Este domingo, previsiblemente, tendremos consistorio de cardenales, el décimo en los once años y medio de pontificado de Francisco. El Papa anunciará el nombre de los nuevos purpurados antes de emprender su viaje a Asia, y antes de arrancar un final de año intenso, con otro viaje a Bélgica y Luxemburgo, la incógnita de si acabará volando a Argentina (¿con escala, o viaje propio, a Canarias, la última frontera de la migración europea que le queda por visitar?), el Sínodo y la apertura del Jubileo de 2025. Más alguna sorpresa.

Y, como siempre que ha habido consistorios en este pontificado, todo parece indicar que habrá algún español entre los elegidos. Dejando a un lado la posibilidad de algún emérito, a día de hoy los rumores (los nombres de los elegidos solo los conoce, a día de hoy, el pontífice) apuntan a tres nombres: José Ángel Saiz Meneses, José Mazuelos y David Martínez de Aguirre.

El primero, arzobispo de Sevilla, que esta misma semana volvió a visitar a Francisco en Roma, en un asiduo de Casa Santa Marta. Probablemente, uno de los prelados más cercanos al Papa entre los españoles, quitando a Cobo, Omella o Satué (el nombramiento de éste sí que sería una sorpresa mayúscula, aunque no tanto por la confianza del Papa, sino por las repercusiones que podría tener en algunos ambientes, una tarta que Bergoglio no parece dispuesto a abrir del todo), y sin lugar a dudas uno de los que más veces habla con el Papa en la actualidad. El congreso de Hermandades y Cofradías (el Papa está vivamente impresionado de la potencia de la Semana Santa sevillana, más allá de los días santos) y el empeño de Sáiz Meneses por llevar al Cachorro a Roma para el Jubileo obran a su favor. Que se nombre a un arzobispo en ejercicio y no a Luis Argüello, presidente de la CEE, y a quien muchos apuntan como posible purpurado, en su contra.

El segundo nombre que ha comenzado a circular sería una absoluta sorpresa, pues se trata, ni más ni menos, que del obispo de Canarias, José Mazuelos. Un nombramiento que, de darse, supondría el espaldarazo definitivo para una visita del Papa a las islas, aunque no son pocos los que apuntan que, ideológicamente, el prelado-médico estaría casi en las antípodas del pensamiento de Bergoglio.

Finalmente, el obispo de Puerto Maldonado, el dominico David Martínez de Aguirre, supondría un nuevo guiño a la vida religiosa española y, de paso, un espaldarazo a los trabajos que se están haciendo desde la Amazonía. Auténtico banco de pruebas para la Iglesia católica del futuro.

La respuesta, como siempre, este domingo... si es que finalmente el Papa saca el papelito del bolsillo y lee, al final del Angelus, el nombre de los nuevos cardenales.