El Islam ¿una iglesia semita? ¿Qué podemos aprender unos de otros ? (Con H. A.)

En un largo libro titulado Monoteísmo y Globalización (Verbo Divino, Estella 2003), en cuya portada aparecen Jesús y Mahoma cabalgando juntos hacia la Jerusalén (el verdadero judaísmo), afirmaba que las tres religiones monoteístas deben dialogar y aprender unas de otras. La última parte de aquel libro podía resumirse como sigue:

1. Soy cristiano y pienso que en la vida, en el mensaje y en la muerte de Jesús se ha revelado Dios, pero no sólo para cristianos de Iglesia, sino para todos los hombres… Ese Jesús me ha dicho que ame a los distintos (“enemigos”), que me goce de que existan, que ruegue por ellos… Ese Jesús me ha dicho que al fin lo que cuenta es el amor activo, práctico (tuve hambre, estuve encarcelado…: Mt 35, 31-46). Ese Jesús me ha abierto los ojos para ver lo bueno que puede haber en todos.

2. Siendo cristiano soy judío, pues Jesús no ha anulado el Antiguo Testamento, sino que ha venido a cumplirlo… Por eso no tengo que hacer ningún esfuerzo para dialogar con los judíos, pues en una dimensión de mi vida soy judío (y creo que toda persecución de los cristianos contra los judíos es anti-cristianismo). En esa línea, quiero aprender de los judíos/judíos su fidelidad a Dios, su memoria creadora del pasado, su esperanza…, aunque me gustaría decirles que creo que mi Jesús no va en contra del judaísmo; por eso sigo dialogando como he querido hacer en el Diccionario de las tres Religiones, atreviéndome a hablar desde el judaísmo histórico.

3. Siendo cristiano me considero musulmán, “sometido a Dios”, en el sentido más hondo del término, siendo amigo de Mahoma, en la línea de Jesús. Así lo considero y así lo he dicho en la puerta de algunas de las mezquitas más importantes del mundo Islámico. Más aún, creo que el Islam ha sido (y sigue siendo) una bendición de Dios. Los musulmanes me ayudan insistir en la fidelidad radical a Dios… y en la exigencia de crear una comunidad de sometidos-libremente al Señor de la Vida. Conozco algunos problemas del Islam, tengo miedo de algunas de las formas que puede estar tomando… Pero, en principio, me considero dichoso de vivir en un mundo donde florece el Islam… y tengo el deseo de ofrecer a mis hermanos musulmanes el testimonio de mi/nuestra fidelidad a Jesús.

4. A pesar de todo, sigue habiendo problemas… Hay puntos de vista distintos, como han aparecido varias veces en este blog. Así quiero indicarlo con las palabras de un “amigo” al que algunos llaman “importuno” (H. A.). De él es todo lo que sigue.



H. A. Teología y práctica en la relación entre Cristianos y Musulmanes.

Antes de que desarrolle esta idea, y para que no se crea que con la “Herejía Izquierdista” o “Herejía de la Acción”, pienso que “Sola Opera”, contaré lo que le he dicho a un amigo que, al mismo tiempo que se autocalificaba de agnóstico, muy justamente, se escandalizaba de los asesinatos de niñas recién nacidas en algunos países no cristianos: “El que trajo al mundo la idea de que cada ser humano es hijo de Dios y, por tanto “persona”, es el cristianismo. No te das cuenta de que si dejas de creer en Dios, empezarás a “reenrollar” el tapiz de los derechos humanos, hasta que vuelvas al canibalismo del pleistoceno”.

A su protesta de que él creía en los derechos humanos, afirmados por la “Ilustración” del XVIII, añadí: “El que los seres humanos tienen derechos económicos lo trae el socialismo, el que tienen derechos políticos o formales la Ilustración, pero eso se apoya en que previamente el Cristianismo ha dicho que son personas. Sin la Primera Revolución, la Segunda y la Tercera se hunden, porque, por ejemplo, nadie dice que las vacas tengan derecho al empleo ni libertad de reunión (aprovecho para decir que hay una Cuarta Revolución o “Revolución Sexual” en marcha y que no es la promiscuidad, sino el derecho de todo ser humano a formar una familia a su gusto, sin que nadie le imponga su forma, lo que también supone partir del Cristianismo, o sea, de que es hijo de Dios, porque nadie piensa que las vacas se tengan que reproducir a su gusto, sino al del ganadero). Dicho en otras palabras, las obras suponen la fe previa y, a la recíproca de la tesis que voy a desarrollar, la teología condiciona la caridad.

Mi tesis es que las disputas entre religiones son supuestamente por razones teológicas, pero si descorremos ese velo, podremos ver que, en realidad es por modelos de sociedad o sea que va de caridad o no hacia el prójimo.

