Jorge Mario Bergoglio compartió recuerdos e ilusiones con los jesuitas El Papa visita la Curia jesuita en el 481 aniversario del nacimiento de la Compañía de Jesús
Ignacio y sus compañeros buscaron el apoyo de algunas de las personalidades más destacadas de Europa, a las que se les pidió que intervinieran ante el Papa para obtener el reconocimiento oficial, que permitiría al grupo alcanzar sus objetivos fundamentales: "una mayor gloria para Dios y el servicio a los hombres y mujeres a los que serían enviados"
Ayer, 27 de septiembre, se cumplían 481 años desde que el Papa Pablo III estableciera la Compañía de Jesús. Ignacio de Loyola y sus primeros compañeros alcanzaban, el 27 de septiembre de 1540, el primero de muchos hitos en un camino que ha llevado a los jesuitas a convertirse en la congregación más importante del mundo, y en una de las organizaciones más relevantes del mundo (no sólo en el ámbito religioso).
Por tener, la Compañía cuenta con su primer Papa jesuita, el argentino Jorge Mario Bergoglio, quien ayer quiso recorrer los pocos pasos que separan el Vaticano del Borgo Santo Espirito, para conmemorar con sus hermanos esta efemérides.
Así, el Papa quiso recordarles su trabajo, fundado en la oración y compartido en la misión, desde la aprobación de la bula "Regimini militantis Ecclesiae" hasta nuestros días.
Precisamente en su viaje a Eslovaquia, el Papa se encontró con 53 jesuitas a quienes les indicó que «la oración ayuda a comprender si falta y cuándo falta el fervor. Es necesario hablar con los hermanos, con los superiores y luego hacer un discernimiento para saber si es una desolación personal o una desolación más bien comunitaria. Los Ejercicios dan la posibilidad de encontrar respuestas a preguntas como esa. Yo estoy convencido de que no conocemos bien los Ejercicios. Las notas y las reglas del discernimiento son un verdadero tesoro. Debemos conocerlos mejor».
"Durante estos meses de espera -rememora la Compañía de Jesús- San Ignacio y sus compañeros buscaron el apoyo de muchas personas, algunas de las más destacadas de Europa, otras más humildes que habían visto los frutos del trabajo de los primeros jesuitas en Roma. Se les pidió que intervinieran ante el Papa para obtener el reconocimiento oficial, que permitiría al grupo alcanzar sus objetivos fundamentales: una mayor gloria para Dios y el servicio a los hombres y mujeres a los que serían enviados".
El 27 de septiembre de 1540, el Papa Pablo III aprobó la bula "Regimini militantis Ecclesiae" q establecía la Compañía de Jesús.
— Jesuitas Global (@JesuitasGlobal) September 27, 2021
481 años después, el @Pontifex_es visitó a sus hermanos en la Curia Jeusita para recordarles su trabajo, fundado n la oración, compartido en la misión pic.twitter.com/EWQcNOCAfv
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