En España "el número de bautizados ha disminuido en número muy preocupante" Argüello: "Cuando hablamos de 'vocación', no hablamos solo de 'meterse' a cura o monja, sino también 'meterse a laicos, a familias"
Los obispos lanzan un servicio de Pastoral Vocacional para hacer frente a una crisis global
“Es cierto que durante mucho tiempo, cuando hemos hablado de vocación, nos hemos referido al sacerdocio o la vida consagrada… ahora hablamos del descubrimiento de la vocación de cada uno, y a vivir la vida de cada uno como vocación”
“Es muy importante invitarnos como sociedad a la responsabilidad, y situar los derechos y los deberes, la libertad y la responsabilidad”, señaló, “porque si no vivimos en una sociedad de malestar cultural, de qué le pasa a los adolescentes… Las cosas no pasan por casualidad”
Se trata de una cuádruple tarea: de reflexión, formación, organización de campañas y preparar un congreso de la Iglesia en España, que todavía no tiene fecha pero que se quiere hacer coincidir con dos grandes Jubileos romanos: los de 2025 (Encarnación) y 2033 (Redención), para un congreso sobre la vida en vocación
“Es muy importante invitarnos como sociedad a la responsabilidad, y situar los derechos y los deberes, la libertad y la responsabilidad”, señaló, “porque si no vivimos en una sociedad de malestar cultural, de qué le pasa a los adolescentes… Las cosas no pasan por casualidad”
Se trata de una cuádruple tarea: de reflexión, formación, organización de campañas y preparar un congreso de la Iglesia en España, que todavía no tiene fecha pero que se quiere hacer coincidir con dos grandes Jubileos romanos: los de 2025 (Encarnación) y 2033 (Redención), para un congreso sobre la vida en vocación
“En la Iglesia, cuando hablamos de vocación, no hablamos solo de ‘meterse’ a cura o a monja, sino también a ‘meterse a laico’, y al matrimonio y la creación de una familia”. El arzobispo de Valladolid, Luis Argüello, ha sido el elegido por la Conferencia Episcopal para coordinar un nuevo Servicio de Pastoral Vocacional, que esta mañana trató de presentar en un briefing en la Casa de la Iglesia.
Un servicio, que agrupa las Comisiones de Clero y Seminarios; Vida Consagrada; Laicos, Familia y Vida; y Misiones, que trabajarán de manera conjunta en este nuevo proyecto, que nace con el objetivo de ir creando en la Iglesia que peregrina en España una cultura vocacional que ayude a que niños, jóvenes y adultos se planteen su vocación.
Este nuevo servicio de la CEE será el encargado, a partir de ahora, de organizar la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones. Además, tiene como horizonte la preparación de un Congreso Nacional de Vocaciones, con el que sensibilizar a toda la Iglesia y la sociedad sobre la vida como vocación.
Una nueva cultura vocacional
Tal y como apuntó Argüello, tenemos el objetivo de “crear una nueva cultura vocacional”, que abarque, además de las “vocaciones de especial consagración” al sacerdocio o la vida religiosa, se incluya la vocación a la misión. “Si no hay mata no hay patata”, subrayó el prelado, quien mostró su preocupación por la falta de vocaciones, y destacó la necesidad de “entender la vida como vocación”, y “hacer crecer la conciencia de ser miembros de la Iglesia, de la asamblea de los llamados”.
Se trata de una cuádruple tarea: de reflexión, formación, organización de campañas y preparar un congreso de la Iglesia en España, que todavía no tiene fecha pero que se quiere hacer coincidir con dos grandes Jubileos romanos: los de 2025 (Encarnación) y 2033 (Redención), para un congreso sobre la vida en vocación.
