"La Iglesia siempre ha sido femenina y masculina en la oración y la misión" Segundo ‘Anuncio Pascual’: Lo femenino del alma dispone a la experiencia pascual Lc 24, 6-10
"Una nueva forma de ser discípulos misioneros y ciudadanos pide la recuperación de los tesoros femeninos que hay en cada uno"
"El discípulo misionero necesita esta actitud femenina, la actitud de María, modelo del ‘sí’ orante, para la experiencia mística de la Pascua"
Jesús encargó a las mujeres que anunciaran la resurrección a sus discípulos (Jn 20, 17-18; Mc 16, 14). No por preferencia ni como origen de un feminismo eclesial; se trata de la capacidad de la mujer para tener experiencias religiosas muy hondas e íntimas. Las facultades femeninas de apertura, escucha, quedar ‘embarazada’ y dar a luz, de María de Nazaret, son complementarias a las de carácter masculino de la conquista, la razón, el esquema. A los discípulos, como a Tomás, les fue más difícil creer en el anuncio Pascual. (Lc 24, 11; Mc 16,13).
El discípulo misionero necesita esta actitud femenina, la actitud de María, modelo del ‘sí’ orante, para la experiencia mística de la Pascua; como también de la amistad, el enamoramiento y el desposorio espiritual de María Magdalena, que complementan el liderazgo de Pedro, la intrepidez de Pablo y la tenacidad de los doce. La Iglesia siempre ha sido femenina y masculina en la oración y la misión.
Todos en la Iglesia, pastores, laicos y consagrados, al igual que la sociedad a la que se lleva el anuncio misionero, necesitamos emprender una marcha hacia el lado del alma que aún está por descubrirse. Una nueva forma de ser discípulos misioneros y ciudadanos pide la recuperación de los tesoros femeninos que hay en cada uno, hombres y mujeres, para la apertura y aceptación de la Vida de Cristo en nosotros, que despierta el entusiasmo para salir a anunciar el Evangelio.
El nombre de Dios en la Sagrada Escritura, cuando quiere resaltar el aspecto femenino es El, Elohim, El-Sadday. Sadday, por ejemplo, en su raíz significa monte del seno materno; contraria a todo lo guerrero, porque ama la armonía, la prosperidad de las familias y los rebaños.
Lo mismo decimos de ‘la Ruach’, traducida como ‘el Viento del Espíritu’, que en su origen es de carácter femenino, y es quien ha de guiar la misión. Descubriremos sus riquezas al liberarnos de creer que esta fecundidad se logra ‘haciendo’ planes, armando estructuras, imponiendo esquemas.
Práctica pascual:
Haré una oración en medio de la creación: me expondré confiado al aire libre, ojalá en un parque, con los brazos abiertos, los ojos cerrados, levantando el rostro al cielo y respirando el viento que roza mi piel; oraré repitiendo:
‘Ven Espíritu de Cristo Resucitado y fecunda mi existencia”.
Orar Con El Corazon en 33 Dias by Enrique Eduardo Plesnarlllkkl
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