Granada y Santiago acogen a dos sacerdotes y a un obispo represaliados por el régimen de Ortega Una parte de la Iglesia de Nicaragua resucita esta Pascua en España: "Ahora somos su presbiterio", dice Gil Tamayo
Una parte de la Iglesia de Nicaragua resucita estos días de Pascua en España, concretamente en las diócesis de Granada y Santiago de Compostela, donde han sido acogidos dos sacerdotes y un obispo, quienes se han visto obligados a emprender, como otros pastores y fieles del país, el camino de exilio ante la persecución abierta contra la institución eclesial por parte del Gobierno sandinista de Daniel Ortega
“Realmente han sufrido y sufren el destierro. Ayudaremos en lo que esté en nuestras manos. Ahora somos su presbiterio”, señala a Religión Digital el arzobispo de la sede andaluza, José María Gil Tamayo, donde los sacerdotes han pasado estos días de Semana Santa
El obispo Isidoro Mora el arzobispo participó en la misa crismal de Santiago de Compostela, donde el arzobispo Francisco José Prieto le dio la bienvenida a la archidiócesis gallega, en el deseo de que "sea para él un oasis de celebración y de fraternidad”
El obispo Isidoro Mora el arzobispo participó en la misa crismal de Santiago de Compostela, donde el arzobispo Francisco José Prieto le dio la bienvenida a la archidiócesis gallega, en el deseo de que "sea para él un oasis de celebración y de fraternidad”
Una parte de la Iglesia de Nicaragua resucita estos días de Pascua en España, concretamente en las diócesis de Granada y Santiago de Compostela, donde han sido acogidos dos sacerdotes y un obispo, quienes se han visto obligados a emprender, como otros pastores y fieles del país, el camino de exilio ante la persecución abierta contra la institución eclesial por parte del Gobierno sandinista de Daniel Ortega.
“Realmente han sufrido y sufren el destierro. Ayudaremos en lo que esté en nuestras manos. Ahora somos su presbiterio”, señala a Religión Digital el arzobispo de la sede andaluza, José María Gil Tamayo, donde los sacerdotes han pasado estos días de Semana Santa.
El primer sacerdote nicaragüense que se puso en contacto con Gil Tamayo a través de un sacerdote español fue el P. Héctor Treminio, de la diócesis de Managua, que era párroco y que había sido ecónomo de la diócesis.
El segundo sacerdote llegado a Granada desde el país centroamericano fue el P. Marcos Francisco Diaz, vicario general de la diócesis de León y que entró en contacto con el arzobispo Gil Tamayo a través del P. Héctor.
Completar la documentación en Roma
Ambos sacerdotes, con más de dos décadas de ministerio sacerdotal a sus espaldas, vuelven estos días a Roma para completar con la Santa Sede la documentación requerida para estos casos y luego regresarán a Granada para quedarse e integrarse en labores pastorales.
Y de Roma llegó también, con destino a la ciudad del Apóstol Santiago Isidoro Mora, obispo de la diócesis de Siuna, en el Caribe de Nicaragua, y que durante varios días se encontró en paradero desconocido después de que fuese detenido el 20 de diciembre del año pasado junto a los seminaristas Alester Sáenz Centeno y Tony Palacios, tras haber rezado durante una homilía por el obispo de Matagalpa, Rolando Álvarez, entonces encarcelado cumpliendo la pena de más 26 años de prisión impuesta por el régimen de Ortega.
Durante la pasada misa cristal, el arzobispo de Santiago de Compostela, Francisco José Prieto, le dio la bienvenida a la archidiócesis gallega, en el deseo de que "sea para él un oasis de celebración y de fraternidad”. Fuentes consultadas por Religión Digitalen Santiago indicanque monseñor Mora viajará en breve a Roma, pero con la intención de regresar a la sede arzobispal gallega.
Tanto el obispo Mora como los dos sacerdotes fueron desterrados finalmente por el gobierno de Ortega a medidos del pasado mes de enero, acompañando en el camino del exilio al obispo de Matagalpa, Rolando Álvarez -que pasó cerca de un año encarcelado- y a casi una veintena de eclesiásticos nicaragüenses, siendo el primer destino de todos ellos (previa escala en Madrid) Roma. Ahora se les está dando acomodo en otras diócesis.