Si no te encuentras en las escenas del Evangelio. ¡Qué extraño es! Todos nosotros estamos ahí. ❤️ ¡Si no vivo para ser evangelio! ¡No vivo para servir a mis hermanos!

❤️ ¡Si no vivo para ser evangelio!     ¡No vivo para servir a mis hermanos!
❤️ ¡Si no vivo para ser evangelio! ¡No vivo para servir a mis hermanos!

Padre

Ya no me importará nada.

Solo estar en tu presencia

❤️ ¡Si no vivo para ser evangelio!   ¡No vivo para servir a mis hermanos!
❤️ ¡Si no vivo para ser evangelio! ¡No vivo para servir a mis hermanos! Alfonso Olaz

❤️

 ¡Si no vivo para ser evangelio!
  ¡No vivo para servir a mis hermanos!

Sí, entre las preciosas páginas del Evangelio del amor
tu nombre no logras ver.
Entre los amigos de Jesús
Ni entre la muchedumbre
Ni en el círculo de los pobres.
Será quizás porque no confías en él.

Si no te encuentras en las escenas del Evangelio.
¡Qué extraño es!
Todos nosotros estamos ahí.
Solo tienes que creer...

Cuando tu entendimiento, memoria y voluntad están tocados
Es quizás porque no estás haciendo lo que tu Padre quiere de ti.
Vivir de su total y absoluta confianza

Él te ha dado toda su fuerza, toda: para que vivas el evangelio, en alegría, paz y bien

No para que te desanimes por lo que es relativo,
que casi todo es ya relativo.
Si no para que conozcas que lo único que vale la pena es él, lo absoluto.

Cuando en él confías y sigues leyendo, tu nombre aparece muy cerca de él, en todas las escenas del Evangelio


Padre
Tú siempre me escuchas.
Aun cuando atravieso el desierto, ahí estás tú.
En la noche oscura estás tú.
Tú jamás abandonas a tus hijos
No quieres que sufran en la injusticia

Padre
Te doy gracias por la noche oscura, por el desierto
Si no la tendría, no te amaría.
Si no te olvidaría por no tenerla
Y por no tenerla jamás olvidarte

Porque con la razón no volaré tan alto para darte alcance
Y en tu absoluto amor di caza a la caza para alcanzarte.
Padre
Siempre nos quieres alegres
Siempre nos quieres tranquilos
¡Siempre nos quieres en paz!

¿Entonces qué nos pides?

Vivir en amistad fuerte contigo
Hacer oración de la vida
Para estar continuamente en tu presencia
Habiendo abandonado el ego
Viviendo ya solo para él

Sin importante el juicio del hombre.
Sin turbarte el juicio del mundo
Sin esperar nada de la higuera, que ya no da fruto

Entrar en su corazón que mendiga tu amor
Ser constantes en las tribulaciones
Como tú lo fuiste con tu padre
Solo vivir para ti y lo demás no vale nada, como una moneda falsa

Padre
Ya no me importará nada.
Solo estar en tu presencia
El mundo será lo relativo
Contigo ya nada me podrá dañar

Señor.
No permitas que la verdadera alegría se me convierta en tristeza por los acontecimientos de la vida

No permitas que las tinieblas entren en mi corazón y ensombrezca tu verdadera alegría.

Solo quieres que sea muy feliz
Llevar tu alegría, tus ganas de vivir, por donde pase cada día
Entre los caminos que tú me lleves


Aprender a desaprender
Para volver a comenzar
Comenzar a perdonarme para sanarme
Y perdonar a los demás para sanarlos para ti.

Para ser solo un pobre hermano franciscano
Con la alegría de la mujer que me has dado, con los hijos tuyos que me has prestado
Con la fraternidad universal que me has regalado

Para ser amigo tuyo y hermano de toda la fraternidad universal.

Del Evangelio a la Vida
De la vida al evangelio




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