Pedro Casaldáliga
EN LA PASION DE LA PATRIA GRANDE
AMERICA LATINA
Revolucionariamente evangélico
Inexorablemente político
Evidentemente, los obispos y sacerdotes entenderán su “hacer política” en la línea de la Palabra que ilumina y compromete, en el trabajo de concientización de sus comunidades y en su actitud de plena libertad en el Espíritu frente al poder establecido, frente a los monopolios económicos, frente a los grupos de privilegio o de presión, frente a la publicidad manipuladora
(PL, 33-37).
La Iglesia es para el mundo una misión de salvación. Ella no debe ser para el mundo una fuente de problemas. La contestación por la contestación, sino que puede colaborar más de cerca con un régimen realmente humano. Aunque deberá ser siempre una conciencia crítica.
Hacer una política cristiana –o tal partido cristiano, la democracia cristiana…- lo encuentra ridículo. Como sería ridículo hacer una biología o una ciencia cristianas.
Cualquier cosa, la biología, la agronomía, la política deben ser biología, agronomía sin más. El mensaje cristiano puede animarlas, dinamizarlas a todas, liberándolas de las propias limitaciones, sin colocarles ninguna etiqueta, sería un error. (ND, 109).
En los años que antecedieron a la segunda guerra mundial muchos se engañaron. La Iglesia se situaba, frente al comunismo, dentro de una mentalidad eclesiástica, no suficientemente desarrollada, francamente temerosa. El ateísmo era el enemigo definitivo y fatal.
El nacismo parecía a algunos enemigos del comunismo y, por eso, una especie de salvaguardia.
_Pero, una de las justificaciones dentro de la propia Alemania para el crecimiento del Partido Nazi fue que constituía un frente de contención ante el avance de las reivindicaciones sociales.
Y continúa siendo una justificación para muchos regímenes de América Latina. Contra el comunismo todo es válido y justificable. Justificaciones que podrían explicarse, por ejemplo, en Pío XII, o en obispos alemanes de aquella época, pero que hoy son inadmisibles. Ya tenemos experiencia histórica. No se puede justificar a Franco por su alianza con el nazismo. Hoy tenemos memoria histórica.Esa conceptuación, Pedro, del comunismo como lo malo y de su contrario como la redención, como el bien, es una visión maniquea.
_Es una visión superada, sin perspectiva histórica.
_Y de la cual se benefician ciertos intereses.
_El mal se pone de un lado y el bien de otro, y la historia no camina, no evoluciona.
_Es una visión idealista
_Una visión idealista que se niega a la dialéctica.
_Es antidialéctica. Dicen: esto o aquello, cuando es esto y aquello, ¿no, Pedro?
_Eso y aquello sí, y, definitivamente, ni eso ni aquello, sino algo que esperamos.
(NDA, 181)
Creo en la internacional
de las frentes levantadas,
de la voz de igual a igual
y las manos enlazadas…
Y llamo al orden de mal,
y al progreso de mentira.
Tengo menos paz que ira.
Tengo más amor que paz.
Creo en la hoz y en el haz
De estas espigas caídas:
¡una Muerte y tantas vidas!
¡Creo en esta hoz que avanza
-bajo este sol sin disfraz
Y en la común esperanza-
Tan encorvada y tenaz.
AMERICA LATINA
Revolucionariamente evangélico
Inexorablemente político
Evidentemente, los obispos y sacerdotes entenderán su “hacer política” en la línea de la Palabra que ilumina y compromete, en el trabajo de concientización de sus comunidades y en su actitud de plena libertad en el Espíritu frente al poder establecido, frente a los monopolios económicos, frente a los grupos de privilegio o de presión, frente a la publicidad manipuladora
(PL, 33-37).
La Iglesia es para el mundo una misión de salvación. Ella no debe ser para el mundo una fuente de problemas. La contestación por la contestación, sino que puede colaborar más de cerca con un régimen realmente humano. Aunque deberá ser siempre una conciencia crítica.
Hacer una política cristiana –o tal partido cristiano, la democracia cristiana…- lo encuentra ridículo. Como sería ridículo hacer una biología o una ciencia cristianas.
Cualquier cosa, la biología, la agronomía, la política deben ser biología, agronomía sin más. El mensaje cristiano puede animarlas, dinamizarlas a todas, liberándolas de las propias limitaciones, sin colocarles ninguna etiqueta, sería un error. (ND, 109).
En los años que antecedieron a la segunda guerra mundial muchos se engañaron. La Iglesia se situaba, frente al comunismo, dentro de una mentalidad eclesiástica, no suficientemente desarrollada, francamente temerosa. El ateísmo era el enemigo definitivo y fatal.
El nacismo parecía a algunos enemigos del comunismo y, por eso, una especie de salvaguardia.
_Pero, una de las justificaciones dentro de la propia Alemania para el crecimiento del Partido Nazi fue que constituía un frente de contención ante el avance de las reivindicaciones sociales.
Y continúa siendo una justificación para muchos regímenes de América Latina. Contra el comunismo todo es válido y justificable. Justificaciones que podrían explicarse, por ejemplo, en Pío XII, o en obispos alemanes de aquella época, pero que hoy son inadmisibles. Ya tenemos experiencia histórica. No se puede justificar a Franco por su alianza con el nazismo. Hoy tenemos memoria histórica.Esa conceptuación, Pedro, del comunismo como lo malo y de su contrario como la redención, como el bien, es una visión maniquea.
_Es una visión superada, sin perspectiva histórica.
_Y de la cual se benefician ciertos intereses.
_El mal se pone de un lado y el bien de otro, y la historia no camina, no evoluciona.
_Es una visión idealista
_Una visión idealista que se niega a la dialéctica.
_Es antidialéctica. Dicen: esto o aquello, cuando es esto y aquello, ¿no, Pedro?
_Eso y aquello sí, y, definitivamente, ni eso ni aquello, sino algo que esperamos.
(NDA, 181)
Creo en la internacional
de las frentes levantadas,
de la voz de igual a igual
y las manos enlazadas…
Y llamo al orden de mal,
y al progreso de mentira.
Tengo menos paz que ira.
Tengo más amor que paz.
Creo en la hoz y en el haz
De estas espigas caídas:
¡una Muerte y tantas vidas!
¡Creo en esta hoz que avanza
-bajo este sol sin disfraz
Y en la común esperanza-
Tan encorvada y tenaz.