Olivia Maurel: "Francisco es el primer jefe de Estado que nos recibe" Activistas contra la subrogación de vientres se llevan de Roma un "fuerte apoyo" del Vaticano
Los grupos nucleados en la "Declaración de Casablanca" se reúnen dos días en la capital italiana conseguir el aval del papa Francisco y de Pietro Parolin
Maurel, que nació de una gestación por subrogación y se convirtió en activista contra esta práctica debido los problemas mentales que sufrió por ello, reveló que el Papa "está preocupado por la subrogación y que conoce bien de cerca el tema"
Hernán Reyes Alcaide, corresponsal en el Vaticano
"Francisco es el primer jefe de Estado que nos recibe" y "Pietro Parolin nos dijo que va a haber un apoyo in crescendo del Vaticano en foros internacionales". Así Olivia Maurel, activista francesa contra los vientes de alquiler, resumió en entrevista con RD en Roma la fructífera agenda que les he dejado su paso por la capital italiana.
Maurel es la cara visible de la Declaración de Casablanca, organización que pide la prohibición universal de la maternidad subrogada, y que se muestra renovada en ánimos tras el recordado discurso del Papa al Cuerpo Diplomático en enero de este año en el que el pontífice pidió la prohibición universal de la práctica. Luego, en febrero, el Papa recibió de manos de la jueza argentina Susana Medina un extenso informe sobre las consecuencias jurídicas y sociales de la práctica.
Maurel, que nació de una gestación por subrogación y se convirtió en activista contra esta práctica debido los problemas mentales que sufrió por ello, reveló que el Papa "está preocupado por la subrogación y que conoce bien de cerca el tema".
"Hablamos durante media hora de cómo la subrogación se ha convertido en un mercado global que ya mueve miles de millones de dólares y que puede crecer de forma exponencial si no actuamos a tiempo", dijo Maurel a RD.
Roma. Il Papa incontra Olivia Maurel, testimonial contro l'utero in affitto https://t.co/5N593G1uEtpic.twitter.com/PUinZU1UOE
— 𝐀𝐯𝐯𝐞𝐧𝐢𝐫𝐞 (@Avvenire_Nei) April 4, 2024
La activista reveló que, apenas llegada a Roma el jueves, se reunió también con Parolin, quien como haría horas después el Papa le manifestó su apoyo y el compromiso de la Santa Sede para acompañarlos. Maurel participa en Roma de una conferencia internacional en la Universidad Lumsa en la que se busca lograr una nueva declaración internacional contra la práctica.
"Nos dijo que va a haber un apoyo creciente del Vaticano para ir planteando el tema en foros internacionales", sostuvo. "No es algo de derecha o izquierda, ni de posicionamientos políticos. Es un tema de humanidad", sostuvo Maurel, quien rechazó también el enfoque que pretenden algunos países "que buscan instalar que existe una subrogación ética y luego se ven cómo las mujeres que gestan esos hijos terminan siendo víctimas de trata de personas".
Se trata, denuncia Maurel, de un mercado que representó 14.000 millones de euros en todo el mundo en 2022 y, según las previsiones, podría alcanzar los 130.000 millones en 2032.
La "Declaración de Casablanca"
El 3 de marzo de 2023, un centenar de expertos de 75 nacionalidades, juristas, médicos, psicólogos y filósofos firmaron desde la capital marroquí la "Declaración de Casablanca", en la que piden la instauración de un tratado que suprima la maternidad subrogada.
Convencidos de que "el contrato por el que uno o varios patrocinadores acuerdan con una mujer que ésta geste uno o varios hijos con el fin de entregárselos al nacer, sea cual sea su nombre y sus procedimientos", viola la dignidad humana, los participantes pidieron a los gobiernos que condenen la gestación subrogada "en todas sus formas y procedimientos, remunerados o no, y que adopten medidas para luchar contra esta práctica".
El apoyo de Italia
La ministra italiana de la familia, Eugenia Rocella, participó de la conferencia internacional que se reúne en Roma y aseveró que "está claro que se trata de un verdadera sistema comercial que requiere una organización compleja y bien establecida que necesariamente implica costos considerables".
Italia, a partir de la decisión de la premier Giorgia Meloni, busca establecer al alquiler de vientres como un "delito universal", es decir que sea penado no solo en su territorio, sino que cada italiano pueda ser penalizado incluso si recurre a la práctica en el extranjero.
Entre los participantes están también la jordana Reem Alsalem, Relatora Especial de las Naciones Unidas sobre la violencia contra las mujeres y las niñas y, de parte del Vaticano, monseñor Miroslaw Wachowski, Subsecretario para las Relaciones con los Estados y las Organizaciones Internacionales.
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