Crear ambiente es uno de los ingredientes fundamentales para hacer que una celebración haga vibrar a todos los que participan de ella. No se puede comparar el llegar y disfrutar de lo que otros han preparado, con el gozo de una fiesta elaborada en común para que disfruten los que participan de ella.

Yo he tenido la suerte de participar muchas veces en mi larga vida de este gozo. Pero lo que ahora vivo en el Hospital de Campanya de Santa Anna -sin hacer comparaciones que nunca son buenas- me llena de tal gozo que necesito compartirlo con mis lectores.

Desde hace unos dias, los acogidos preparan el árbol navideño con estrellas en donde escriben sus deseos y sus mensajes. Algunos emocionantes. Adornan con luces el precioso claustro del siglo XV, y colocan el Nacimiento. Eso, teniendo en cuenta que la mayoría son musulmanes. Però veneran, como sabemos, al que para ellos es "El Profeta Jesús". 

Hoy me toca hacer "el casting" para la representación que haremos, en ese mismo y bellísimo claustro de "UN BELÉN AL ESTILO DEL POBRE DE ASÍS". Se encargan, con nosotros, los Hermanitos y Hermanitas del Cordero. Yo he de buscar a la Virgen -que el año pasado era oriental- a San José -que el año pasado llevaba unas larga rastas- al Niño Jesús -que el año pasado fue una niña  y éste será negrito- y creo que también serán de ese color unos angelitos... Por lo que Antonio Machín, desde el cielo, sonreirá, satisfecho, porque ahora más que nunca está convencido de que "también los quiere Dios"...

En fin, una gozada de índole universal, este Belén viviente ante el que sonreiría satisfecho el "pobre de Asís" que fue el creador de los pesebres. Y nosotros gozaremos de convivir con los preferidos de Jesús que le rodearán en el pesebre viviente.