Nuevo éxito de los IV jueves de RD, dedicados a "La Educación del futuro" Óscar Pérez Sayago: “La tecnología no es la que cambiará la vida de un niño, sino un buen maestro”
Desde Edelvives, Arturo Cavanna reconoció que "la tecnología es una herramienta impresionante para poder ayudar", pero que "gran parte del peso de la escuela es un hecho presencial" que se ha visto abruptamente anulado por las cuarentenas
Antonieta García manifestó que "ponerse en los zapatos de los maestros es muy duro", y tal vez la emergencia haya servido para que los padres se aproximen a los problemas que asumen los educadores de sus hijos
Juan Pedro Castellano, cuya fundación está ayudando a las familias en dificultad de esta crisis del coronavirus, apuntó, como propuesta esencial, la lucha por los Objetivos de Desarrollo Sostenible desde los centros educativos
Un nuevo éxito, con más de dos mil participantes on line. Sigue aquí todos los Jueves de RD
Juan Pedro Castellano, cuya fundación está ayudando a las familias en dificultad de esta crisis del coronavirus, apuntó, como propuesta esencial, la lucha por los Objetivos de Desarrollo Sostenible desde los centros educativos
Un nuevo éxito, con más de dos mil participantes on line. Sigue aquí todos los Jueves de RD
“A nivel económico el desastre va a ser mayúsculo”, como dijo Juan Pedro Castellano, director de la Fundación Edelvives. De ahí la urgencia de reunir, en los IV jueves de Religión Digital, a profesionales del mundo educativo para visibilizar las problemáticas, retos y el futuro de la enseñanza en un mundo en crisis.
Reunidos los representantes del Grupo Edelvives, Castellano y Arturo Cavanna (director de desarrollo tecnológico y digital) con la hermana Antonieta García Carrizales, presidenta del Consorcio de Centros Educativos Católicos del Perú y Óscar Pérez Sayago, secretario general de la Confederación Interamericana de Educación Católica (CIEC), el webinar fue posible gracias a la realización técnica de Católicos en red y el apoyo de Instituciones Religiosas del Banco Sabadell.Un nuevo éxito, con más de dos mil participantes on line.
Organización que trabaja en 23 países de América, la CIEC ha sido testigo en estos meses de pandemia de cómo la covid ha obligado a asumir la educación en línea, a pesar de la angustiosa brecha digital que existe en muchas naciones de América Latina, como afirmó Pérez Sayago. Que, a su vez, recordó que en los casos en los que los alumnos sí cuentan con un buen acceso a internet, lo que aun así no tienen son las destrezas adecuadas para realizar un aprendizaje significativo a través de la utilización de las TICs. “Manejan redes sociales”, pero siguen necesitando pautas, consideró.
Igualmente, desde Edelvives ArturoCavanna reconoció que “la tecnología es una herramienta impresionante para poder ayudar”, pero que “gran parte del peso de la escuela es un hecho presencial” que se ha visto abruptamente anulado por las cuarentenas impuestas por cada país. “Por supuesto que hay que reaccionar al corto plazo”, continuó Castellano, pero sin “perder nunca de vista cuál es la misión: acompañar a los niños en sus procesos de aprendizaje”. Por su parte, la hermana García, explicando que “en el Perú la virtualidad es muy baja”, contó que en sus colegios han tenido que prestar portátiles y libros para que la enseñanza continúe en casa, pero que las tecnologías por ejemplo “no llegan a las zonas nativas, indígenas”.
Moderando desde Madrid, el redactor jefe de Religión Digital, Jesús Bastante, llamó la atención sobre la evaluación en la distancia: cómo evidenciar un trabajo que los alumnos han realizado detrás de la pantalla. Obligando a calificar los resultados de los estudiantes, los profesores se ven negativamente forzados a traducir los esfuerzos que han supervisado “en un número final, y para nada debería ser así”, expresó Cavanna. Coincidiendo con él, Óscar Pérez Sayago apuntó la necesidad de “repensar las pedagogías” por entero y García manifestó que “ponerse en los zapatos de los maestros es muy duro”, y tal vez la cuarentena haya servido para que los padres se aproximen a los problemas que asumen los educadores de sus hijos. Yendo más allá, Castellano opinó que en este proceso de educación en medio de la emergencia también muchos profesores han sufrido desmotivación, y que por ello “deberíamos evaluarnos todos”.
La salud 'socio-emocional' de los alumnos, la lucha de la escuela sin paredes
“Todo el año escolar va a ser telemático”, dijo la hermana Antonieta García refiriéndose a Perú, y subrayando la fuerza con la que vamos a seguir necesitando la escuela sin paredes que ofrecen las nuevas tecnologías. Sin embargo, “la tecnología no es la que cambiará la vida de un niño, sino un buen maestro”, como apuntó su compañero, Óscar Pérez Sayago.
Todos los participantes del encuentro afirmaron que, aunque haya que renunciar a lo demás, en la educación pos-covid los valores humanos serán incuestionables. Empezando, dijo Pérez Sayago, por la “salud socio-emocional” de estudiantes que habrán pasado por traumas (pérdida de seres queridos, desempleo de sus padres…) “que hacen difícil el aprendizaje”.
Juan Pedro Castellano, cuya fundación está ayudando a las familias en dificultad de esta crisis del coronavirus, apuntó, como propuesta esencial, la lucha por los Objetivos de Desarrollo Sostenible desde los centros educativos. “Buscar un plan integral para que la educación vaya desarrollando hábitos ecológicos”, le secundó la hermana García. De la misma manera, Pérez Sayago insistió en el “pacto con la tierra” pero destacó, al mismo tiempo, la necesidad de los cuidados humanos. “Una de las herramientas para que el cerebro logre la felicidad es la relación con los otros”, aseguró.
Sobre los profesores, por último, la reunión resaltó la importancia de seguir formándoles. En competencias para desenvolverse en la modalidad online, pero también como líderes próximos, que experimenten los valores cristianos para que, como dijo Pérez Sayago, “esa humanidad enriquezca a los demás”. Desde Madrid, por su lado, Castellano llamó a terminar con “la poquísima fe en el colectivo” y empezar a valorarlo. Defendiendo, como apuntó Cavanna, que la educación y la sanidad dejen de ser “las tareas más precarias”.
Sigue aquí toda la conversación: