El director del Católicos y Vida Pública acusa al PSOE de arrogarse unas competencias que no le corresponden Rafael Sánchez Saus: "El Gobierno de Pedro Sánchez quiere restringir la libertad de educación"
"La sociedad debería, si no movilizarse, sí ser consciente de que la intromisión del Estado en los centros concertados limita la libertad"
Sobre la polémica invitación al cardenal Sarah: "Estoy poco 'puesto' en polémicas eclesiales. Sólo sé de la penetración espiritual de los escritos del cardenal. Él me dijo 'Yo no soy un experto en educación'. A mí me interesa una personalidad que nos diera una dimensión espiritual"
'Libertad para educar, libertad para elegir' lema del 21 Congreso Católicos y Vida Pública, que se celebrará en Madrid entre el 15 y el 17 de noviembre
'Libertad para educar, libertad para elegir' lema del 21 Congreso Católicos y Vida Pública, que se celebrará en Madrid entre el 15 y el 17 de noviembre
Han cambiado muchas cosas en la ACdP desde que, hace unos meses, fue elegido presidente Alfonso Bullón de Mendoza, sustituyendo a Carlos Romero Caramelo. Una de ellas, y no baladí, fue la elección de Rafael Sánchez Saus como director del Congreso Católicos y Vida Pública, que este mes de noviembre celebra su 21 edición con un lema concreto, y 'al ataque': 'Libertad para educar, libertad para elegir'.
Y es que, como subraya en una entrevista con RD el propio Saus, "el Gobierno de Pedro Sánchez quiere restringir a la enseñanza concertada y a la libertad de educación". Este profesor, que acusa al PSOE de arrogarse "competencias" en educación que competen a la familia, lamenta que la sociedad "esté desmovilizada" y no se interese por uno de los bienes más preciados del presente y el futuro de una sociedad: la educación.
¿Cómo ha sido su entrada a las 'tripas' del Católicos y Vida Pública?
Llevo más de 15 años en la ACdP. En un momento, incluso, fue rector en el CEU, así que conozco bien la casa. Sí he vivido un redescubrimiento, en forma del legado de los 20 congresos anteriores. Un equipo pequeño que trabaja bien, y que es auxiliado por todo el personal del CEU. El resultado ha sido satisfactorio.
¿Habrá variaciones en el estilo del Congreso?
Muchas o pocas, no sé, pero sí las hay. Lo primero, vamos a volver a Madrid, y a tres días. Intentaremos hacer un congreso más participativos, no sólo con conferencias y mesas redondas, sino apostando por los talleres, para hacer protagonistas a los participantes. Es un cambio metodológico que responde a que los congresos deben ser congresos, y no un ciclo e conferencias. También habrá un comunicado final, que queremos dar vido y promover entre los grupos políticos. Queremos que tenga una proyección política.
El tema, sobre la libertad de educación, es muy 'político'. Y justo después de las elecciones generales...
El Congreso se ha hecho eco de una decisión de la ACdP, como tema del año. Nosotros no sabíamos que no iba a haber Gobierno y que iríamos de nuevo a elecciones. Y es que una de las primeras medidas del Gobierno de Pedro Sánchez se empiezan a percibir movimientos para restringir a la enseñanza de la concertada y a la libertad de educación. Y, ante esto, vemos indiferencia en buena parte de la sociedad actual. Falta concienciación del derecho a la educación, que no es del Estado, sino de la sociedad. Hoy nos encontramos con que el PSOE, con que el Estado, se arroga competencias que no son suyas.
La sociedad, ¿debe movilizarse y no lo hace?
La sociedad debería, si no movilizarse, sí ser consciente de que es un derecho que le corresponde, y que la intromisión del Estado en los centros limita la libertad. Hay distintas sensibilidades sobre lo que se puede hacer. Nosotros no hemos establecido este congreso en función de las circunstancias políticas, pero están ahí.
Este jueves, el cardenal Sarah, al que algunos consideran uno de los enemigos del Papa Francisco en la Curia, pronunciará la conferencia de presentación del congreso. ¿Por qué Sarah, que no es un experto en educación, y no, por ejemplo, el prefecto Versaldi?
Esa es la misma pregunta que me hizo el cardenal Sarah cuando se lo propuse. "Yo no soy experto en educación". Y yo le respondí la verdad. A nosotros, en concreto, a mí, me interesa una personalidad que nos diera una dimensión espiritual en la educación. En el congreso hablamos de muchas cosas, pero el elemento espiritual no puede estar ausente. Jesús, como un maestro, y sus seguidores como sus discípulos. Estoy muy poco puesto en las polémicas eclesiales. Sólo sé de la penetración espiritual de los escritos del cardenal Sarah. Esta es la razón para la invitación.