"Fue muy grave que las víctimas fueran silenciadas o acusadas de exageración", dice el arzobispo de Compostela Francisco Prieto: "¿Quién dice que el celibato en algún momento futuro no puede ser opcional?"
“Tenemos que superar la diglosia que nos hace cambiar de lenguaje cuando entramos en el espacio sagrado. El gallego debe ser la lengua habitual y más cuando tenemos instrumentos: Misal, leccionarios, todos los rituales sacramentales... Hay que dar pasos adelante sin duda"
Prieto apunta que aún queda un largo camino por recorrer en la reparación del daño de tantos años, "no sólo moralmente, si es necesaria una reparación económica, habrá que hacerla, ya sea porque así lo determine la Justicia o porque tenemos la obligación de ayudar"
En la cuestión política, "no debemos fomentar el clima de tensión extrema, debemos rebajarlo”, para lo que indica el arzobispo Prieto que “la voz de la Iglesia debe ser importante y profética para centrar la atención en lo que nos define como humanidad”
En la cuestión política, "no debemos fomentar el clima de tensión extrema, debemos rebajarlo”, para lo que indica el arzobispo Prieto que “la voz de la Iglesia debe ser importante y profética para centrar la atención en lo que nos define como humanidad”
“¿Quién dice que el celibato en algún momento futuro no puede ser opcional en la vida de la Iglesia? No es necesario descartarlo”. Un año después de su nombramiento como arzobispo de Santiago de Compostela, Francisco José Prieto mantiene una línea de pensamiento que no teme exponer en público, muy lejos del “depende” del tópico en el que sin embargo parece instalada una buena parte de sus hermanos en la Conferencia Episcopal Española. Celibato, abusos, polarización o el uso del gallego en la liturgia, todo es expuesto de manera clara en una entrevista con nósdiario.
“El celibato no tiene por qué ser una soltería asumida, sino libertad para poder pasar más tiempo con la gente. No está en el dogma de la Iglesia y el papa Francisco lo ha formulado en ocasiones, pero en estas cuestiones tan significativas en el clero católico de rito latino, la Iglesia tiende a ir más allá de los momentos de tensión o de reclamaciones, buscando el momento adecuado. Eso retrasa las decisiones. ¿Quién dice que el celibato en algún momento futuro no puede ser opcional en la vida de la Iglesia? No es necesario descartarlo”, señala Prieto a una pregunta sobre la que otros suelen pasar de puntillas.
Sobre la cuestión de los abusos sexuales en la Iglesia, tema éste que se le está atragantado a la Iglesia en España, con una política errática y oscurantista, muy por detrás de las disposiciones claras y rotundas dispuestas por el Papa hace ya cinco años ante todos los presidentes de las conferencias episcopales del mundo, Prieto apunta que aún queda un largo camino por recorrer en la reparación del daño de tantos años, "no sólo moralmente, si es necesaria una reparación económica, habrá que hacerla, ya sea porque así lo determine la Justicia o porque tenemos la obligación de ayudar. También fue muy grave que las víctimas fueran silenciadas o acusadas de exageración. La víctima debe ser el centro de nuestra preocupación. Nosotros, como Iglesia, tenemos una responsabilidad ineludible”.
Bajar la tensión política
Sobre la situación política, el arzobispo de Santiago, apuesta por “bajar las tensiones”. “Hay que dejar atrás las etiquetas y los prejuicios, porque somos más ideológicos que nunca, y rápidamente vemos como enemigos a quienes no ven las cosas como nosotros. Sin caer en la necedad ni en la ingenuidad, porque la búsqueda de la igualdad y la justicia no es fácil, pero no debemos fomentar el clima de tensión extrema, debemos rebajarlo”, para lo que indica que “la voz de la Iglesia debe ser importante y profética para centrar la atención en lo que nos define como humanidad”.
También tiene meridianamente claro Prieto el uso de la lengua gallega en la liturgia. Y no sólo. “Todos conocemos la presencia histórica de la Iglesia, pero quizás fueron pocos los que tuvieron la percepción de que ser y hablar gallego tenía que formar parte de ser y hablar como cristianos en toda nuestra vida”, señala a NosDiario.
“Por nuestra historia sabemos que la lengua gallega ha sido descuidada y se han hecho esfuerzos para devolverle su plena dignidad, quizás no el esplendor que tuvo en la Edad Media, cuando el gallego era la lengua de referencia de la cultura en el gallego-portugués”, apunta, preocupado porque “se pueda producir una pérdida importante del uso del gallego, sobre todo en las edades más jóvenes”. “Pero como Iglesia tenemos que hacer un esfuerzo para tener una presencia más significativa del gallego en nuestra liturgia”, subraya.
“Tenemos que superar la diglosia que nos hace cambiar de lenguaje cuando entramos en el espacio sagrado. El gallego debe ser la lengua habitual y más cuando tenemos instrumentos: Misal, leccionarios, todos los rituales sacramentales... Hay que dar pasos adelante sin duda. No hay duda de que el uso de la lengua en la Iglesia significa mucho, porque es un elemento expresivo tanto en los ritos de oración como en la homilía, que tiene un gran valor referencial. Hay que alcanzar una normalidad en el uso y debe ser más significativo de lo que era”.