Duro alegato de Francisco contra “la idolatría del dinero” y por la transparencia El Papa se compromete ante Moneyval a "expulsar a los mercaderes del templo"
Francisco volvió a denunciar “la falsedad del dogma neoliberal”, una suerte de nuevo “culto al antiguo becerro de oro” que “ha encontrado una nueva y despiadada versión en el fetichismo del dinero y en la dictadura de una economía sin rostro y sin un propósito verdaderamente humano"
"La especulación financiera, con el beneficio fácil como su propósito fundamental, continúa haciendo masacres"
Tras diez días de análisis y estudios, Moneyval ha concluido su visita al Vaticano. En el horizonte, sacar a la Santa Sede del tristemente selecto club de países en riesgo de sufrir blanqueo de capitales o financiación del terrorismo. En mitad del escándalo Becciu, Francisco ha impulsado una política de transparencia y lucha contra el fraude, caiga quien caiga, y así lo ha expresado a los expertos del Consejo de Europa, a quienes ha recibido esta mañana en audiencia.
Ante ellos, el Papa se ha comprometido a “expulsar a los mercaderes del templo”, al tiempo que ha condenado “la idolatría del dinero”, y ha apostado por “la coexistencia pacífica de la humanidad en la tierra y a la financiación que no oprime a los más débiles y necesitados”. “Todo está interrelacionado”, ha asegurado, abundando en uno de los ejes de su última encíclica.
Dinero manchado de sangre
“Es necesario repensar nuestra relación con el dinero”, admitió Bergoglio, quien lamenta cómo “a veces, para acumular riqueza, no se presta atención a su origen, a las actividades más o menos lícitas que la han originado y a la lógica de explotación que puede subyacer a ella”.
“Así, sucede que en algunas áreas uno toca el dinero y se mancha las manos con sangre, la sangre de sus hermanos. O, de nuevo, puede suceder que los recursos financieros estén destinados a sembrar el terror, a afirmar la hegemonía del más fuerte, del más prepotente, de los que sin escrúpulos sacrifican la vida de su hermano para afirmar su poder”, lamentó.
Sucede que en algunas áreas uno toca el dinero y se mancha las manos con sangre, la sangre de sus hermanos
Francisco recordó su propuesta, incluida en ‘Fratelli Tutti’, de utilizar el dinero gastado en armas para “un Fondo mundial para ayudar a los más desheredados”. Del mismo modo, volvió a denunciar “la falsedad del dogma neoliberal”, una suerte de nuevo “culto al antiguo becerro de oro” que “ha encontrado una nueva y despiadada versión en el fetichismo del dinero y en la dictadura de una economía sin rostro y sin un propósito verdaderamente humano".
De hecho, "la especulación financiera, con el beneficio fácil como su propósito fundamental, continúa haciendo masacres", añadió, citando de nuevo a su encíclica.
Para el Papa, “las políticas de lucha contra el blanqueo de dinero y el terrorismo constituyen un instrumento de vigilancia de las corrientes financieras que permite intervenir cuando surgen esas actividades irregulares o incluso delictivas”. Igual que hizo Jesús, que “expulsó a los mercaderes del templo y enseñó que no se puede servir a Dios y a las riquezas”.
Medidas tomadas por la Santa Sede
Con este compromiso, la Santa Sede ha adoptado recientemente “algunas medidas sobre la transparencia en la gestión del dinero y para combatir el blanqueo de dinero y la financiación del terrorismo”, entre las que citó el Motu Proprio del 1 de junio pasado para una gestión más eficaz de los recursos; o la orden del 19 de agosto, que sometió a las organizaciones de voluntarios y a las personas jurídicas del Estado de la Ciudad del Vaticano a la obligación de informar sobre actividades sospechosas a la Autoridad de Inteligencia Financiera.
Todo ello, con el objetivo de “proteger unas "finanzas limpias", dentro de las cuales se impide a los "mercaderes" especular en ese templo sagrado que es la humanidad, según el amoroso plan del Creador”, concluyó.