El rector de Comillas y el secretario general de la CEE debaten sobre 'Fratelli Tutti' en la Pablo VI Julio L. Martínez, sj.: "Es un clamor la necesidad de que los políticos entren en contacto con la realidad"
Argüello: "En España, la expresión ‘nación’ nos cuesta, porque está secuestrada por los nacionalistas; patria, nos cuesta porque parece ‘secuestrada’ por un cuartel. Circula con más normalidad el concepto ‘país’. Pero el Papa dice que un político no solo puede gestionar el progreso, sino que tiene que consolidar la nación"
El rector de Comillas abogó por “un mundo abierto, que tenga lugar para todos, especialmente a los débiles y los más pobres, y con una multiplicidad de culturas”
“Es un clamor la necesidad de que los políticos entren en diálogos constructivos, de búsqueda del bien común (...) que sean personas que entran en contacto con la realidad, que les duela el dolor de la gente”. El rector de Comillas, Julio L. Martínez, sj., trazó este mediodía, junto al portavoz de la CEE, Luis Argüello, las claves de ‘Fratelli Tutti’.
Y lo hizo durante un debate celebrado en la Fundación Pablo VI y moderado por su director general, Jesús Avezuela, con la producción de TRECE y el apoyo de los medios de la CEE. En el mismo, Argüello lamentó que se haga una lectura de la encíclica “desde la propia orilla, superficial”.
“Este coronavirus ha venido para tirar de la manta...¿no hemos dicho que hacía falta una nueva política? Lo que el papa plantea es una mejor política”, subrayó el portavoz episcopal, quien insistió en que “no bastan estados de alarma, hace falta la colaboración de un ciudadano responsable, hace falta la respuesta organizada de tantos trabajadores”.
Construir un 'Nosotros'
Los dos intervinientes trazaron una visión positiva del impacto de la encíclica en el mundo global. “Nos muestra que estamos llamados a construir un ‘nosotros’, a descubrir que somos un pueblo, en una propuesta de fraternidad universal y de amistad”, arrancó Argüello, quien destacó cómo "en España, la expresión ‘nación’ nos cuesta, porque está secuestrada por los nacionalistas; patria, nos cuesta porque parece ‘secuestrada’ por un cuartel. Circula con más normalidad el concepto ‘país’. Pero el Papa dice que un político no solo puede gestionar el progreso, sino que tiene que consolidar la nación".
Martínez, por su parte, destacó la “denuncia profética, con alternativas realistas y prácticas” que se encuentran en Fratelli Tutti. “No se queda en la crítica, abre al mundo una esperanza”.
Una encíclica que ha venido condicionada por el impacto del coronavirus pero que, en lugar de modificar su impacto, “ha venido a refrendar el pensamiento papal”, señaló el rector de Comillas, quien agradeció la “visión entre la universalidad y lo local, que es la visión del buen samaritano. Éste es el humanismo del Evangelio”.
Para el obispo auxiliar de Valladolid, la clave de interpretación se centra en la sinodalidad, en “soñar con hacer un pueblo”, que va más allá del capitalismo. “El mercado solo no puede. El Estado solo no puede. La sociedad civil solo, tampoco. Es importante articular la amistad civil, la fraternidad que interviene en la vida”.
Contra populismos y liberalismos irresponsables
Julio L. Martínez, sj., recalcó las críticas del Papa hacia “un populismo irresponsable”, aunque en realidad contra las dos caras de una misma moneda. De un lado, “la disolución de los intereses del individuo, y la utilización del pueblo para unos intereses de unos pocos”.
“El Papa no es contrario a un liberalismo, de la separación de poderes, que pone al Estado de derecho como un estado en el que nadie pierda.... No puede haber fraternidad en el mundo si no hay justicia. Que se cumpla el derecho internacional”, recalcó el rector de Comillas, quien abogó por “un mundo abierto, que tenga lugar para todos, especialmente a los débiles y los más pobres, y con una multiplicidad de culturas”.
Argüello incidió por el “destino universal de los bienes y su relación con la propiedad. que las personas tengan tierra, techo y trabajo”. “Hay que pensar un mundo en el que el trabajo tenga un lugar fundamental”, y evitar “la dialéctica de los comentarios”.
"No es el Islam, es una gran manipulación del Islam"
Cuestionados sobre el papel de las religiones, y teniendo presenta el drama de Niza, Argüello insistió en “no hacer nunca de Dios el argumento de la violencia” y “salir al paso de toda utilización de la religión, de los textos sagrados, para hacer un argumento en favor de la violencia, aunque tengamos que hacer todos una memoria penitencial que nos haga caer en la cuenta de las cosas que hemos hecho mal, para que la historia sea maestra de la vida”.
Finalmente, el rector de Comillas recordó las palabras del Papa tras el atentado de Charlie Hebdo: “Eso no está hecho en nombre del Islam, sino de una gran manipulación ideológica y política del islam”.