Mesa redonda del Encuentro internacional 'Paz sin fronteras' sobre 'El desarrollo es el nombre de la paz' Carlos Castillo: “Estamos sufriendo una economía neoliberal chueca o coja, que arrastra a los invisibles al olvido y a la insignificancia”
Carlos Osoro: “Necesitamos un sistema educativo que nos enseñe a soñar”
Stefanía Proietti: “Con la economía actual, lo que estamos haciendo es quemar nuestra casa con nuestros hijos dentro”
Christian Krieger: “Las religiones tienen que ser parte de la solución y no del problema”
Christian Krieger: “Las religiones tienen que ser parte de la solución y no del problema”
Mesa redonda sobre el desarrollo en el 'Encuentro intencional paz sin fronteras', organizado por la Comunidad San Egidio y el arzobispado de Madrid. Con ponentes de varias confesiones y diversos países, pero todos de acuerdo en que “el desarrollo sostenible es el nombre de la paz”.
Moderados por el gran rabino de Israel, Oded Wiener, intervinieron el arzobispo de Lima, Carlos Castillo, el secretario de Estado para la Cooperación internacional, Juan Pablo de la Iglesia, el presidente de la Conferencia de Iglesias Europeas (KEK), Christian Krieger, la alcaldesa de Asís, Stefania Proietti, y el presidente del Centro para el Diálogo y la Cooperación entre Civilizaciones de Indonesia, Din Syamsuddin. Entre los asistentes, el cardenal Osoro, arzobispo de Madrid, al que, al final de las exposiciones, el presentador mandó subir al estrado e intervenir como los ponentes.
Centró el tema el gran rabino de Israel, Oder Wiener, preguntándose “cómo ayudar a tantas personas que sufren pobreza y discriminación en la aldea global del mundo”. A su juicio, “las naciones desarrolladas deben crear un clima de paz y reconciliación” y “emplear la tecnología moderna para una movilización global en favor de los más necesitados”.
Los conservadores no tienen imaginación
Tomó la palabra a continuación Carlos Castillo. El nuevo arzobispo de Lima es un intelectual profundo, pero, al mismo tiempo, habla claro y sencillo, con un verbo fácil, un tono de voz sumamente sugerente y cautivador, y un discurso repleto de poesía.
Monseñor Castillo coincide con San Pablo VI en que “el desarrollo es el nombre de la paz”. Pero ¿qué tipo de desarrollo? Porque, a veces, el desarrollo actual “produce tal desvinculación entre las personas y los pueblos, que podría abocarnos a una de la crisis más graves de la humanidad”.
Se trata de buscar, pues, “un desarrollo pleno”, que vaya más allá de las clásicas coordenadas de “conservadores y progresistas”. Porque, hoy, “el desarrollo puede ser imaginativo o no”. Y el prelado puso el ejemplo de la propia Iglesia, “donde hay gente conservadora que va hacia atrás y no tiene capacidad imaginativa”.
A su juicio, en la sociedad pasa algo parecido y “la economía se come a la sociedad”. Porque “estamos sufriendo una economía neoliberal chueca o coja, que arrastra a los invisibles al olvido y a la insignificancia”.
Para “invertir este proceso de desarrollo y reequilibrarlo”, Castillo propugna la importancia del diálogo, es decir “lo que el Papa Francisco llama una gran conversación, porque todos somos una bella prosa de Dios”.
Nuevos relatos de la humanidad
Ahí, “donde se están forjando los nuevos relatos de la humanidad es donde tiene que estar la Iglesia católica”, para “regenerar el mundo, con una forma nueva de pensar y de actuar”. Porque, según Castillo, aunque parezca difícil, el caso es que “es posible la solución, porque la gran crisis actual se soluciona con la inspiración de Dios e inundándonos con una nueva esperanza”.
La alcaldesa de Asís, Stefania Proietti, definió a su bella ciudad como “la ciudad de la paz y la ciudad sobre el monte”, donde Juan Pablo II celebró sus célebres encuentros interreligiosos y, ahora, el Papa Francisco acaba de convocar un encuentro con jóvenes para construir una nueva economía. Porque, a su juicio, con la economía actual “lo que estamos haciendo es quemar nuestra casa con nuestros hijos dentro”.
Asís, capital mundial de la ecología
La alcaldesa, orgullosa de su ciudad “capital mundial de la ecología” y “la Davos de la nueva economía”, aseguró que “no puede haber paz en un mundo en el que mueren cinco millones de niños al año”. Pero, a pesar de las nubes, cree que puede salir el sol, “porque muchas personas juntas pueden cambiar el mundo”.
El secretario de Estado de cooperación, Juan Pablo de la Iglesia, explicó los ejes de la ayuda a la cooperación del Gobierno español, que trata de aplicar la agenda 20-30, con el objetivo de “modificar las políticas públicas”. Esta agenda requiere, a su juicio, “un cambio de mentalidad y pasar de billones a trillones”. En cualquier caso, “la agenda 20-30 es el corazón del programa político del Gobierno español”
El pastor francés Christian Krieger, presidente de la KEK, aseguró que “la paz es el adn de nuestra organización”, pero una paz “inclusiva que exige una transformación del corazón y que, por supuesto, implica el diálogo interreligioso. Porque, a su juicio, “las religiones tienen que ser parte de la solución y no del problema”.
Osoro: un sistema educativo que nos enseñe a soñar
Terminadas las exposiciones de todos los ponentes, el moderador invitó al cardenal Osoro, presente en la sala, a subir al estrado y dirigir unas palabras a los presentes. Y el arzobispo de Madrid aprovechó para subrayar una deficiencia del sistema educativo, que “está más centrado en la defensa y en la guerra”. A su juicio, “es necesario cambiar la onda y desarrollar la conciencia de paz en el sistema educativo de la aldea global”. Porque “necesitamos un sistema educativo que nos enseñe a soñar”.
Osoro tiene claro que “tenemos que encontrarnos, porque no tenemos más remedio”. Por ejemplo, con los jóvenes, tanto dentro como fuera de la Iglesia. “Tenemos que dejar hablar a los jóvenes, darles voz y protagonismo en la Iglesia, que es algo que he intentado hacer toda mi vida pastoral”.
La crisis requiere paciencia
En el turno de preguntas, volvió a intervenir el arzobispo de Lima, para denunciar “la concepción espasmódica y sin pensar del desarrollo”, porque “la crisis requiere paciencia y un amplísimo proceso de educación para la paz”.
Un proceso que, a su juicio, está intentado implementar el Papa Francisco en la propia Iglesia “pasando de la educación del catecismo (del se puede o no se puede) al discernimiento”.
Cree monseñor Castillo que “en la Iglesia de Francisco se está haciendo un ensayo de lo que proponemos para la sociedad. Si no lo hacemos en la Iglesia, no podremos ayudar a hacerlo a la sociedad”.
Y el prelado concluyó asegurando que “la paz es un proceso infinito de negociación” y aseguró, asimismo, que “la paz cristiana es la paz que nos no deja en paz, sino que nos coloca en salida permanente”.
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