20.3. 23. Carta de Francisco sobre san José; la formación afectiva y cristiana de los seminaristas
Se celebra hoy 20.3 la fiesta San José, buena fecha para recordarle con el Papacomo varón cordial, padre y amigo, símbolo y modelo de formadores de seminario y de seminaristas. Si hay un tema crucial, importante ydifícil en la igleia es éste.
Algo he sabido y sé del tema. Algo puedo y quiero decir con grandísimo respeto y admiración por aquellos que lo llevan a su espalda. Ánimo. De un modo u otro estamos todos en la faena
Empezaré con un recuerdo personal, seguiré con la carta apostólica de Francisco sobre san Joséy acabaré con una reflexión sobre un ministerio de varones en la iglesia.
Empezaré con un recuerdo personal, seguiré con la carta apostólica de Francisco sobre san Joséy acabaré con una reflexión sobre un ministerio de varones en la iglesia.
| X Pikaza Ibarrondo
1.RECUERDO PERSONAL
El año 1963, cuando estaba terminando de estudiar teología en Poio (imágenes finales), me vino a verJuantxu, técnico de aguas, que trabajaba al otro lado de la ría de Pontevedra, junto a Placeres, en la Fábrica de Celulosas que sigue contaminando la ciudad.
Le pregunté -¿Por qué dejáis que contamine? Y me contexto: Y seguirá contaminando , porque los jefes no quieren gastar... lo que se debe
Vimos el mosteiro de Poio Grande y me llevo a la Casa Solla de Poio Pequeno para comer unos peces. Juantxu tenía gran humor y me dijo, mirando hacia Placeres: Esa fábrica de contaminación la conozco bien. Quiero que me cuentes cómo funciona vuestra Fábrica de curas...
Y así hablamos de nuestro Seminario, que él llamaba Fábrica de Curas, al otro lado de la ría. Eran, me dijo, las dos fábricas que tenía Ponrevedra: Una de curas, otra de olores de celuloso...
Han pasado 60 años. La fábrica de olores sigue fabricando. La de curas sigue en pie, con un claustro barroco, otro gótico/renacentista… y dos nuevos, asépticos, de seminario sin seminarisras (ahora Hotel) Es buen tiempo para reflexionar, éste día de repetición de San José (20.3.23), con el Papa Francisco, sobre San José y la formaión de curas amigo de Jesus.
Empezare con la Carta Apostólico de Francisco, titulada Patris Corde (Con corazón de Padre) y seguiré con una reflexión sobre los seminarios de entonces (1963) y de ahora (2023).
PAPA FRANCISCO, CON CORAZÓN DE PADRE
Lacartade de Francisco se titula Patris Corde (Con corazón de padre: 09. 12. 2020), edicada a San José, con motivo de los 150 años de su declaración como Patrono de la Iglesia (Pío IX: 08.12.1870). Las palabras de su título indican que José amó a Jesús con corazón nuevo de padre, con el mismo corazón divino de todos los padres del mundo.
Francisco se retrata a sí mismo, presentando a José como signo paterno de Dios y modelo de paternidad humana, en un contexto de familia cristiana, entendida como espacio y presencia del Reino, a los cinco años de su Exhortación Amoris Laetitia, sobre la familia (19. 03 del 2016 y del 2021). Desde ese fondo, como decía el mismo Francisco en su alocución del 27. 12. 2020, podemos y debemos vincular el estudio y práctica de la Palabra de Dios (Biblia) al estudio e imitación José en quien culmina el AT y comienza el NT.
En ese contexto se centra y entiende esa Carta dedicada a José como patrono y figura de la Iglesia, pues en él culmina el despliegue del Antiguo Testamento y se anuncia el tiempo ya definitivo del Reino de Dios. Ciertamente, esta Carta recoge y repite temas bien conocidos de la Biblia respecto de José, pero lo hace en una línea nueva, en la que el Papa Francisco ha puesto de relieve los siguientes rasgos :
(1) Francisco destaca la relación de este José, esposo de María, con José patriarca antiguo (hijo de Jacob), protector de sus hermanos en Egipto, y con el rey David, portador de las promesas mesiánicas.
(2) Francisco insiste en la paternidad de José como amor de ternura creadora y no como imposición patriarcalista ni como mero principio de paternidad genética, en un plano de generación y sexo. Sólo una figura de nuevos padres (padres/madres implicados, unidos, en amor) puede ser espacio y sentido de una “fábrica” de nuevos ministerios, de nuevos ministros, maduros, capaces de amor, como José, que tenía ya una prometida/desposa, dispuesto a casarse con ellas por ley de amor.
