"La falsedad contamina el anuncio, corrompe por dentro, conduce de nuevo al sepulcro" Francisco: "Desde el sepulcro, Jesús nos invita a salir de las tumbas de nuestros miedos"

Francisco, en el Regina Coeli
Francisco, en el Regina Coeli

"Si nos abrimos y llevamos el Evangelio, nuestro corazón se  expande y supera el miedo"

"Nosotros nos escandalizamos con razón cuando, a través de la información, descubrimos engaños y mentiras en la vida de las personas y en la sociedad. ¡Pero pongamos también nombre a las falsedades que llevamos dentro!"

"El Señor sabe que los miedos son nuestros enemigos cotidianos. También sabe que nuestros miedos nacen del gran miedo, el miedo a la muerte: miedo a desvanecerse, a perder a los seres queridos, a enfermar, a no poder más..."

"Jesús nos invita a salir de las tumbas de nuestros miedos", las que están agazapadas "a la puerta de nuestro corazón". En su reflexión, con motivo del Regina Coeli que pronunció desde el balcón de los apartamentos pontificios, Francisco puso énfasis en la aparición de Jesús a las mujeres que habían ido al sepulcro. "Jesús sale a su encuentro y las saluda; luego les  dice dos cosas, que también a nosotros nos vendrá bien recibir como regalo de Pascua", explicó. 

En primer lugar, "las tranquiliza con dos simples palabras: 'No tengáis miedo'", porque "el Señor sabe que los miedos son nuestros enemigos cotidianos. También sabe que nuestros miedos nacen del gran miedo, el miedo a la muerte: miedo a desvanecerse, a perder a los seres queridos, a enfermar, a no poder más... Pero en la Pascua Jesús venció a la muerte".

El balcón vacío
El balcón vacío

Unas palabras poderosas, pronunciadas "junto al sepulcro del que salió victorioso". "Así -apuntó Bergoglio- nos invita a salir de las tumbas de nuestros miedos", pues "sabe que el miedo está siempre agazapado a la puerta de nuestro corazón y  que necesitamos que nos repitan no temas: en la mañana de Pascua como en la mañana de cada día".

Combatir el miedo

"No tengan miedo, no tengan miedo", repitió, una y otra vez, el Papa. Pero, añadió, "¿cómo podemos combatir concretamente el miedo?". Con la segunda cosa que Jesús dijo a las mujeres: "Id a proclamar.  El miedo siempre nos encierra en nosotros mismos; Jesús, en cambio, nos deja salir y nos envía a los  demás. Aquí está el remedio".  

"Pero yo -podemos decir- ¡no soy capaz!", admitió el Papa. "Aquellas mujeres no eran ciertamente las más idóneas ni  preparadas para anunciar al Resucitado, pero al Señor no le importa. A Él le importa que salgan y lo  anuncien".

Fieles siguen el Regina Coeli
Fieles siguen el Regina Coeli

¿Por qué? "Porque la alegría de la Pascua no es para guardarla para uno mismo. La alegría de Cristo se  fortalece al darla, se multiplica al compartirla. Si nos abrimos y llevamos el Evangelio, nuestro corazón se  expande y supera el miedo".

El anuncio, no obstante, "puede encontrar un obstáculo: la falsedad", como la del "contra-anuncio" de los soldados que habían custodiado el templo, que recibieron dinero para afirmar que "sus  discípulos vinieron de noche y lo robaron mientras dormíamos". "El poder del dinero, ese otro señor al que no hay que servir nunca", improvisó.

El Papa, en el Regina Coeli
El Papa, en el Regina Coeli

Los sepulcros de la falsedad y las dobleces

"Aquí está la falsedad, la lógica de la ocultación, que se opone a la proclamación de la verdad", denunció Francisco, quien vio en este pasaje "un recordatorio también para nosotros: la falsedad -en las palabras y en la vida- contamina el anuncio, corrompe por dentro, conduce de nuevo al sepulcro".

El Resucitado, en cambio, "quiere sacarnos de los sepulcros de la falsedad y las dobleces", clamó el Papa, quien culminó apuntando cómo "nosotros nos escandalizamos con razón cuando, a través de la información, descubrimos engaños y mentiras en la vida de las personas y en la sociedad. ¡Pero pongamos también nombre a las falsedades que llevamos dentro! Y pongamos nuestra opacidad ante la  luz de Jesús resucitado. Él quiere sacar a la luz las cosas ocultas, hacernos testigos transparentes y  luminosos de la alegría del Evangelio, de la verdad que nos hace libres".

"¡Que la gracia del Señor Resucitado caiga sobre vosotros! Que las peleas, las guerras, dejen paso a la reconciliación. Porque lo que hizo Jesús en el calvario con su resurrección fue reconciliar a todos nosotros con Dios. Dios ha vencido la batalla decisiva contra el espíritu del mal... convirtámonos a sus designios de paz y justicia", apuntó el Papa tras el rezo. 

Al tiempo, Francisco agradeció las oraciones por su salud, y anunció su presencia, esta tarde, en un macroencuentro con jóvenes. 

Boletín gratuito de Religión Digital
QUIERO SUSCRIBIRME

Etiquetas

Volver arriba