"En estos tiempos en los que el papa Francisco pide perdón por los casos de pedofilia ocurridos en Estados Unidos o Australia, aquí la Fundación, en vez de estar con las víctimas, está regateando hasta el último céntimo, y eso que tiene una póliza de seguros". La Fiscalía ha acusado duramente a la Fundación Champagnat, propietaria de la escuela marista de Les Corts, donde se produjeron los abusos de Joaquín Benítez.
La congregación, que sólo podría ser condenada como responsable civil subsidiaria por valor de 90.000 euros, "no estuvo al lado de las víctimas", según la Fiscalía, que acusa a los maristas de "una enorme responsabilidad moral". Tal y como declararon el lunes dos mossos d'esquadra, la escuela se resistió a facilitarles información sobre Benítez tras las primeras denuncias.
"No tiene sentimientos de vergüenza o culpa"
Para el fiscal, Benítez tiene una "capacidad empática muy baja, nula consciencia de la problemática, no tiene sentimientos de vergüenza o culpa, es egocéntrico", además de presentar "narcisismo, excentricidad, sadismo y alta dominancia". Por eso, señala, "con este perfil, existe un evidente peligro de que en el momento de que deje estar bajo focos de la prensa y la Justicia y salga de prisión tenga altas probabilidades de volver a reincidir".
De acuerdo con el informe que ha leído ante el tribunal, el testimonio de los alumnos, "corto, pero contundente", constituye prueba "suficiente" para condenar al acusado, dado que en los delitos sexuales "la única prueba real es la declaración del único testigo que hay, que es la víctima". Por contra, ha tildado la declaración de Benítez de "muy light (ligera), cínica, sádica, narcisista, ególatra, superflua, sibilina y falsa en muchas ocasiones".