desde nuestra propia identidad. La salida del espacio privado al público abrió nuevas posibilidades y relaciones saliendo del espacio del hogar doméstico y ocupando diversos puestos que antes solo los ocupaban los hombres. Por ejemplo hizo que el ambiente de la oficina fuera el lugar de trabajo para muchas mujeres. Hoy, con las nuevas tecnologías, muchas mujeres tienen su oficina en su casa, esto no quiere decir que han retrocedido al espacio doméstico, ya que su trabajo las conecta online con distintos países y continentes. Entonces, la misma realidad hace que el tema de las mujeres sea un tema siempre actual, que no pasa de moda porque estamos viviendo ese proceso en los diferentes países y en las diferentes culturas de maneras creativas y dinámicas.
Es obvio que se está ampliando el espacio de la mujer en la sociedad. En cambio, parece que está costando más conseguir esa ampliación del espacio femenino en la Iglesia.
Si, el mismo Papa Francisco dice en el Exhortación Evangelii Gaudium número 103 que “todavía es necesario ampliar los espacios para una presencia femenina más incisiva en la Iglesia”. En medio de este proceso de reforma eclesial, hacia una iglesia sinodal, el tema que nos interpela es cómo tendría que ser esa participación en la Iglesia desde los lugares de toma de decisiones, y desde nuestra identidad femenina, qué nuevos lugares podemos ocupar en el servicio ministerial. El tema no se simplifica con la respuesta afirmativa al sacerdocio femenino, porque la solución no es solo ocupar puestos que permitan la toma de decisiones. El desafío es reformar las estructuras para que sea una iglesia servidora, con estructuras más flexibles que reflejen el espíritu evangélico de fraternidad e igualdad para construir el reino junto con los hombres.
¿Para cuándo el sueño de una Iglesia realmente inclusiva?
Ese es el sueño y para que se haga realidad, los cambios provienen de cada uno de nosotros, desde nuestras iglesias particulares, desde las parroquias donde vivimos y compartimos nuestra fe, allí vamos haciendo realidad y recreando a la luz del Evangelio esta Iglesia inclusiva que hoy tiene nuestros rostros. Somos nosotros, personas de diversas culturas, razas y sexos, los que la hacemos posible con nuestras riquezas, dones y desde nuestra fragilidad, sosteniéndonos en este caminar juntos. Nos mueve la fe y el amor a Jesús, que nos hermana y abre a la esperanza de hacer de este mundo, un mundo mas humanizado cuidando nuestra casa común.
El Papa Francisco está dando pasos en esa dirección, aunque algunos consideran que son demasiado tímidos. ¿Y usted?
Pienso que el Papa ha ido respondiendo a las situaciones que le ha tocado vivir con responsabilidad, desde lo que él como obispo de Roma puede hacer. Recientemente ha nombrado a 7 mujeres para formar parte del dicasterio de la vida religiosa, son pequeños pasos, sabiendo que las grandes reformas se hacen de a poco. Es complejo cambiar una estructura con una gran tradición histórica, organizada sólo con hombres que toman las decisiones, para que se aggiorne al momento presente.
Francisco se ha ocupado de generar procesos, de escucha y de toma de decisiones consensuadas según el Espíritu. Discernir qué es lo que hay que hacer en cada momento histórico, no es tarea fácil, y el Papa no ha querido actuar digamos “desde arriba” sino junto con sus colegio de cardenales y obispos que representan a las iglesias particulares. Desde la estructura eclesial actual jerárquica, el Papa ha insistido en la conversión pastoral y en la centralidad en el Evangelio, para que se viva el ministerio como servicio a Dios y a los demás. Ha empezado combatiendo el clericalismo que es una de las causas del machismo en la iglesia que ha generado situaciones de abusos sexuales, psicológicos y servilismo hacia las mujeres dentro de la estructura eclesial. Estos temas los está asumiendo y abordando con comisiones en las que participan mujeres.
Se ha referido al papel de la mujer en la Iglesia, diciendo que no es feminismo, es ¡derecho! Es un derecho de bautizada con los carismas y los dones que el Espíritu ha dado. A las teólogas nos ha invitado a elaborar una profunda teología de la mujer, valorando el genio femenino. Sobre el sacerdocio femenino ha mantenido la posición de sus predecesores. Con el objetivo de caminar hacia una iglesia sinodal, nos invita a una conversión relacional, inclusiva y fraterna, para que en odres nuevos, haya vinos nuevos.