El 'obispo de los obreros' analiza, 30 años después, la aportación de 'La Pastoral Obrera de toda la Iglesia' Martínez Varea: "Las víctimas del trabajo están esperando una palabra de la Iglesia"

Abilio Martínez
Abilio Martínez

"La pastoral del trabajo siempre será una tarea de toda la Iglesia. A nosotros nos toca crear conciencia para que esta tarea sea cada vez más asumida por toda la Iglesia y para que el trabajo, en la sociedad, sea lugar de humanización"

"El documento 'La Pastoral Obrera de toda la Iglesia' ha sido un gran instrumento para definir nuestra misión y para que todos los agentes de esta pastoral nos coordinemos y pongamos la vista en un mismo horizonte. Hoy podemos decir que la pastoral del trabajo es más conocida en la Iglesia y en la sociedad"

"El nombramiento de responsables de la pastoral del trabajo en 36 diócesis, la consolidación de la iniciativa Iglesia por el Trabajo Decente y el desarrollo de acciones relacionadas con esta pastoral en 52 diócesis son un buen balance a la hora de evaluar los frutos de este documento"

"Desde el Departamento de Pastoral del Trabajo de la CEE estamos animando a aquellas diócesis que no tienen delegación a que las creen. Dada la centralidad del trabajo, esta pastoral específica debe tener un espacio en el organigrama diocesano"

Este lunes, 18 de noviembre, se cumple el 30º aniversario de un emblemático documento que, sin embargo, durante un tiempo, fue el patito feo de la tarea evangelizadora en la Iglesia en España: La Pastoral Obrera de toda la Iglesia. Hoy, afortunadamente, ya no es así y, como destaca su actual responsable, el obispo de Osma-Soria, Abilio Martinez Varea, 36 diócesis cuentan con un responsable de pastoral obrera y se desarrollan acciones relacionadas con ella en otras 52.

"Actualmente podemos afirmar que la Iglesia en España es más consciente de la centralidad del trabajo en la vida de las personas, las familias y la sociedad. Esto no quiere decir que todo esté hecho", señala Martínez Varea en entrevista con Religión Digital.

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Se cumple el trigésimo aniversario del documento La Pastoral Obrera de toda la Iglesia. ¿Qué balance hace de su asimilación por el conjunto de la Iglesia en España?

Actualmente podemos afirmar que la Iglesia en España es más consciente de la centralidad del trabajo en la vida de las personas, las familias y la sociedad. Esto no quiere decir que todo esté hecho. Hay que seguir profundizando, tomando conciencia y actuando para que el trabajo sea verdaderamente humanizador y permita construir proyectos de vida.

El documento “La Pastoral Obrera de toda la Iglesia” ha sido un gran instrumento para definir nuestra misión y para que todos los agentes de esta pastoral nos coordinemos y pongamos la vista en un mismo horizonte. Hoy podemos decir que la pastoral del trabajo es más conocida en la Iglesia y en la sociedad. El nombramiento de responsables de la pastoral del trabajo en 36 diócesis, la consolidación de la iniciativa Iglesia por el Trabajo Decente y el desarrollo de acciones relacionadas con esta pastoral en 52 diócesis son un buen balance a la hora de evaluar los frutos de este documento.

En treinta años, el mundo del trabajo ha cambiado de manera importante. ¿Mantiene su vigencia este texto, se ha quedado desfasado o necesita de una revisión y puesta a punto?

El texto sigue estando vigente. Las dimensiones de la pastoral del trabajo y las líneas de acción que marcan este documento siguen centrando la acción de esta pastoral. Esto no quiere decir que esta pastoral no necesite de una “renovación”. Está continuamente renovándose porque debe responder a las situaciones que vive el mundo obrero y a como éste comprende el sentido del trabajo en cada momento.

A lo largo de estos 30 años ha habido periodos de reflexión que nos han llevado a resituarnos ante los acontecimientos que vive el mundo del trabajo y a marcar acentos pastorales para darle una respuesta adecuada.

Concentración por el trabajo decente
Concentración por el trabajo decente ITD

Treinta años después, hay algunas diócesis cuyas comunidades están conformadas fundamentalmente por trabajadores de los polígonos del extrarradio de grandes ciudades que acaban de implementar la Pastoral Obrera. ¿Cómo podría explicarse este retraso? ¿No era suficientemente acogida esta pastoral o es que el mundo del trabajo lo habían dado por perdido para la evangelización?

