Francisco anima a "deshacerse de una fe comercial y mecánica" El Papa abraza a Gloria Cecilia Narváez tras su liberación
"Una fe sin don, sin gratuidad, sin obras de caridad al final nos entristece"
"La fe no puede limitarse a los noes, porque la vida cristiana es un sí, un sí de amor"
"A menudo hacemos lo mínimo indispensable, mientras que Jesús nos invita a hacer lo máximo posible. ¡Cuántas veces nos conformamos con los deberes —los preceptos y alguna oración—, mientras Dios, que nos da la vida, nos pide impulsos de vida!"
"A menudo hacemos lo mínimo indispensable, mientras que Jesús nos invita a hacer lo máximo posible. ¡Cuántas veces nos conformamos con los deberes —los preceptos y alguna oración—, mientras Dios, que nos da la vida, nos pide impulsos de vida!"
Una multitud espera al Papa en la plaza de San Pedro. El 'santo pueblo de Dios' ya se ha puesto en modo sínodo, seguramente más que muchos de los que, con dudas, participan en la Asamblea iniciada ayer. Desde el balcón del palacio apostólico, Francisco se asomó al mediodía soleado romano con una sonrisa en los labios.
Como informó justo antes del Angelus Matteo Bruni, antes de la celebración de la Misa de apertura del Sínodo, Bergoglio pudo saludar a la religiosa colombiana Gloria Cecilia Narváez, secuestrada en 2017 en Mali y recientemente liberada. Y que buscó el abrazo de Pedro. Y fue bendecida en la basílica. Las gestiones diplomáticas, silenciosas, calladas, del Vaticano, han terminado por dar sus frutos.
En su reflexión previa al Angelus, Francisco recordó el pasaje bíblico del joven rico, que "nos permite hacer un test sobre la fe". Con alguna pregunta clave, como "¿Qué he de hacer para tener en herencia vida eterna?", que encierra un modo de entender la religiosidad como "una relación comercial con Dios, un do ut des".
¿Un Dios contable y controlador?
"La fe, en cambio, no es un rito frío y mecánico, un 'debo-hago- obtengo'", sino "una cuestión de libertad y amor", proclamó el Papa. "¿Qué es la fe para mí?", preguntó. "Si es principalmente un deber o una moneda de cambio, estamos muy mal encaminados, porque la salvación es un don y no un deber, es gratis y no se puede comprar", recalcó. Por ello, "lo primero que hay que hacer es deshacerse de una fe comercial y mecánica, que insinúa la falsa imagen de un Dios contable y controlador, no un padre".
Porque la fe, "nace y renace no de un deber, no de algo que hay que hacer, sino de una mirada de amor que ha de ser acogida", y se muestra "en la mirad de Dios". Y aquí, otra pregunta del test: "¿Está tu fe cansada y quieres revitalizarla? Busca la mirada de Dios: ponte en adoración, déjate perdonar en la Confesión, párate ante el Crucifijo. En definitiva, déjate amar por Él".
Tras la pregunta, y la mirada, la invitación de Jesús: "Vete, vende lo que tienes y dáselo a los pobres", Algo que, señaló Francisco, "quizás también nos falta a nosotros. A menudo hacemos lo mínimo indispensable, mientras que Jesús nos invita a hacer lo máximo posible. ¡Cuántas veces nos conformamos con los deberes —los preceptos y alguna oración—, mientras Dios, que nos da la vida, nos pide impulsos de vida!".
Un sí ante demasiados noes
"La fe no puede limitarse a los noes, porque la vida cristiana es un sí, un sí de amor", recordó Bergoglio. Más allá de los mandamientos, más allá de las prohibiciones, la fe es una propuesta y un don. "Una fe sin don y sin gratuidad es incompleta. Podríamos compararla con un alimento rico y nutritivo que carece de sabor, o con un partido bien jugado pero sin goles. Una fe sin don, sin gratuidad, sin obras de caridad al final nos entristece".
"Una fe sin don y sin gratuidad es incompleta. Podríamos compararla con un alimento rico y nutritivo que carece de sabor, o con un partido bien jugado pero sin goles. Una fe sin don, sin gratuidad, sin obras de caridad al final nos entristece"
Una última batería de preguntas: "¿Cuál es la situación de mi fe? ¿La vivo como algo mecánico, como una relación de deber o de interés con Dios? ¿Me recuerdo de alimentarla dejando que Jesús me mire y me ame? Y, atraído por Él, ¿ correspondo con la gratuidad?". Y una advocación:"Que la Virgen María, que dijo un sí total a Dios, un sí sin peros, nos haga gustar la belleza de hacer de la vida un don".
Tras el Angelus, el Papa anunció la proclamación de nuevos beatos, en Nápoles o Calabria, y recordó a los enfermos mentales en su jornada mundial. "Oremos por las víctimas de estas enfermedades, a fin de que n o los dejemos solos, sino apoyados y sostenidos".
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