(3) Francisco insiste en la capacidad de escucha y diálogo con Dios que tenía José, en tiempos de dura opresión. José dialoga con Dios antes de su posible y deseado matrimonio.. y ora también con Dios en tiempos de dura persecución, impuesta por los poderes del mundo, teniendo que huir a la emigración forzada y al destierro de muerte, por desiertos y camino vigilados, hasta un duro Egipto de nuevas opresiones.
(4) Acentúa su forma de entender y acoger la presencia de Dios en los pobres y excluidos, tal como están representados en María, su esposa, y en Jesús, su hijo. No viene de los ricos-opresores, dispuestos a seguir dominando sobre el pueblo con nuevos ministerio clericales, sino de los pobres de la tierra que aprenden a convivir y poner su vida al servicio de los otros.
(5) Presenta a José como un hombre valiente, que asume los riesgos del mundo, trazando caminos de humanidad nueva y esperanza, desde el mismo exilio, con aquellos que carecen de seguridad y patria la tierra. También insiste en su trabajo, al servicio de la familia y de la vida, en comunión con todos trabajadores marginados de la tierra.
(6) Los cinco rasgos anteriores definen la paternidad de Jesús en la iglesia y en el mundo (en línea de familia), culminando en el 6º, que es el más significativo: San José ha sido y sigue siendo un padre de fondo, que sabe estar en la sombra, sin mandar directamente… y de esa forma actúa de un modo eficaz y cariñoso, fuerte y delicado, desde el fondo de la vida de Dios, sin buscar ningún protagonismo individual, sino poniéndose al servicio de su mujer (María) y a su hijo (Jesús).
(7) En esa línea define Francisco su castidad que no se entiende como pura abstinencia, sino como limpieza de amor, presentándole como hombre de amor no posesivo ni dominador, en contra de un tipo de “machismo” patriarcal, propio de varones que se creen sexo fuerte y dominante:
“La castidad está en ser libres del afán de poseer en todos los ámbitos de la vida. Sólo cuando un amor es casto es un verdadero amor. El amor que quiere poseer, al final, siempre se vuelve peligroso, aprisiona, sofoca, hace infeliz. Dios mismo amó al hombre con amor casto, dejándolo libre incluso para equivocarse y ponerse en contra suya. La lógica del amor es siempre una lógica de libertad, y José fue capaz de amar de una manera extraordinariamente libre. Nunca se puso en el centro. Supo cómo descentrarse, para poner a María y a Jesús en el centro de su vida” (Patris Corde 7).
Estas palabras centrales de la Carta de Francisco se aplican no sólo en los padres de familia, sino a los ministros de la iglesia, que sólo pueden ser “padres” y amigos cristianos renunciando a la paternidad patriarcal jerárquica (no al amor humano), para así aparecer y actuar como servidores amorosos (no dominadores ni dueños de
San José, buen padre de familia, fue esposo de María, madre de Jesús, a quien educó para ser Mesías de Israel.
3. REFLEXIÓN. SOBRE UN MINISTERIO DE VARONES CAMBIADOS EN LA IGLESIA.
Como dice el Papa Francisco, San José buscaba un amor concreto de pareja, haciendo aquello que le habían enseñado, porque era justo, pero encontró (Dios le mostró) otra cosa y la aceptó (porque era justo).
Ser buen padre era entonces y sigue siendo ahora acoger y educar en amor no sólo a los hijos de la carne sino a los hijos del espíritu y la vida (cf. Mc 3, 31-35), especialmente a Jesús (Mt 1, 18-25) de forma que su casa fue taller/fábrica de curas, como me decía hace sesenta años el buen tío Juantxu.
En el seminario, fábrica/taller de vida de la casa de José y Mará aprendió Jesús a poner su vida al servicio de los otros. José fue de esa forma (con María) el mejor maestro, director espiritual y carnal de Jesús (en la línea de Jn 1,14: en Verbo se hizo carne en su tarlle, en la escuela del amor, del compromiso por los pobres, desde la misma base de trabajo, sufrimiento y búsqueda de amor del judaísmo de su tiempo).
José acogió e introdujo a Jesús, con María, en los caminos de una vida arriesgada, abriendo ante sus ojos las tareas de la vida de Dios en el mundo. Sin esa “semilla” de seminario de José dentro, Jesús no hubiera sido el Cristo de Israel, ni José hubiera sido un buen "padre".
