Dos meses de la "primavera" de Francisco

Hace justo dos meses, el Espíritu sopló. Y salió Bergoglio. A las ocho de la tarde, después del anuncio del protodiácono Tauran, apareció en el balcón de las bendiciones el nuevo Obispo de Roma. Sin atributos ni oropeles, inclinándose ante el pueblo, pidiendo su bendición. Dos meses de la "primavera" de Francisco, el primer Papa jesuita, el primer papa latinoamericano, quien se puso el nombre del santo de Asís para recordarnos que es preciso "una Iglesia pobre y para los pobres".

Sesenta días son muy poco tiempo para un balance de pontificado. Pero lo cierto es que Francisco ha conseguido ilusionar al interior de la Iglesia, al tiempo que ha logrado una inusitada reacción positiva hacia el exterior. El Papa cercano, de gestos sencillos y profundos, que ha abandonado el Palacio Apostólico y que se deja ver, tocar, sentir, dialogar con los fieles.

Un obispo, de Roma, que ya ha anunciado la reforma de la Curia con la designación de un consejo de cardenales. Un Papa que, sin cambiar la doctrina moral, sí habla con otro lenguaje, más propositivo y menos impositivo, más de de inclusión y menos de condena. Un Pontífice que quiere que esta expresión, la del hombre que "tiende puentes", se haga realidad. Así lo ha demostrado en su reciente reunión con el papa copto, o en sus encuentros con el presidente de Israel o en sus primeras decisiones, en las que apuesta por una Iglesia en la que todos -movimientos, congregaciones, Iglesia de base, laicos- tengan su papel, se sientan parte de la construcción de una Iglesia en primera persona del plural.

Un Papa que, desde hace ocho años, ha sido bloguero de Religión Digital, y que hoy permanece en nuestra página, ya como Papa, ofreciéndonos sus discursos y palabras públicas. Y es que Bergoglio fue uno de los primeros pastores que decidió colaborar con este proyecto, que entendía como una forma más de hacer llegar su mensaje, el de la Iglesia, al nuevo continente digital.

Bergoglio no ha sido el único que, durante los años más turbios, ha apoyado la existencia y desarrollo de Religión Digital. Otro de los hombres llamados a diseñar la reforma de la Curia, el cardenal Rodríguez Maradiaga, también nos honra desde hace años con su presencia en RD. Obispos latinoamericanos como Raúl Vera, monseñor Infanti, Baltazar Porras o Felipe Arizmendi, también llevan mucho tiempo avalando el trabajo de Religión Digital.

En nuestro país, donde la "primavera" todavía se resiste, a la espera de cambios en la cúpula episcopal y en el gobierno de las diócesis de Madrid y Barcelona, también han sido significativos los avales al trabajo de RD. Uno de los primeros fue el cardenal Amigo, arzobispo emérito de Sevilla, quien continuamente nos honra con su apoyo tanto en la web como a la hora de presentar nuestras colecciones y libros en actos públicos. Algo similar ocurre con el cardenal de Barcelona, Lluís Martínez Sistach. Y especialmente con el arzobispo de Valencia, Carlos Osoro, llamado a asumir importantes responsabilidades en el futuro. Dos de los nombres que más suenan para liderar el cambio de tono en la Iglesia española, monseñor Osoro y el arzobispo de Tarragona, Jaume Pujol, colaboran desde hace años con RD. Desde hace una semana, también, el obispo de Plasencia, Amadeo Rodríguez.

Otros obispos, en territorio de misión, llevan años trabajando por esta primavera, también desde el espacio de RD. Nicolás Castellanos, Pedro Casaldáliga, Juan José Aguirre o Kike Figaredo son algunos de ellos. De igual modo, el "milagro" de Religión Digital no sería posible sin firmas de la talla de José Antonio Pagola, Xabier Pikaza, Antonio Piñero, Carmen Bellver, José Arregi, José Ignacio González Faus, José María Castillo, Sor Lucía Caram, José Alegre, Jairo del Agua, Hilari Raguer, Ángel Moreno, Nicolás de la Carrera, Antonio Aradillas, Pedro Miguel Lamet, Pedro Jaramillo, Andrea Tornielli, Andrés Beltramo, Jesús Espeja, Sandro Magister... y un largo etcétera de colaboradores que nos ofrecen a diario un espejo, poliédrico, diverso, rico, intenso, de lo que sucede en nuestra Iglesia.

De igual modo, nuestros patrocinadores y colaboradores, que van desde el mundo universitario (Comillas, CEU, UCV, Upsa, Fundación Pablo VI, Loyola Andalucía...) al editorial (Edelvives, Herder, Desclée, CCS, Khaf, Claretianas, PPC, Paulinas, San Pablo, Verbo Divino, Fragmenta, Edibesa...), pasando por el ámbito solidario (Cáritas o Manos Unidas), congregaciones como la Compañía de Jesús, Salesianos, Dehonianos, Dominicos... o instituciones como L'Osservatore Romano o la Fundación Pluralismo y Convivencia. Todos ellos, y muchos más, contribuyen a que nuestro trabajo sea posible, y consiga que superemos mensualmente los 3,5 millones de visitas. Y que, en momentos de especial incidencia, como la Sede Vacante o la elección de un nuevo Papa, Religión Digital sea el medio de referencia a nivel mundial, y alcance los cinco millones de visitas.

Queda mucho por hacer para que la "primavera" que anuncia Francisco, el "nuevo Juan XXIII" como apuntamos José Manuel Vidal (el auténtico responsable de este milagro) y yo mismo en nuestro libro en coedición con Desclée sea una realidad. Pero sí es cierto que los gestos, las miradas, los actos como el lavatorio de pies el Jueves Santo, la sencillez del Papa de la Iglesia pobre y sus primeras decisiones nos hacen mirar al horizonte con esperanza. Con la misma que, hace dos meses, vivíamos desde Roma la fumata blanca y el nuevo giro que el Espíritu, y los cardenales, decidieron dar a la Iglesia católica tras la histórica renuncia de Benedicto XVI.
Volver arriba