Un nuevo libro de Ariel Álvarez Valdés. “Nuevos enigmas de la Biblia 4”
Enigmas bien resueltos
(25-02-22) (1215)
He leído con verdadero gozo y fruición el nuevo librito de mi colega Ariel en el estudio del Nuevo Testamento (que él extiende a la Biblia hebrea completa), cuya ficha completa es la siguiente, aparte de título y autor: Editorial PPC, Madrid 2021. ISBN: 978-84-288-3767-5; 19x12, 174 pp.; Precio 16,50 euros.
El índice apunta a temas muy atractivos:
- ¿Existió el rey David? 2. ¿Escribió́ Salomón el libro del Eclesiastés? 3. ¿Quién fue el profeta que nos dejó su autobiografía? 4. ¿Fue el profeta Daniel un verdadero profeta? 5. ¿Era Juan el Bautista el profeta Elías reencarnado? 6. ¿Por qué al Espíritu Santo se le representa como una paloma? 7. ¿Cómo pudo Jesús calmar una tempestad? 8. La carta a los Efesios, ¿fue escrita por san Pablo? 9 ¿Cuál es el libro más breve de toda la Biblia? 10 ¿Cómo surgieron los libros apocalípticos?.
Diez temas… y el 10 era el número perfecto según los pitagóricos.
Creo que Ariel Álvarez Valdés tiene al menos tres almas. La primera es la de un agudo investigador, que busca resolver las cuestiones que libros y textos compuestos hace más de 2.000 años plantean al estudioso de la Biblia. Yo lo he citado como estricto investigador, por ejemplo, en mi libro sobre Pablo a propósito de la posible solución de cuestiones que plantean Hechos de Apóstoles 15 y Gálatas 2 a propósito de la denominada carta apostólica de Santiago que expone una suerte de resumen muy primitivo de “Las normas de Noé” que deben ser observadas por los paganos que se convierten a la fe en Jesús mesías. Muy acertadas sus propuestas.
La segunda es el alma de divulgador, que se fundamenta sobre la primera y que en realidad no hace otra cosa que verter los resultados de la investigación a un lenguaje claro, sencillo y correcto, accesible a todos.
La tercera es el alma de escritor/literato que sabe de un modo espontáneo cómo debe construir una trama de “suspense”, con una línea de desarrollo muy acertada, con “ladillos” divisorios que hagan más fácil la lectura y que conduce la trama literaria del tema expuesto hasta un “final feliz”, es decir, que satisface la intriga del lector cuando llega a la última línea de cada capítulo.
Unidas las tres almas ofrecen un producto redondeado y excelente. Se me hace muy difícil escoger qué capítulo me gusta más. Si se me fuerza, escogería los que tratan del Eclesiastés; de Juan Bautista como posible, según el pueblo, profeta Elías reencarnado; del porqué se representa al espíritu Santo como paloma; de la pseudonimia de la Carta a los efesios y, desde luego, el del surgimiento de la apocalíptica.
Y para más “suspense”, sin destripar el contenido del libro, me parecen más que interesante las tesis que se sostienen en las pp. 24; 37; 66; 84; 91-92; 99; 139; 159-160. Y no digo más: que el lector averigüe si está de acuerdo con el autor y conmigo al señalar especialmente estas páginas.
Y como el libro me ha gustado, termino de un modo clásico esta breve noticia felicitando muy cordial y sinceramente al autor por su libro y a la Editorial PPC por haberlo publicado. La aserie “Enigmas de la Biblia” es francamente buena.
Saludos cordiales de Antonio Piñero