El director de la BAC, Jesús Pulido, nuevo obispo de Coria-Cáceres Roma desactiva las pretensiones de colocar a Munilla en un arzobispado: este mediodía será nombrado obispo de Orihuela-Alicante
La decisión de Orihuela-Alicante -diócesis mayor que San Sebastián, pero mucho menos inflluyente a nivel político o eclesial- significa, entre otras cosas, 'desactivar' la opción Munilla para destinos mucho más apetecibles para el prelado (y para el sector que lo apoya): Pamplona-Tudela, Santiago, Valladolid... o Valencia
Hoy por hoy, ni Munilla ni Sanz (cuyas opciones para llegar a Madrid, vía Arzobispado castrense, fueron apagadas de inmediato) cuentan con las bendiciones de Roma
Parece que, en estos nuevos tiempos, los nombramientos polémicos en el episcopado español van de dos en dos. Ya sucedió hace unas semanas con la dupla Aznárez-Retana para el castrense y Salamanca (-) Ciudad Rodrigo. Este mediodía, habrá nuevo obispo de Coria-Cáceres, Jesús Pulido, actual director de la BAC. Pero el 'premio gordo', tal y como han confirmado a RD fuentes oficiales, será el nombramiento de José Ignacio Munilla como obispo... de Orihuela-Alicante.
Un nombramiento, del que ya nos hicimos eco en mayo, y que por fin ve la luz. Tras una década en San Sebastián, Munilla abandona Euskadi. Una salida consensuada, después de que el prelado, al fin, tomara conciencia de su condición de 'obispo malquerido' en su tierra, y de que Roma no iba a permitir que -al menos mientras dure este pontificado- Munilla accediera a un Arzobispado. De hecho, por el momento no habrá designación de sucesor para San Sebastián.
La decisión de Orihuela-Alicante -diócesis mayor que San Sebastián, pero mucho menos inflluyente a nivel político o eclesial- significa, entre otras cosas, 'desactivar' la opción Munilla para destinos mucho más apetecibles para el prelado (y para el sector que lo apoya): Pamplona-Tudela, Santiago, Valladolid... o Valencia.
Munilla ya ha convocado para mañana tanto al consejo episcopal como al colegio de consultores para adelantarles una noticia muy esperada entre el clero y la feligresía, y que muestra a las claras que, pese a lo que se quiera vestir, hay "distintas facciones" en el episcopado español. Y, hoy por hoy, ni Munilla ni Sanz (cuyas opciones para llegar a Madrid, vía Arzobispado castrense, fueron apagadas de inmediato) cuentan con las bendiciones de Roma.
Con la 'finezza' que caracteriza este tipo de decisiones, el Vaticano designa otro obispo, en esta ocasión para Coria-Cáceres, en la figura del sacerdote de los operarios diocesanos Jesús Pulido. El clérigo toledano, muy apreciado en la Conferencia Episcopal, es el actual director de la Biblioteca de Autores Cristianos. Y va a una diócesis que esperaba desde hace tiempo pastor. Llegará sin demasiados problemas, sin hacer ruido.
Para eso ya está monseñor Munilla. Que deja una herencia oscura en Donostia, y recoge un regalo envenenado en Orihuela-Alicante, con un Jesús Murgui, azotado por sucesivos problemas:con las monjas de la Santa Faz, su vacunación irregular, el negacionismo de su ya ex ecónomo y, sobre todo, el escándalo financiero que asuela la diócesis. Veremos cómo es recibido un prelado que hace diez años se apuntaba como un líder nato y que, hoy, con la llegada de Bergoglio, ha quedado descolocado.
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