El Pueblo de Dios, eje de la vocación
“El planteamiento de la vida como vocación surge del Vaticano II, que lo primero que sitúa es el Pueblo de Dios”, admitió Argüello al ser preguntado si este servicio no suponía, de facto, una asunción de errores por el trabajo realizado en las últimas décadas, mucho más preocupados por las vocaciones al sacerdocio o la vida consagrada que al laicado o la familia. “Es cierto que durante mucho tiempo, cuando hemos hablado de vocación, nos hemos referido al sacerdocio o la vida consagrada… ahora hablamos del descubrimiento de la vocación de cada uno, y a vivir la vida de cada uno como vocación”.
Respecto a las crisis de vocaciones, se preguntó si “¿hay crisis en el que llama? ¿Podemos decir que Dios no llama? ¿De qué hay más crisis, de vocaciones al seminario y noviciados, o de la vida cristiana en su conjunto?”.
“Hay una cierta proporción entre el número de los que hoy se consideran católicos, que son católicos practicantes, tienen una vida activa, asociada, comunitaria… Sin negar, porque sería absurdo, la realidad concreta de esta crisis de algunas vocaciones, creo que está relacionado. Pero este impulso de la vida como vocación es una intención de impulsar la vida cristiana”
Crisis vocacional global
“Hay una cierta proporción entre el número de los que hoy se consideran católicos, que son católicos practicantes, tienen una vida activa, asociada, comunitaria… Sin negar, porque sería absurdo, la realidad concreta de esta crisis de algunas vocaciones, creo que está relacionado. Pero este impulso de la vida como vocación es una intención de impulsar la vida cristiana”.
"Hay que hablar de la realidad demográfica", añadió Argüello, quien apuntó a que los "grandes graneros" de las vocaciones en España (Euskadi y Navarra, o la España rural), por la realidad de "ofrecer unos estudios" para los hijos de los campesinos. "Hoy, la realidad de muchas de las diócesis españolas, de la 'España vaciada', todos son factores que influyen, como la apuesta de algo para toda la vida".
Con todo, explicó, "habría que ver en la relación con los otros parámetros de la vida eclesial". En España "el número de bautizados ha disminuido en número muy preocupante". Esto, admitió, "no me tranquiliza nada, al contrario", pero sí sirve para "justificar más aún el tipo de propuesta que queremos hacer".
La 'Asamblea de los llamados'
“La crisis de las vocaciones de especial consagración es inseparable de la realidad de las comunidades”, recalcó Argüello, quien incidió en la necesidad de “hacer crecer la conciencia de ser miembros de la Iglesia, de la asamblea de los llamados”.
¿Por qué ahora? Por una perspectiva social, pues “vivimos en un tiempo de grandes transformaciones, marcada por el ‘derecho a tener derechos’, algunos de los cuales pueden ser legítimos”, aunque otros no tanto, matizó, comparando términos como ‘poliamor’ o ‘poligamia’, “que suenan distintos”. “siempre los derechos tienen la otra cara de la moneda, un deber por el bien común”.
Y que nace, aseguró el ex secretario general de la CEE, con la intención de “promover una cultura vocacional, para no preguntarnos qué puede hacer la sociedad por mí, sino qué puedo hacer yo por el bien común”.
“Es muy importante invitarnos como sociedad a la responsabilidad, y situar los derechos y los deberes, la libertad y la responsabilidad”, señaló, “porque si no vivimos en una sociedad de malestar cultural, de qué le pasa a los adolescentes… Las cosas no pasan por casualidad”.
“Todo esto nos preocupa, pero nos preocupa como forma de entender la articulación del tejido social”, añadió.
Por su parte, Luis Manuel Romero, secretario de Laicos, Familia y Vida de la CEE, presentó la Jornada Mundial de oración por las vocaciones y la Jornada de vocaciones nativas, que se celebra el 30 de abril bajo el lema, «Ponte en camino. No esperes más». Esta campaña se difunden de manera conjunta por el servicio de Pastoral Vocacional de la Conferencia Episcopal Española, la Conferencia Española de Religiosos (CONFER), Obras Misionales Pontificias Pontificias (OMP) y la Conferencia Española de Institutos Seculares (CEDIS).
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