Esto no es una afirmación nueva, porque, al parecer, “alarmados” por un San Pablo que andaba por Occidente diciendo “¿Qué Ley?” y formulando la teoría de la Justificación por la Fe, San Juan deja bien claro en su Evangelio que “Si tuviere una fe tal que trasladare las montañas de un lugar a otro y no tengo caridad, nada soy” y Santiago dice: “Fe sin obras es fe muerta”.

Tomo pie en una frase de Xabier: “La Iglesia…superando un Islam que sacraliza la victoria de Mahoma con su retorno a la Meca”

y le contesto: Creo, que te equivocas al contraponer a Mahoma (triunfante) con Jesús (que sabe que hay que morir), porque esa contraposición entre Mahoma y Jesús es típica de los cristianos, pero es desconocer totalmente el Islam. El Islam comienza considerando que Jesús es un profeta anterior y superior a Mahoma y nunca pretende contraponerlo o mejorarlo. Eso se lo han inventado los cristianos, cuya soberbia les lleva a formular siempre caricaturas del Islam para denigrarlo. Los musulmanes no piensan en enmendar o mejorar a Jesús, SINO que la Iglesia se apartó de Sus doctrinas y hacia el siglo VII no quedaba del Cristianismo en muchos aspectos sino la fachada. Ellos piensan que Mahoma vino a enderezar, NO a Jesús, SINO a la Iglesia, que es algo distinto, y envió un profeta para dar un código que reencarrilase lo que predicó Jesús, plasmándolo en normas concretas.

Yo, personalmente, pienso que es la revancha de los judeocristianos que habían visto como los paulinos les habían arrebatado la Iglesia, y volvían al cristianismo rabínico, porque, si te fijas, los mandamientos del Islam son la Ley Mosaica con la proyección cristiana de predicarla a todas las gentes y no sólo al pueblo de Israel. La cuestión es que la “liberación de la Ley” de Pablo había liberado al Cristianismo de la Ley Mosaica, para que luego otros lo esclavizasen en la Ley Romana, que era mucho peor, porque no era una revelación, sino una ley pagana. Pero el volver al Cristianismo de Pedro y Santiago, que es el Islam, era volver a convertir al Cristianismo en un código sin flexibilidad. Por eso yo digo que el Islam es una religión sin Espíritu Santo (mientras que el eurocristianismo es una religión que, con la excusa del Espíritu Santo, se descristianizó).


No es un problema teórico


Es muy curioso que sea muchedumbre los que se quejan de la Iglesia, especialmente los teólogos de la liberación, y no vean que el Islam es precisamente eso:

los que se hartaron de la Iglesia angélica que se había olvidado de la caridad, especialmente con los pobres, los que no toleraron que a los obispos dejase de nombrarlos el pueblo (en el Islam, se nombra a los cargos de la mezquita desde abajo y Mahoma, quizá para evitar que hubiese un clero que se aliase con los poderosos y el Islam diese un cambiazo como el que dio el Cristianismo Paulino, sencillamente funda una religión sin sacerdotes).

Voy a decir “una gracia”: igual que Benavente al ver el cine mudo, el cine sonoro, el cine en color, el cine en 3D, dijo: “Si los americanos siguen así, van a acabar inventando el teatro”. Yo diría: si seguimos reprochando a la Iglesia su poca caridad, su alianza con los ricos, su estructura desde arriba y su rechazo a la teología de la liberación, acabaremos inventando el Islam. Ya me dirás qué diferencia hay entre una iglesia organizada desde abajo y el Islam.

Y aquí es donde voy a decir que no me salgas con diferencias teológicas acerca de la Trinidad, porque lo que define a una religión es la forma en la que entiende la caridad, y lo de la teología, para lo que sirve es para ponerlo en los estandartes y justificar las guerras. ¿Crees de verdad que Roma y Bizancio se separaron por el “Flioque”, o más bien por quién tenía el poder político? ¿Crees que el origen del protestantismo es el “Sola Scriptura” y la justificación por la fe o porque los germanos se habían hartado de que los latinos les impusiesen sus costumbres? El Islam surge porque los semitas organizan la sociedad de una forma (desde abajo) y los greco-romanos de otra (las clases superiores se imponen a los conquistados). Y con ello no estoy diciendo que la Trinidad, el que el Espíritu venga del Padre y el Hijo o la forma de justificación no tengan importancia, sino que nadie se mata por eso, sino por la forma de organizar la sociedad.

¿Dónde está la diferencia entre el cine en 3D y el teatro (para seguir con el símil)? En que el Islam es la iglesia organizada desde abajo por semitas y si se organizase en otra cultura, saldría algo distinto.

Y eso contesta a la pregunta de por qué no me hago musulmán.


