El mismo día en que la OMS declaró la "pandemia global" El Papa invoca a la Virgen para luchar contra el coronavirus: "Líbranos de todo peligro"

El Papa Francisco pidió a la Virgen María por el bienestar del mundo en medio del brote por coronavirus que mantiene en alerta al mundo. El pontífice publicó un video desde la Biblioteca del Palacio Apostólico del Vaticano. “No deseches las oraciones que te dirigimos, en nuestras necesidades, antes bien líbranos de todo peligro”, expresó.

Este miércoles la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró que el brote de coronavirus ya es una “pandemia global”. El organismo elevó la categoría del brote por medio de una conferencia de prensa, encabezada por el director general de la entidad, Tedros Ghebreyesus. Desde la OMS señalaron que el elevado número de casos fuera de China obligó a la necesidad de modificar la definición.

En ese marco, el Papa Francisco compartió un mensaje por la grave situación sanitaria que se vive a nivel mundial. “Bajo tu amparo nos acogemos, santa Madre de Dios”, manifestó. “No deseches las oraciones que te dirigimos, en nuestras necesidades, antes bien líbranos de todo peligro, ¡oh Virgen gloriosa y bendita!”, expresó el líder religioso.

La oración fue publicada con motivo de una misa celebrada sin fieles, en el Santuario de la Virgen del Divino Amor, a 30 kilómetros de la Ciudad del Vaticano. Uno de los objetivos de la misa fue pedir por los pacientes de coronavirus y de todo el personal médico y sanitario a cargo de la atención. Cabe recordar que Italia es el segundo país del mundo con más números de contagio, solo después de China.

“María, signo de salvación y esperanza”. #Oración del #PapaFrancisco a la #Virgen del Divino Amor pic.twitter.com/AfVJ1moIm8

— Vatican News (@vaticannews_es) March 11, 2020

Oración del Papa

Oh María,

Tú resplandeces siempre en nuestro camino como signo de salvación y esperanza. Nosotros nos encomendamos a Ti, salud de los enfermos, que ante la Cruz fuiste asociada al dolor de Jesús manteniendo firme tu fe.

Tú, Salvación del Pueblo Romano, sabes lo que necesitamos y estamos seguros de que proveerás para que, como en Caná de Galilea, pueda regresar la alegría y la fiesta después de este momento de prueba.

Ayúdanos, Madre del Divino Amor, a conformarnos a la voluntad del Padre y a hacer lo que nos dirá Jesús, que ha tomado sobre sí nuestros sufrimientos. Y ha tomado sobre sí nuestros dolores para llevarnos, a través de la Cruz, al gozo de la Resurrección. Amén.