El hecho de que no exista delegación de Pastoral Obrera no quiere decir que no se haga pastoral del trabajo. En muchas diócesis se desarrolla a través de los movimientos especializados y a través de la pastoral social. Desde el Departamento de Pastoral del Trabajo de la CEE estamos animando a aquellas diócesis que no tienen delegación a que las creen. Dada la centralidad del trabajo, esta pastoral específica debe tener un espacio en el organigrama diocesano. 

La acogida por parte de los fieles y de los obispos de la iniciativa Iglesia por el Trabajo Decente es un buen reflejo de cómo eclesialmente vamos poniendo una mayor atención a la realidad del trabajo humano

Uno de los logros en estas tres décadas es la iniciativa Iglesia por el Trabajo Decente y la celebración de la Jornada Mundial del Trabajo Decente cada 7 de octubre. La fecha está fijada en el calendario, pero ¿también en la mente de pastores y fieles?

La Iglesia tiene muchos retos en la actualidad y según las distintas realidades se van marcando las prioridades. Nosotros estamos contentos, aunque hay que seguir creciendo, con el acompañamiento que hacen los obispos a la iniciativa de Iglesia por el Trabajo Decente. Las cartas pastorales y los diversos encuentros entre obispos y agentes de pastoral confirman que cada vez somos más conscientes de la centralidad del trabajo. Y lo mismo les pasa a los cristianos.

Como bien señalas, la acogida por parte de los fieles y de los obispos de la iniciativa Iglesia por el Trabajo Decente es un buen reflejo de cómo eclesialmente vamos poniendo una mayor atención a la realidad del trabajo humano.

La dignidad y dignificación del trabajo recorre las páginas del documento La Pastoral Obrera de toda la Iglesia. ¿Cree que quienes sufren esa falta de trabajo digno y decente esperan una palabra de acompañamiento y profética por parte de la Iglesia o ya se llega tarde?

Nunca se llega tarde a acompañar el dolor de tantas personas heridas por la actual configuración del trabajo. No nos preocupa tanto llegar tarde, sino no llegar.

Las víctimas del trabajo están esperando una palabra de la Iglesia, están esperando que las acompañemos en las situaciones que viven. Así nos lo han expresado en multitud de ocasiones y a lo largo de toda nuestra geografía. Es más, a veces no nos lo piden y cuando nos hacemos próximos, nos lo agradecen enormemente.

El obispo Abilio Martínez en un encuentro de Pastoral Obrera
El obispo Abilio Martínez en un encuentro de Pastoral Obrera CEE

La Inteligencia Artificial (IA) es ya un hecho también en el mundo del trabajo y millones de personas serán prescindibles y prescindidas… ¿Está teniendo en cuenta la Iglesia, la Pastoral Obrera, ese nuevo horizonte?

Nosotros no somos tan pesimistas, la inteligencia artificial no lo es todo a pesar de su importancia en el futuro del trabajo. Hay otros yacimientos de empleo por desarrollar que está demandando la sociedad y entre ellos el de los cuidados, los cuidados de las personas y del planeta tierra.

La Iglesia está reflexionando junto a la sociedad sobre la Inteligencia Artificial. La fundación Pablo VI y FOESSA nos están aportando una primera visión de las repercusiones que la IA va a tener en la configuración del trabajo y en las posibles repercusiones en las personas y en la sociedad. Desde la pastoral del trabajo estamos atentos a estos estudios y nos preocupa su repercusión en la configuración del trabajo.

¿Cómo vislumbra la Pastoral Obrera de dentro de otros treinta años?

El trabajo es consustancial al ser humano, es una dimensión fundamental de la persona y un elemento esencial para la construcción del bien común. La Iglesia así lo concibe, estamos llamados a ser cocreadores de la obra de Dios.

La pastoral del trabajo siempre será una tarea de toda la Iglesia. A nosotros nos toca crear conciencia para que esta tarea sea cada vez más asumida por toda la Iglesia y para que el trabajo, en la sociedad, sea lugar de humanización.

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