Francisco volvió a reclamar el fin de la deuda externa y de la “deuda ecológica” con los países pobres El Papa agradece el alto el fuego entre Israel y Palestina, y reclama "que se sigan los caminos del diálogo y la paz"
Este sábado por la tarde, los Ordinarios Católicos de Tierra Santa celebrarán con sus fieles la Vigilia de Pentecostés en la Iglesia de San Esteban de Jerusalén, implorando el don de la paz. “Aprovecho la ocasión para pedir a todos los pastores y fieles de la Iglesia católica que se unan a ellos en la oración”
Lamentó “la creciente dificultad, si no incapacidad” de la comunidad internacional “para buscar soluciones comunes y compartidas a los problemas de nuestro mundo así como a la necesidad de que la comunidad internacional”
“También pienso en la deuda económica, que pesa sobre muchos países que luchan por sobrevivir, y en la ‘deuda ecológica’ que tenemos con la propia naturaleza, así como con los pueblos y países afectados por la degradación medioambiental provocada por el hombre y la pérdida de biodiversidad”
Anima a los nuevos embajadores a responder a los "desafíos éticos” para “construir un mundo en el que la persona humana esté en el centro, las finanzas estén al servicio del desarrollo integral y la Tierra, nuestra casa común, sea protegida y cuidada”
“También pienso en la deuda económica, que pesa sobre muchos países que luchan por sobrevivir, y en la ‘deuda ecológica’ que tenemos con la propia naturaleza, así como con los pueblos y países afectados por la degradación medioambiental provocada por el hombre y la pérdida de biodiversidad”
Anima a los nuevos embajadores a responder a los "desafíos éticos” para “construir un mundo en el que la persona humana esté en el centro, las finanzas estén al servicio del desarrollo integral y la Tierra, nuestra casa común, sea protegida y cuidada”
“Doy gracias a Dios por la decisión de detener los enfrentamientos armados y espero que se sigan los caminos del diálogo y la paz”. El Papa Francisco saludó el alto el fuego entre Israel y Hamás, después de dos semanas de intensos bombardeos, centenares de muertos y una semilla de odio que no termina de angostarse.
Durante la recepción a los nuevos embajadores de Singapur, Zimbabwe, Bangladesh, Argelia, Sri Lanka, Barbados, Suecia, Finlandia y Nepal ante la Santa Sede, Bergoglio volvió a reclamar el fin de la deuda externa y de la “deuda ecológica” con los países pobres, al tiempo que lamentó “la creciente dificultad, si no incapacidad” de la comunidad internacional “para buscar soluciones comunes y compartidas a los problemas de nuestro mundo así como a la necesidad de que la comunidad internacional”.
Cultura del cuidado global
Francisco arrancó su discurso lamentando cómo, “debido a la pandemia, la crisis social y económica se ha agravado en todo el mundo”. “La pandemia nos ha hecho más conscientes de nuestra interdependencia como miembros de la única familia humana, así como la necesidad de estar atentos a los pobres y desamparados entre nosotros”, subrayó Bergoglio, quien instó a “dar pasos concretos y verdaderamente valientes para desarrollar una "cultura del cuidado" global”, que “pueda inspirar el surgimiento de nuevas relaciones y estructuras de cooperación al servicio de la solidaridad, el respeto a la dignidad humana, la ayuda mutua y la justicia social”.
Sin embargo, Francisco lamentó cómo este tiempo “también nos ha hecho conscientes de que la comunidad internacional experimenta una creciente dificultad, si no incapacidad, para buscar soluciones comunes y compartidas a los problemas de nuestro mundo”, que se refleja en “problemas globales urgentes como la migración y el cambio climático”, así como las crisis humanitarias que a menudo se derivan de ellos.
Un deber moral intergeneracional
“También pienso en la deuda económica, que pesa sobre muchos países que luchan por sobrevivir, y en la ‘deuda ecológica’ que tenemos con la propia naturaleza, así como con los pueblos y países afectados por la degradación medioambiental provocada por el hombre y la pérdida de biodiversidad”, subrayó el Papa, quien recalcó que dichos problemas “no son simplemente políticos o económicos; son cuestiones de justicia, una justicia que no puede seguir siendo ignorada o pospuesta”. “Es un deber moral intergeneracional, porque la seriedad con la que respondemos a estas cuestiones determina el mundo que dejamos a nuestros hijos”, promulgó.
En este sentido, destacó el trabajo de los diplomáticos en “el desarrollo de un consenso global capaz de responder a estos desafíos éticos” para “construir un mundo en el que la persona humana esté en el centro, las finanzas estén al servicio del desarrollo integral y la Tierra, nuestra casa común, sea protegida y cuidada”.
Antes de concluir, Francisco quiso dirigir su pensamiento a lo que está sucediendo en Tierra Santa. “Doy gracias a Dios por la decisión de detener los enfrentamientos armados y espero que se sigan los caminos del diálogo y la paz”, apuntó el Papa, quien anunció que este sábado por la tarde, los Ordinarios Católicos de Tierra Santa celebrarán con sus fieles la Vigilia de Pentecostés en la Iglesia de San Esteban de Jerusalén, implorando el don de la paz.
“Aprovecho la ocasión para pedir a todos los pastores y fieles de la Iglesia católica que se unan a ellos en la oración”, concluyó el Papa, instando a “que israelíes y palestinos encuentren el camino del diálogo y del perdón, para que sean constructores pacientes de la paz y de la justicia, abriéndose, paso a paso, a una esperanza común, a una convivencia entre hermanos”.