Hoy, 2 de marzo, el cardenal limosnero del Papa, monseñor Konrad Krajewski, inauguro el nuevo pabellón del hospital pediátrico de Bangui, el único hospital infantil de la República Centroafricana, en presencia del presidente Faustin Touadera y de miembros del gobierno. Es la culminación de un proyecto que comenzó con la visita del Papa Francisco a este país a finales de noviembre de 2015.

Recuerdo muy bien como el Papa, fuera de programa, durante el primer día de su visita a Bangui, entro en el hospital pediátrico Al día siguiente, durante la conferencia de prensa en el avión, lo explicaba así:

"Ayer fui al hospital pediátrico, el único de Bangui y del país. En terapia intensiva no tienen instrumentos para el oxígeno. Había muchos niños desnutridos, muchos. Y la doctora me dijo: «La mayor parte de ellos morirán, porque tienen malaria, grave, y están desnutridos".

Aquel encuentro no se quedo solo en palabras o en lamentos. Al regresar a Roma, el Papa pidió a monseñor Krajewski que pusiera en marcha un proyecto para ayudar al hospital. Se hizo por medio del hospital pediátrico Bambino Giesu de Roma, una prestigiosa institución que depende del Vaticano.

Durante tres años, en colaboración con el Ministerio de Sanidad centro africano, y con el concurso de la Nunciatura en Bangui (el nuncio apostólico es el arzobispo espanol Santiago de Witt) se ha construido y equipado un pabellón pediátrico con una particular atención a la unidad de rehabilitación para niños que sufren desnutrición El resultado se ha visto hoy con orgullo.

Se empieza a respirar un ambiente de calma

Esta inauguración ha tenido lugar en un contexto muy particular que vive hoy la República Centroafricana: la de la puesta en práctica del acuerdo de paz negociado en Kartum a finales de enero y principios de febrero de este ano entre el gobierno y 14 grupos armados.

Un mes después de su firma, aunque el país no esta aun totalmente libre de incidentes de seguridad, se empieza a respirar un ambiente de calma y con un optimismo que crece cada día Si los que han firmado el acuerdo siguen trabajando para que se cumpla, estaremos ante la que es la mejor oportunidad de paz para que el país salga de la crisis en la que lleva sumida desde finales de 2012.

Acontecimientos como el que hemos vivido hoy dan ánimos a la población y alimentan una esperanza de que Centroafrica tiene muchos amigos dispuestos a echar una mano, sobre todo para socorrer a las personas mas vulnerables. Entre ellos, la Iglesia Católica -dentro y fuera del país- ha estado siempre a pie de obra al lado de los que mas sufren en este país que sigue estando entre los cinco mas pobres del mundo.