El Papa, a los tribunales vaticanos: "La justicia no es una abstracción ni una utopía" Francisco pide perdón por "comportamientos que empañan el rostro de la Iglesia y suscitan escándalo en la comunidad de los fieles"
"El problema no son los pleitos, sino los hechos y conductas que los originan y los hacen dolorosamente necesarios"
"Hay guerras que a veces tocan más de cerca, pero la realidad es que hay muchos conflictos en el mundo, y son una especie de autodestrucción"
"En los últimos años, las disputas legales y los juicios relacionados con ellas han aumentado, al igual que, en no pocos casos, la gravedad de las conductas que salen a la luz, especialmente en el ámbito de la gestión patrimonial y financiera". El Papa Francisco ha pedido perdón, durante la apertura del Año Judicial del Tribunal del Estado del Vaticano, por los "comportamientos que empañan el rostro de la Iglesia y suscitan escándalo en la comunidad de los fieles".
"Aquí hay que ser claros y evitar el riesgo de "confundir el dedo con la luna": el problema no son los pleitos, sino los hechos y conductas que los originan y los hacen dolorosamente necesarios", señaló en el discurso dirigido a los miembros de la judicatura vaticana, a quienes ha recordado que " el camino de la justicia hace posible una fraternidad en la que todos son protegidos, especialmente los más débiles".
Avances tras la "terrible prueba de la pandemia"
Durante su intervención, en el Palacio Apostólico, Bergoglio recalcó cómo, en los últimos tiempos, "tras la terrible prueba de la pandemia, con su pesada secuela de luto y crisis, esperábamos una pronta recuperación, alimentada y sostenida por un amplio espíritu de solidaridad".
"Esperábamos y trabajábamos para que el egoísmo y el afán de lucro se dejaran a un lado en un intento de recomenzar juntos, nacional y supranacionalmente, mostrando sentido de responsabilidad y capacidad de cooperación", destacó el Papa. Por fortuna, "en muchas partes del planeta y en muchas iniciativas esta esperanza y este deseo han encontrado una realización concreta, con creyentes y no creyentes trabajando codo con codo".
La guerra de Ucrania y las guerras del mundo
Sin embargo, "justo cuando intentábamos avanzar en este camino de recuperación gradual, el estallido del conflicto en Ucrania y su trágica evolución volvieron a sumir al mundo entero en una profunda crisis, agravada por los múltiples brotes de guerra que siguen estallando también en otras naciones".
Así, lamentó el Papa, "hay guerras que a veces tocan más de cerca, pero la realidad es que hay muchos conflictos en el mundo, y son una especie de autodestrucción". Ante estos escenarios, insistió, "crece en nosotros el anhelo de paz y justicia. Refuerza en nuestra conciencia, hasta hacerse imperativa, la necesidad de dar testimonio para ayudar a construir la paz y la justicia".
"Todo compromiso por la paz implica y exige un compromiso por la justicia", añadió Francisco, quien abundó en que "la paz sin justicia no es verdadera paz, no tiene fundamento sólido ni posibilidad de futuro. Y la justicia no es una abstracción ni una utopía". Especialmente, a quienes, como los destinatarios del mensaje, se dedican al ámbito judicial.
Misericordia, justicia y cercanía
"En esta perspectiva operan los Tribunales del Estado de la Ciudad del Vaticano, que desempeñan un valioso papel en beneficio de la Santa Sede cuando se trata de resolver litigios civiles o penales". Litigios que "deben juzgarse sobre la base de un complejo entramado de fuentes canónicas y civiles, como el previsto por el sistema vaticano, cuya aplicación requiere conocimientos específicos". Unas disputas que, admitió, han aumentado en los últimos años, con "comportamientos por parte de los miembros de la Iglesia" que "perjudican gravemente su eficacia para reflejar la luz divina".
A la hora de actuar, el Papa abogó por una "actitud de misericordia y cercanía", especialmente cuando los implicados "se encuentran en dificultades, cuando cometen errores, cuando están sometidos a la prueba del juicio". "Misericordia y justicia no son alternativas, sino que caminan juntas, procediendo en equilibrio hacia el mismo fin, porque la misericordia no es la suspensión de la justicia, sino su cumplimiento", concluyó.