El evangelio de Mateo presenta a José como Hijo de David (Mt 1, 20), heredero de las promesas mesiánicas, hombre «justo» (dikaios) que cumple lo que exige y pide la ley (Mt 1, 19). Lógicamente, José debía ser capaz de trasmitir a Jesús esas promesas, diciéndole la forma en que debía comportarse, como portador de la Palabra de Dios.
Pero el ángel le pide que renuncie a su paternidad mesiánica (carnal), con los derechos que ella implica, poniéndose al servicio de María, su esposa (Mt 1, 18-25). Le pide que abandone su función de “padre-patriarcal” y que acepte, acoja y cuide la obra que Dios ha realizado a través de su esposa María y que realizará por Jesús, superando el mesianismo nacional israelita.
Evangelio de Lucas. José es padre de Jesús superando un tipo de paternidad davídica de tipo patriarcal...Es educador del seminario de Jesús sabiendo que Jesús va a superar su enseñanza.
En ese contexto, Lucas destaca esa distancia entre Jesús y José en el mismo relato del niño perdido en el templo. La madre reprende a Jesús diciéndole: “Tú padre y yo te estábamos buscando”. Pero Jesús responde: ¿No sabéis que debo ocuparme de las cosas de mi Padre?” (Lc 2, 48-49).
José es "padre de Jesús", pero, a fin de serlo de verdad, tiene que dejar que Dios sea su padre verdadero, el suyo, el de Jesús. José enseña a Jesús la doctrina del mesianismo judío, pero Jesús le obedece "desobedeciendo", escuchando la voz más alta del Padre del cielo. Y José lo acepta, y por eso es verdadero "padre de Jesús", su director de seminario.
Por otra parte, siendo hijo de José, Jesús anuncia un mensaje de gracia universal (Lc 4, 18-19, cf. Is 61, 1-2 y 58, 6,), es decir, la salvación de Dios para todos los pueblos del mundo. De esa manera, para cumplir la esperanza de Israel, Jesús debe superarla.
José había querido enseñarle a ser buen israelita, mesías del pueblo de Dios, según la ley... Pero Jesús ha superado esa enseñanza de José y presenta un menaje de salvación para todos los pueblos.José le ha querido hacer buen judío, hombre del orden social israelita; y Jesús ha entendido su enseñanza de otra forma: Quiere ser mesías de todos los pueblos.
Pero, en vez de alegrarse por ello, sus paisanos de Nazaret le rechazan, diciendo: «¿No es este el hijo de José?» (Lc 4, 22)... acusándolo de no serlo de verdad, de rechazar el mesianismo de Israel, de ir en contra de su mismo padre José.
Ciertamente, los nazarenos saben que Jesús es hijo de José, en plano enealógico y legal. Por eso, la pregunta puede sonar de esta manera: «¿Cómo siendo tú hijo de José (que uno de los nuestros, buen nacionalista, hombre de iglesia judia legal) puedes comportarte de esta forma?».
Según ellos, José había querido que Jesús fuera un buen nacionalista judío... Pero Jesús se ha vuelto un peligroso "universalista mesiánico". Éste es el problema de fondo del "seminario de José": Ha enseñado a Jesús una cosa, pero Jesús ha "entendido otra" (ha entendido lo que José quizá sabía, pero sin saberlo del todo, ni aceptarlo externamente;
Éste es el enigma y mensaje de José, que podemos resumir en tres proposiciones:
- José era fiel al buen nacionalismo judío, que viene de la tradición de David, que rey al servicio del judaísmo. Ése es en el fondo el problema de la iglesia actual, de los seminarios actuales: Por un lado tienen que aceptar la enseñanza o ideario del cristianismo sacral del último milenio; por otro deben superar esa enseñanza.
- En el fondo de su enseñanza nacional ,José ofreció a Jesús, su hijo, un camino abierto que le capacitaba para superar ese nacionalismo sacral... En ese sentido (en contra de un José que podría cerrarse y cerrar el mesianismo en Israel), Jesús acoge desarrolla el mensaje de fondo universal del judaísmo, superando así la "doctrina de su padre", para cumplirla de un modo más hondo.
- Por eso, siendo patrono de los seminarios, José tiene que educar a los "seminaristas actuales" (es decir, a toda la iglesia) a cambiar de actitud y de forma de vida, pasando del "cristianismo social-católico" a un cristianismo universal de gracia, superando así este tipo de iglesia.