Porque de haberte conocido, amándote y cantándote
Ya no seré el mismo semejante siéndolo
| Alfonso Olaz
¡En verdad, si te conociera Señor
que conocimiento de TÍ tendría!
Ya no haría cálculos de la medida del hermano Sol y la hermana Luna
Ni mediría la bóveda celeste
Ya no pensaría como hombre
Ya nada diría
No haría cálculos de cómo eres, de cómo amas y actúas
Ya el día, sería día
Ya la noche sería noche
La luna y las estrellas ya serían mías,
y yo ya sería del todo tuyo,
de mi hermano muy humano y también divino
Y vería que: el día y el sol están al medio día,
ya casi tocándote a ti, en lo mas alto junto a TÍ
Hermano Día, Hermano Sol
Benditos seais, por ser de Él
Y nada puede oscureceros
¡Entonces!
Ya nada te pediría.
Te dejaría ser cómo eres.
Espíritu del día y de la noche
Solo te rogaría que conociéndote
El mundo te conociera
Amándote
El hombre te amara
Cantándote, tus hijos te cantaran y alabaran
¡Señor!
Haz que rompa esta tela humana
Estos hierros que me encadenan
Esta prisión que es una condena
Y liberándome de todo ello
me libere de mí mismo
para ser ya de ti mismo
caminando ya en verdad
Y aun siendo ya el mismo
Ya no serlo, por ser yo mismo
Y amando yo mismo
Ya no ser yo el que ama
Porque de haberte conocido, amándote y cantándote
Ya no seré el mismo semejante siéndolo
Del Evangelio a la Vida
De la Vida al Evangelio