No me hago musulmán porque el Islam está petrificado en la cultura semita y, una vez que he comprendido que el problema es que la Iglesia se ha greco-romanizado, lo que hay que inventar no es el Islam, sino el cristianismo apto para todas las civilizaciones (desligado de todas las “Leyes” y no sólo de la Moisés), o sea eso tan bonito que dijo Pablo en el Concilio de Jerusalén y que acabó convertido en algo tan feo como el re-sometimiento a la “Ley”, pero esta vez a la ley grecorromana. Cuando se comprenda esto, el Islam pasará a ser “el rito semita” del Cristianismo y a las diferencias teológicas se les buscará una fórmula de compromiso, como se ha buscado en la justificación por la fe con los protestantes y en el Primado del Papa con los ortodoxos…

o –siendo más irreverente- como se buscó con el paganismo greco-romano: nosotros no renunciamos a que Dios fuese uno, pero desviamos en el culto a los santos lo que era el culto a los dioses (dicho sea sin pretender atacar al culto a los santos) o como querían buscar los jesuitas en China con el culto a los antepasados, que se transformaría en respeto entendido dentro del 4º Mandamiento (los dominicos se salieron con la suya ante el Papa al calificarlo de idolatría y por eso China no se hizo cristiana).

No Xabier: la cuestión no va de teología, sino de concepción de la sociedad, de las relaciones entre los seres humanos, o sea, una vez más, de caridad.


La religión judía aporta el primer progreso ético de la historia, que Dios es uno, por tanto, hay una sola fuente trascendente de la ética, pero el judaísmo se concibe a sí mismo aislado del resto de la humanidad. Cuando Jesús le da una proyección universal, se divide en dos: los que, como Pedro y Santiago lo entienden como judaísmo para todos y los que, como Pablo intentan crear un cristianismo divorciado de la concepción semita, pero que acaba en un cristianismo casado con un cónyuge peor que el semita: el greco-romano.

Lo malo es que eso dura poco, porque este último cristianismo se convierte en Grecia y Roma para todos. Como Grecia y Roma se basan en la ignorancia total de la caridad y en que los dominadores tienen todos los derechos y los dominados ninguno, y guerra a las otras culturas para que no erosionen ese poder, el Eurocristianismo mantiene esta dominación (totalmente anticristiana y un gigantesco paso atrás desde el judaísmo) y devalúa la caridad al reparto de sobras entre los dominados (la semántica es lo más preciso al estudiar historia: la palabra “caridad” ha adquirido un matiz ofensivo de condescendencia prepotente y si decimos a alguien que lo tratamos bien “por caridad”, lo estaríamos ofendiendo, lo que si recordamos que “caridad” es el leit-motiv del Evangelio, demuestra que poco queda de Cristianismo en el Eurocristianismo).

Y eso es tan claro y grave que en ésas seguimos: por medio de teorías económicas sofísticas se llega a justificar en Norteamérica que 44 millones de “prójimos” no tengan acceso a los servicios médicos, y cuando un Presidente trata de remediarlo, como insulto se le llama “criptomusulmán” (sin darse cuenta de que con ello han reconocido que el Islam es más cristiano que nosotros).

Repito: la diferencia que hay que superar entre las religiones es la diferencia en la caridad o concepción de la sociedad:


preocupación sólo por el pueblo judío, canonización de la jerarquía entre dominadores y dominados y sociedad en la que las clases se mezclen y en la que todos sus miembros tengan los mismos derechos fundamentales, no sólo derechos formales, sino sociales y económicos.

Si no nos ponemos de acuerdo en esto, los greco-romanos (occidentales) seguiremos agrediendo a las otras culturas y viéndolas como una amenaza (en uno de estos foros, la representante de las mujeres occidentales decía a las mujeres musulmanas: “No nos hagáis la faena de hacer de esquiroles” –o palabra semejante-, o sea: con vuestra feminidad no nos dejéis fuera de juego a las mujeres que nos comportamos como hombres, ayudadnos a mantener los privilegios de las mujeres ricas, disfrazada de liberación de la mujer, portaos masculinamente, con el fin último de que los hombres ricos sigan teniendo a las mujeres pobres como objetos de usar y tirar y que aborten para no producir herederos que hagan la competencia a los niños ricos o que los tiren por la calle, como en esos países en los que hay millones de “niños de la calle”).

Si nos ponemos de acuerdo en lo que es, en realidad, el mensaje del Cristianismo: que se ha acabado la dominación greco-romana y que cada sociedad se organice según su mentalidad de forma que se garantice el acceso a toda clase de bienestar de todos nuestros prójimos, que son todos los seres humanos y todas las naciones y gentes, las diferencias teológicas entre Judaísmo, Cristianismo e Islam se difuminarán, como tratamos de que se difuminen entre las confesiones cristianas y como los jesuitas intentaron hacer en China.
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