El Papa lamenta el accidente de Medjugorje y bendice a los participantes en la PEJ Francisco, sobre Ucrania: "Es posible dialogar, poner fin a los combates y llegar a una paz justa y duradera"

Mucho calor en el primer Angelus del 'ferragosto' romano. Pero ello no impidió que el Papa quisiera agradecer la salida de los puertos de Ucrania de los primeros barcos con cereal. "Este aso demuestra que es posible dialogar", apuntó el Papa, señalando su "esperanza" para "poner fin a los combates y llegar a una paz justa y duradera". ¿Tal vez con el Papa en Kiev?

Antes, durante la reflexión previa al Angelus, el Papa recuerda el pasaje del Evangelio en el que pide a los discípulos que no tengan miedo, y les invita a "estar alerta". "Se tata de dos palabras-clave para derrotar los miedos que a veces nos paralizan y para superar la tentación de una vida pasiva, adormecida", indicó Francisco.

En primer lugar, la invitación a "no temer", con los lirios del campo y los pájaros del cielo como metáfora. "No hay que afanarse y agitarse: nuestra historia está firmemente en las manos de Dios. Nos alienta esta invitación de Jesús a no temer", recalcó Bergoglio, quien no obstante admitió cómo "a veces, en efecto, nos sentimos presos de un sentimiento de desconfianza y de angustia: es el miedo a no lograrlo, a no ser reconocidos y amados, a no conseguir realizar nuestros proyectos, a no ser nunca felices...".

Seguridades y ansiedades

"Y entonces nos afanamos buscando soluciones, para encontrar algún espacio en el que emerger, para acumular bienes y riquezas, para obtener seguridades; y terminamos viviendo en la ansiedad y en la preocupación constante", advirtió.

Amar significa estar atento a los demás, darse cuenta de sus necesidades, estar disponibles para escuchar y acoger, estar preparados

Jesús, sin embargo, "nos tranquiliza". Es ese "¡no temáis! Fiaos del Padre, que desea daros todo lo que realmente necesitáis". Ojo: "¡Pero saber que el Señor nos cuida con amor no nos autoriza a dormir, a dejarnos llevar por la pereza! Al contrario, debemos estar despiertos, vigilantes", porque "amar significa estar atento a los demás, darse cuenta de sus necesidades, estar disponibles para escuchar y acoger, estar preparados".

No dormirse, no estar distraídos

Esta es, precisamente, la segunda invitación: "Estén preparados". Citando el 'Hamlet' de Shakespeare, Francisco  subrayó que el llamado a estar preparados "es sabiduría cristiana", y que Jesús así lo apunta en el Evangelio de hoy, hasta en tres ocasiones: el patrón que vuelve sin previo aviso de la boda; en la segunda no quiere dejarse sorprender por los ladrones, y en la tercera vuelve de un largo viaje. "En todas, el mensaje es el mismo: es necesario estar despiertos, no dormirse, es decir no estar distraídos, no ceder a la pereza interior, porque, también en las situaciones en las que no lo esperamos, el Señor viene".

"Y al final de nuestra vida nos pedirá cuentas de los bienes que nos ha encomendado; por esto, vigilar significa también ser responsables, es decir custodiar y administrar esos bienes con fidelidad", clamó Francisco. "Hemos recibido tanto: la vida, la fe, la familia, las relaciones, el trabajo, pero también los lugares en los que vivimos, nuestra ciudad, la creación. Tratemos de preguntarnos: ¿cuidamos de este patrimonio que el Señor nos ha dejado? ¿Custodiamos la belleza o usamos las cosas solo para nosotros y para nuestras conveniencias del momento?".

"Recibí con dolor la noticia del accidente de peregrinos camino de Medjugorje, que la Virgen interceda por las familias", apuntó el Papa tras el rezo del Angelus, bendiciendo también a los participantes y organizadores de la Peregrinación Europea de Jóvenes. "Que su vida sea siempre un camino de alegría".

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